El duelo s¨ª merece (al menos) cuatro d¨ªas
Un dirigente de la patronal espa?ola cuestiona la longitud del permiso por defunci¨®n Otros pa¨ªses estudian ampliarlo Afrontar la p¨¦rdida es un proceso complejo y requiere tiempo y esfuerzo
Pocas declaraciones han generado una reacci¨®n tan un¨¢nime, aunque esta haya sido en contra. Incluso la patronal CEOE se desmarc¨® enseguida de la queja de su responsable de Relaciones Laborales, Jos¨¦ de la Cavada, por los cuatro d¨ªas de permiso que contempla el Estatuto de los Trabajadores para quienes tienen que desplazarse por la muerte de un familiar de primer grado. Para justificarlo, De la Cavada emple¨® la caricatura: ¡°Los viajes ya no se hacen en diligencia¡±, dijo. Lo sostuvo en el marco de la presentaci¨®n de un informe sobre el absentismo laboral. Estos suelen ser pol¨¦micos por los motivos que se contemplan para calcular el absentismo. Sin embargo, nunca hasta entonces, coinciden los expertos consultados, se hab¨ªa puesto el permiso por fallecimiento de un familiar como un ejemplo de ausencia del puesto de trabajo.
El permiso por defunci¨®n est¨¢ regulado en el art¨ªculo 37.3 del Estatuto de los Trabajadores, que prev¨¦ dos d¨ªas por ¡°el nacimiento de hijo y por el fallecimiento, accidente o enfermedad graves, hospitalizaci¨®n o intervenci¨®n quir¨²rgica sin hospitalizaci¨®n que precise reposo domiciliario de parientes hasta el segundo grado de consanguinidad o afinidad¡±. En el caso de que el trabajador requiera desplazarse, el permiso ser¨¢ de cuatro d¨ªas. Es ese supuesto el que critic¨® De la Cavada, al entender que correspond¨ªa a ¡°otro tiempo¡±, puesto que, seg¨²n dijo, los viajes hoy son de una hora.
La CE lo deja en manos de cada Estado porque se trata de ¡°tradiciones¡±
El mensaje de De la Cavada suscit¨®, para empezar, malestar en el seno de la CEOE, que enseguida desautoriz¨® a su dirigente. De ello se encarg¨® el propio presidente, Juan Rosell. ¡°La CEOE no respalda lo que ha dicho ese directivo y su presidente tampoco¡±, sostuvo con rotundidad. El resto de los agentes sociales tampoco tardaron en responder. CC OO calific¨® el argumento de ¡°peregrino e inadmisible¡±, mientras que UGT consider¨® que era necesario reformar un cierto tipo de cultura empresarial que todav¨ªa perduraba. Tambi¨¦n el PSOE, a trav¨¦s de su secretario de Organizaci¨®n, ?scar L¨®pez, asegur¨®: ¡°Ya est¨¢ bien de apretar y estrangular a los trabajadores¡±. Tras el revuelo ocasionado por De la Cavada, este tuvo que pedir ¡°muchas disculpas¡±, pero no rectific¨®. El dirigente de la CEOE consider¨® que hay ¡°hipersensibilidad en algunos temas¡± y asegur¨® que trataba de denunciar el coste que supone el absentismo laboral.
Ni patronal ni sindicatos consideran que los cuatro d¨ªas por fallecimiento sean un problema en el seno de la empresa. No lo es tampoco cuando se negocian los convenios. ¡°No hay ning¨²n problema, es un derecho reconocido en el Estatuto de los Trabajadores. Es m¨¢s, estos acuerdos recogen m¨¢s beneficios para conciliar la vida familiar con la laboral¡±, explica Manel Hern¨¢ndez, socio del despacho de abogados Sagardoy. Hern¨¢ndez considera que muchos convenios recogen que para que el empleado disfrute de m¨¢s d¨ªas debe justificarse una ¡°pernoctaci¨®n¡±. El abogado Jos¨¦ Antonio Gonz¨¢lez, del Col¡¤lectiu Ronda, recuerda que la normativa es ¡°muy de m¨ªnimos¡± y coincide en que los convenios colectivos suelen ¡°mejorar¡± las condiciones que contempla el Estatuto de los Trabajadores. ¡°Es sorprendente, nunca ha supuesto ning¨²n problema. Precisamente, nunca ha sido conflictivo para la patronal¡±, afirma.
De la Cavada atribuy¨® art¨ªculos como el 37.3 del Estatuto de los Trabajadores a una ¡°copia¡± de la ¡°legislaci¨®n del franquismo, superprotectora¡±. Sin embargo, hay pa¨ªses que s¨ª han tenido ¡ªy est¨¢n teniendo¡ª este debate recientemente, precisamente porque su legislaci¨®n es de la d¨¦cada de 1960. Solo que el planteamiento es el inverso. Las leyes extranjeras son muy diversas, y recogen m¨¢s o menos d¨ªas de permiso, remunerados o sin remunerar. En algunos pa¨ªses se estudia ir m¨¢s all¨¢. Es el caso de B¨¦lgica, un pa¨ªs con dimensiones m¨¢s reducidas que Espa?a y, por lo tanto, donde las distancias son todav¨ªa menores. Pues bien, all¨ª se ha planteado ampliar el permiso por defunci¨®n.
Si se dan d¨ªas para dar la bienvenida a un hijo, ?por qu¨¦ no para despedirlo?
La exministra de Empleo belga J?elle Milquet, del Partido de Centro Democr¨¢tico Humanista, plante¨® ya en 2008 y 2010 ampliar el periodo de permiso por la p¨¦rdida de un familiar de los tres d¨ªas que contempla la legislaci¨®n de ese pa¨ªs a 10. Fueron Los Verdes ¡ªEcolo y Groen¡ª los que en febrero de 2011 llevaron una proposici¨®n de ley a la C¨¢mara de los Representantes de B¨¦lgica para ampliar ese permiso. ¡°Dos o cuatro d¨ªas no es suficiente¡±, asegura el diputado federal Wouter De Vriendt, de Groen, que explica que la legislaci¨®n belga es de los a?os sesenta y necesita ¡°una revisi¨®n¡±. ¡°El proceso de duelo es muy complejo y, a menudo, va acompa?ado de sentimientos como el miedo, la culpa, la confusi¨®n o la ira. Se requiere suficiente tiempo y esfuerzo para reanudar la vida laboral y cotidiana¡±, explica el diputado.
Su partido ha propuesto, por tanto, que el periodo de duelo se ampl¨ªe a diez d¨ªas, sueltos o consecutivos, que pueden tomarse en los seis meses siguientes de la muerte del c¨®nyuge o hijo. Para que no tenga un sobrecoste para las empresas, se propuso que los tres primeros d¨ªas corrieran a cargo del empleador, mientras que la Seguridad Social cubrir¨ªa el resto. De Vriendt se?ala que al principio la mayor¨ªa de diputados estuvieron a favor de la medida, pero las pol¨ªticas de austeridad han frenado esa predisposici¨®n. ¡°En realidad, el coste adicional ser¨ªa m¨ªnimo porque la mayor¨ªa de los padres reciben una baja por enfermedad de su m¨¦dico cuando pasan los tres d¨ªas del permiso por duelo¡±, reflexiona el diputado.
La eurodiputada holandesa Frieda Brepoels y el belga Dirk Sterckx llevaron ese debate a Bruselas en 2011 a trav¨¦s de una pregunta parlamentaria. En esa cuesti¨®n, los dos diputados planteaban que la normativa comunitaria establece un m¨ªnimo de d¨ªas de vacaciones anuales y permisos de maternidad. ¡°Sin embargo, el derecho europeo a¨²n no incluye ninguna disposici¨®n relativa al permiso por duelo¡±, se?alaron los dos diputados, que adem¨¢s advirtieron de que hoy hay ¡°enormes discrepancias sobre permisos¡± en los pa¨ªses socios.
La Comisi¨®n respondi¨® que la Directiva de Tiempo de Trabajo tiene como objetivo ¡°reducir los riesgos sobre la salud y la seguridad a los que los trabajadores pueden estar expuestos¡±. La Comisi¨®n a?adi¨® que ¡°no parece que el permiso por duelo pueda justificarse¡± por esas consideraciones, y record¨® que ¡°debe tenerse en cuenta la diversidad de las pr¨¢cticas en los estados miembros¡±, lo cual refleja ¡°diferentes culturas, religiones y tradiciones sociales¡±.
El absentismo laboral por causas ocasionales sigue descendiendo
¡°La Comisi¨®n no tiene previsto presentar una propuesta con el objetivo de introducir un permiso por duelo en la UE¡±, concluy¨®.
Sin embargo, si unos padres, por ejemplo, gozan de permiso para dar la bienvenida a un hijo, ?por qu¨¦ no para despedirlo? ?No tiene ello acaso graves implicaciones para la salud del trabajador? ¡°Estamos hablando de familiares pr¨®ximos. Nosotros tenemos un servicio de duelo y estimamos que es necesario entre una semana y diez d¨ªas para asegurar cierta recuperaci¨®n de la persona afectada. Y luego iniciamos una fase de seguimiento¡±, explica Ricard Cayuela, vicedecano del Colegio Oficial de Psic¨®logos de Catalu?a y experto en psicolog¨ªa de empresa. La reincorporaci¨®n al trabajo tambi¨¦n depende de cada uno. Unos necesitan sentirse reclamados, ¡°incluso ¨²tiles¡±, dice Cayuela. Y otros necesitan esperar. ¡°Lo importante es que puedan decidir¡±, apunta. ¡°En todo caso, la cuesti¨®n es que deben hacerse compatibles acontecimientos vitales con el trabajo¡±, recuerda Manel Hern¨¢ndez.
En el otro lado del Atl¨¢ntico, el permiso va por Estados. El debate fue vivo en California, aunque lo zanj¨® el entonces gobernador Arnold Schwarzenegger cuando vet¨® en dos ocasiones sendos proyectos de ley para introducir un permiso no remunerado de cuatro d¨ªas para los trabajadores que perdieran un familiar. Salvo que la empresa decidiera lo contrario, esos cuatro d¨ªas no iban a abonarse, pero al menos se reservaba el puesto de trabajo del empleado durante el principio del duelo. Schwarzenegger justific¨® su veto en que ya hab¨ªa una mara?a ¡°confusa¡± de leyes en California.
El absentismo laboral, que lleva descendiendo desde el comienzo de la crisis, siempre ha sido el caballo de batalla de la patronal. Y el indicador suele generar pol¨¦mica, porque los sindicatos no aceptan que las organizaciones se valgan de las horas de formaci¨®n o los permisos para conciliar la vida familiar y laboral para cargar las tintas en ese asunto. Sin embargo, nunca se hab¨ªa hecho referencia al permiso por defunci¨®n. La afirmaci¨®n est¨¢ avalada en un punto del estudio que presentaba De la Cavada, elaborado por la empresa de trabajo temporal Adecco. Un apartado de este informe se?ala que los convenios colectivos ampl¨ªan el contenido de los permisos, pero sin a?adir exigencias a lo contemplado por el Estatuto de los Trabajadores, por lo que ¡°puede abrirse un camino hacia el absentismo justificado a trav¨¦s de los permisos retribuidos¡±.
Es la ocasi¨®n para que la empresa est¨¦ con el trabajador
Valls, de Esade
No hay un estudio oficial sobre el absentismo en Espa?a, aunque los que se elaboran desde distintas instituciones coinciden en que las faltas en el puesto de trabajo est¨¢n descendiendo en los ¨²ltimos a?os. Una interpretaci¨®n de la bajada es el miedo a perder el empleo en un contexto de crisis y aumento del paro. El Ministerio de Empleo y Seguridad Social elabora la Encuesta de Coyuntura Laboral, en la que se recoge una estad¨ªstica de las horas no trabajadas por persona y a?o. Los datos provisionales de 2012 arrojan un leve aumento del absentismo, pero el que tiene que ver con ¡°causas ocasionales¡±, en las que se hallar¨ªan las faltas por fallecimiento, tambi¨¦n caen (ver gr¨¢fico). Si bien las horas no trabajadas por permisos remunerados se han incrementado en la ¨²ltima d¨¦cada ¡ªsobre todo por las medidas de conciliaci¨®n que se han ido ampliando e incorporando en los convenios¡ª, en el ¨²ltimo a?o este tiempo que el empleado falt¨® a su puesto de trabajo s¨ª descendi¨®, de 6,2 a 6,1 horas. Las faltas injustificadas se mantuvieron a raya, por debajo de la hora anual por trabajador.
¡°La Organizaci¨®n Internacional del Trabajo define el absentismo laboral como el tiempo que se esperaba que fuera productivo y que por alguna raz¨®n no lo es. Pero siempre depende de lo que se cuente como tal¡±, explica ?ngels Valls, profesora del Departamento de Direcci¨®n de Personas y Organizaci¨®n de Esade. Valls sostiene que el debate abierto por De la Cavada sobre los d¨ªas de fallecimiento est¨¢ ¡°injustificado¡±. Desde un punto de vista global, el impacto que pueda tener esas ausencias sobre la econom¨ªa son m¨ªnimas. Y examinando lo que sucede en cada empresa, dice Valls, es cierto que la empresa debe contar con unas pautas para organizarse, pero tambi¨¦n con la posibilidad de que pueda surgir un imprevisto. ¡°En el ¨¢mbito de la gesti¨®n de las personas, cuando un trabajador sufre un incidente o un imprevisto es justo el momento en el que las organizaciones pueden trabar complicidad con sus trabajadores. Es una oportunidad para estar al lado de las personas, de modo que estas pueden aumentar su motivaci¨®n y su compromiso con la empresa¡±, afirma Valls.
Entonces, ?por qu¨¦ sac¨® De la Cavada ese asunto? Jos¨¦ Antonio Gonz¨¢lez, de Col¡¤lectiu Ronda, opina que la patronal ¡°quiere ver hasta d¨®nde puede llegar¡±. ¡°Es avaricia¡±, remacha. Un directivo de la CEOE que pide anonimato ofrece otro relato. Recuerda que la patronal est¨¢ en proceso de un cambio que debe llegar a la c¨²pula para que refleje la realidad de las bases. Y estas no est¨¢n nada preocupadas por asuntos como los d¨ªas de duelo de los trabajadores o la fiabilidad o no de las estad¨ªsticas de paro, sino por tener acceso al cr¨¦dito, una fiscalidad que no les perjudique y un marco que favorezca la salida de la crisis.
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