La primera enc¨ªclica de Francisco advierte sobre la crisis de verdad
La base del texto corresponde a Benedicto XVI y se refiere al matrimonio como "una uni¨®n estable"
La primera enc¨ªclica del papa Francisco es tambi¨¦n la ¨²ltima de Benedicto XVI. La redacci¨®n de los cuatro cap¨ªtulos de Lumen Fidei (La luz de la fe) refleja el marcado estilo de Joseph Ratzinger y, de hecho, Jorge Mario Bergoglio reconoce que su predecesor "ya hab¨ªa completado pr¨¢cticamente" el texto: "Se lo agradezco de coraz¨®n y, en la fraternidad de Cristo, asumo su precioso trabajo, a?adiendo algunas aportaciones". La enc¨ªclica, que reclama la vigencia de la fe frente a la "verdad tecnol¨®gica", se refiere en un pasaje al matrimonio como una "uni¨®n estable [no utiliza la palabra indisoluble] de un hombre y una mujer", y a?ade: "La bondad de la diferenciaci¨®n sexual permite a los c¨®nyuges unirse en una sola carne".
Durante la presentaci¨®n, el cardenal canadiense Marc Ouellet defini¨® la enc¨ªclica como "una catequesis a cuatro manos", y monse?or Gerhard Ludwig M¨¹ller, prefecto de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe, ha justificado por qu¨¦ no est¨¢ firmada de forma conjunta: "No tenemos dos papas, solo tenemos un papa. En la enc¨ªclica hay mucho del papa Benedicto, pero hay todo del papa Francesco". No deja de ser curioso que, al contrario de lo que suele ser habitual, la Santa Sede no distribuy¨® una fotograf¨ªa del Papa firmando la enc¨ªclica, pero s¨ª de una imagen de Ratzinger y Bergoglio "de los dos protagonistas juntos" en el Vaticano.
De los cuatro cap¨ªtulos --el texto no llega al centenar de p¨¢ginas--, el segundo aborda la relaci¨®n entre la fe y la verdad: "Recuperar la conexi¨®n de la fe con la verdad es hoy a¨²n m¨¢s necesario, precisamente por la crisis de verdad en que nos encontramos. En la cultura contempor¨¢nea se tiende a menudo a aceptar como verdad solo la verdad tecnol¨®gica: es verdad aquello que el hombre consigue construir y medir con su ciencia; es verdad porque funciona y as¨ª hace m¨¢s c¨®moda y f¨¢cil la vida". Y a?ade: "La verdad grande, la verdad que explica la vida personal y social en su conjunto, es vista con sospecha".
Recuperar la conexi¨®n de la fe con la verdad es hoy a¨²n m¨¢s necesario
Ya en la introducci¨®n, el Papa plantea la pregunta de si la fe es una luz ilusoria: "En la ¨¦poca moderna se ha pensado que esa luz pod¨ªa bastar para las sociedades antiguas, pero que ya no sirve para los tiempos nuevos, para el hombre adulto, ufano de su raz¨®n, ¨¢vido de explorar el futuro de una nueva forma (...). El joven Nietzsche invitaba a su hermana Elisabeth a arriesgarse, a "emprender nuevos caminos... con la inseguridad de quien procede aut¨®nomamente". Y a?ad¨ªa: "Aqu¨ª se dividen los caminos del hombre; si quieres alcanzar paz en el alma y felicidad, cree; pero si quieres ser disc¨ªpulo de la verdad, indaga". La enc¨ªclica sostiene que "poco a poco, sin embargo, se ha visto que la luz de la raz¨®n aut¨®noma no logra iluminar suficientemente el futuro; al final, ¨¦ste queda en la oscuridad, y deja al hombre con el miedo a lo desconocido".
Para sostener que la fe no habita en la oscuridad, la introducci¨®n de la enc¨ªclica --que ya se ha referido a Nietzsche, utiliza ahora una cita de Dante, quien en la Divina Comedia, despu¨¦s de haber confesado su fe ante san Pedro, la define como una "chispa,/ que se convierte en una llama cada vez m¨¢s ardiente/ y centellea en m¨ª, cual estrella en el cielo". La mano de Joseph Ratzinger se nota adem¨¢s en la profusi¨®n y car¨¢cter de las citas. Desde Martin Buber (1878-1965), un fil¨®sofo jud¨ªo de origen austriaco, a Dostoievski en su obra El idiota.
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