Chile impide abortar a una ni?a de 11 a?os violada por su padrastro
El pa¨ªs es uno de los cinco de Am¨¦rica que proh¨ªbe totalmente esta pr¨¢ctica El caso abre el debate de la despenalizaci¨®n de la intervenci¨®n en pleno proceso electoral
Tiene 11 a?os y est¨¢ embarazada de 14 semanas. Se la conoce bajo el nombre supuesto de Bel¨¦n. Es chilena, y su caso ha desatado un intenso debate sobre el aborto en ese pa¨ªs, donde la interrupci¨®n voluntaria del embarazo fue prohibida hace 24 a?os, durante los ¨²ltimos meses de la dictadura de Augusto Pinochet. No est¨¢ permitida ni siquiera en el caso de Bel¨¦n, embarazada a causa de las continuas violaciones ¡ªse estima que desde hace dos a?os¡ª de su padrastro. En la piel de Bel¨¦n, que no puede abortar legalmente, se encuentran cientos de mujeres de otros cuatro pa¨ªses de Am¨¦rica ¡ªEl Salvador, Honduras, Rep¨²blica Dominicana, Surinam y Nicaragua¡ª que proh¨ªben esta pr¨¢ctica en cualquier circunstancia.
La mecha del debate que ahora prende en Chile la encendi¨® hace pocas semanas El Salvador. En este pa¨ªs centroamericano la joven Beatriz, de 22 a?os, pele¨® contra el sistema legal para poder poner fin a un embarazo que hac¨ªa peligrar su vida. A pesar de las recomendaciones internacionales ¡ªincluido el pronunciamiento de la Corte Interamericana de Derechos Humanos¡ª no lo logr¨®; aunque los m¨¦dicos le practicaron una ces¨¢rea de emergencia que puso fin a su drama. La hija que esperaba naci¨® sin cerebro y vivi¨® cinco horas, como se hab¨ªa diagnosticado.
La historia de la peque?a Bel¨¦n sali¨® a la luz el jueves, en el noticiero nocturno del canal de la televisi¨®n p¨²blica. Fue la abuela de la menor, que vive en Puerto Montt (a unos 1.000 kil¨®metros al sur de Santiago) quien acudi¨® a la polic¨ªa a denunciar el caso. El supuesto agresor, padrastro de la peque?a, de 32 a?os, ha sido detenido. Sin embargo, a pesar de que ha confesado que mantuvo relaciones sexuales con la peque?a ¡ªalgo, adem¨¢s, penado, porque la ley fija en 14 a?os la edad m¨ªnima para que las relaciones sexuales con una menor se consideren consentidas¡ª, la madre de la ni?a, Pamela Echaura, asegura que estas fueron de mutuo acuerdo entre la menor y el adulto. Y que en ning¨²n caso se trata de una violaci¨®n. ¡°Es una injusticia lo que est¨¢n haciendo contra mi pareja¡±, dijo la mujer tras salir del tribunal el viernes. Sus palabras sirvieron para intensificar a¨²n m¨¢s la pol¨¦mica que vive el pa¨ªs a ra¨ªz del caso, sobre todo en las redes sociales, donde se ha iniciado una fuerte campa?a en favor de la despenalizaci¨®n de la interrupci¨®n voluntaria del embarazo.
¡°El Gobierno est¨¢ en contra de cualquier tipo de aborto¡±, declar¨® el ministro de Salud, Jaime Ma?alich a CNN Chile, quien explic¨® que el Ejecutivo de Sebasti¨¢n Pi?era no es partidario de la despenalizaci¨®n. Ma?alich record¨®, de hecho, que el a?o pasado el Congreso desestim¨® la idea de discutir sobre el tema.
El caldeado debate coincide ahora, adem¨¢s, con el proceso electoral que vive el pa¨ªs, que celebrar¨¢ elecciones presidenciales el pr¨®ximo noviembre; y ha obligado a las autoridades a pronunciarse. Aunque el candidato oficialista, Pablo Longueira, no se ha referido espec¨ªficamente a la pol¨¦mica, otros dirigentes de su partido se han mostrado contrarios a despenalizar esta intervenci¨®n m¨¦dica. A favor de legalizarla en casos de violaci¨®n, riesgo para la salud de la mujer o anomal¨ªas fetales est¨¢ la favorita para ganar las elecciones, la expresidenta Michelle Bachelet, quien dirig¨ªa hasta hace poco ONU Mujeres.
Sin embargo, en abril de 2012 el Senado rechaz¨® tres iniciativas que avanzaban en esa l¨ªnea, y que propon¨ªan la despenalizaci¨®n en esos tres casos. ¡°El Congreso rechaz¨® la idea solo de discutir sobre el tema¡±, recuerda la soci¨®loga Teresa Vald¨¦s, miembro del consejo asesor de ONU Mujeres para Am¨¦rica Latina. Vald¨¦s cree que, ¡°aunque sea terrible¡±, el caso de la menor de Puerto Montt puede ayudar despertar conciencias y lograr respaldos para que el aborto en caso de violaci¨®n sea despenalizado. ¡°Lamentablemente con esto se abre la oportunidad para que el Parlamento vuelva a discutir el tema¡±, dice.
Chile ¡ªuno de los pa¨ªses socialmente m¨¢s conservadores del continente, donde el divorcio se aprob¨® en 2004¡ª, ocupa el puesto 16 en la lista de pa¨ªses de Latinoam¨¦rica con mayor tasa de embarazo juvenil. Seg¨²n los ¨²ltimos datos de la Administraci¨®n de Pi?era, m¨¢s del 12% de los adolescentes de entre 15 y 19 a?os son padres o madres.
Para prevenir los embarazos indeseados, desde el regreso de la democracia en 1990, las normativas se han centrado en charlas en colegios, debido a la presi¨®n expl¨ªcita de grupos conservadores. No obstante, desde 2010 los centros de salud p¨²blica est¨¢n autorizados a suministrar la p¨ªldora de d¨ªa siguiente.
Intervenciones clandestinas
En muchos pa¨ªses de Am¨¦rica los abortos clandestinos son una realidad. Y esta realidad aumenta conforme m¨¢s restrictivas son las leyes, seg¨²n confirma un informe de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud y el Instituto Guttmacher. Las mujeres buscan soluciones desesperadas para poner fin a embarazos no deseados o de riesgo que van desde viajar a pa¨ªses con normativas m¨¢s laxas ¡ªquienes se los pueden pagar¡ª, recurrir al aborto farmacol¨®gico ¡ªcon medicamentos en muchos casos comprados por Internet¡ª o, incluso, a pr¨¢cticas mucho m¨¢s inseguras con comadronas o aborteras, a quienes recurren sobre todo las m¨¢s pobres y las menos formadas.
¡°En Chile es complicado aventurar una cifra exacta de abortos, pues es una pr¨¢ctica oculta que nadie reconoce por miedo a ir a prisi¨®n, aunque diversas fuentes estiman que se realizan entre 160.000 y 180.000 abortos al a?o en diversas condiciones que dependen fundamentalmente del estrato social de la mujer¡±, apunta Natalia Flores, secretaria ejecutiva del Observatorio de G¨¦nero y Equidad, una entidad local que promueve los derechos de las mujeres. IPAS, una organizaci¨®n que lucha contra el aborto inseguro en el mundo, estima la tasa de interrupciones arriesgadas est¨¢ en la regi¨®n americana en 31 por cada mil mujeres.
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