Al CSIC se le acaba la hucha
El mayor organismo investigador de Espa?a acumula cinco a?os de d¨¦ficit - Los fondos estatales dedicados a la I+D se han reducido un 40% desde 2009
La ciencia en Espa?a retrocede. Ni siquiera el buque insignia de la I+D+i espa?ola, el Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), se salva. La ca¨ªda de la inversi¨®n p¨²blica en I+D es del 40% desde 2009, y al CSIC se le ha vaciado la hucha. Desde ese a?o est¨¢ en n¨²meros rojos, una contradicci¨®n jur¨ªdica para un organismo que, sobre el papel, no puede tener p¨¦rdidas, como ha dicho su presidente Emilio Lora-Tamayo. Otros a?os el organismo ha tirado de sus reservas para cuadrar sus cuentas. Pero estas ya no dan m¨¢s de s¨ª. Para 2013 se espera un descuadre de 102 millones, y la ¨²nica fuente de ingresos a la que le queda por recurrir es el Ministerio de Econom¨ªa y Competitividad (Mineco) que dirige Luis de Guindos. Lo malo es que este solo asegura 75 millones (25 que ya ha dado y 50 que tienen que llegar en el tercer trimestre). ¡°Setenta y cinco millones es una cantidad extremadamente importante¡±, ha dicho la secretaria de Estado de Investigaci¨®n, Carmen Vela. Quedan 25 millones por cubrir. Y ah¨ª el ministerio no sale de las promesas: ¡°No lo vamos a dejar caer¡±. Pero no se concreta c¨®mo. En este escenario, la opci¨®n de Lora-Tamayo de tirar de los ¨²ltimos ahorros de los grupos de investigaci¨®n (los remanentes) parece la ¨²nica que queda.
El CSIC es un mastodonte con presencia en casi todas las comunidades. Cuenta con 135 institutos entre propios y conjuntos (con comunidades, universidades). En 2011, ¨²ltimo a?o en que su web da cifras, empleaba a 14.050 personas. Trabaja en casi 4.000 proyectos (3.628 en 2011), y es el primer productor de art¨ªculos cient¨ªficos de Espa?a (el 19% del total). En 2011 fueron 12.420 los publicados en revistas indexadas.
Su caso es solo el s¨ªntoma m¨¢s palpable de una situaci¨®n general. La inversi¨®n p¨²blica en I+D se ha reducido en un 13,7% (en subvenciones) solo en el ¨²ltimo a?o. La ¨²ltima convocatoria para proyectos de investigaci¨®n del Plan Nacional de I+D+i, de diciembre de 2012, fue resuelta a finales de enero de 2013, pero los investigadores que obtuvieron esos fondos competitivos acaban de recibir el dinero. El colectivo Carta por la Ciencia denuncia adem¨¢s, la ¡°paralizaci¨®n de todas las convocatorias del Plan Nacional 2013¡±.
En este desmantelamiento gradual el n¨²mero de nuevas plazas estables en los organismos p¨²blicos de investigaci¨®n (OPI) ha pasado de 681 en 2007 a 15 (cinco para el CSIC) en 2013, para toda Espa?a, y los investigadores que se jubilan no son reemplazados. ¡°Los programas de contrataci¨®n de j¨®venes investigadores sufren reducciones del 30% o superiores. Podemos destacar los contratos Ram¨®n y Cajal, investigadores de destacada experiencia internacional y prestigio en su campo, que se recuperaron del ¨¦xodo con promesas incumplidas de estabilizaci¨®n para ahora volverlos a expatriar¡±, se?alan los firmantes de la Carta por la Ciencia. Pero no solo se pierde dinero.
Si no llega ayuda ministerial, solo queda tirar de las reservas
El CSIC, de alguna manera, hab¨ªa pretendido estar al margen de este desastre. De hecho, de 2008 a 2011 aument¨® tanto el n¨²mero de institutos como el de personal. Y eso que el mayor recorte de las aportaciones del ministerio, como ha recalcado Lora-Tamayo, se dio entre 2009 y 2010, siendo ministra de Investigaci¨®n Cristina Garmendia. De golpe, el Consejo recibi¨® del Gobierno 129 millones menos, un descenso del 22,6%. Pero aquel traspi¨¦ se pudo compensar en parte porque los otros fondos, los que llegan por contratos, proyectos o acuerdos con fundaciones aumentaron en 79 millones. Incluso fuentes del organismo afirman que el ministerio dio instrucciones de que no saltara la alarma.
Aquel espejismo no ha podido mantenerse. Entre 2010 y 2013 las aportaciones del ministerio han ca¨ªdo (sin contar los ¨²ltimos 25 millones) apenas un 7,4%, pero los recursos propios, los que consiguen los grupos de investigaci¨®n, se han desplomado un 48%. Adem¨¢s, los gastos no se redujeron en la misma medida. Seg¨²n las cuentas del CSIC, desde 2008 ¡ª¨²ltimo a?o con beneficios¡ª a 2013 lo han hecho un 17,9%, mientras los ingresos bajaban un 32%.
La contrataci¨®n de personal est¨¢ limitada por ley: cinco este a?o
Llegados a este punto, los investigadores se palpan las costuras. Annie Machordom dirige un grupo que se dedica al an¨¢lisis de la biodiversidad en el Museo de Ciencias Naturales de Madrid. Su equipo logr¨® hace un a?o un ¨¦xito reconocido, la reproducci¨®n en cautividad de una lapa, la Patella ferruginea, end¨¦mica del Mediterr¨¢neo y en peligro de extinci¨®n. Tiene una decena de personas a su cargo, y una situaci¨®n que puede considerarse el modelo de lo que est¨¢ sucediendo.
¡°Me quedan menos de 5.000 euros de un proyecto, y ten¨ªa 30.000 guardados de otros a?os, pero me han dicho que estos ¨²ltimos no los puedo usar¡±, cuenta Machordom. La mayor¨ªa de los grupos ¡ªo, por lo menos, los que se mueven y tienen prestigio¡ª tienen otros ingresos: cursos, publicaciones, patentes, contratos con empresas o patrocinios de fundaciones. Son los famosos remanentes que quiere usar Lora-Tamayo para aguantar el a?o (con la promesa de devolverlos tras estudiar caso a caso y cuando se pueda).
Machordom no sabe c¨®mo va a ir a Chafarinas a estudiar lapas
La idea no gusta, informa Alicia Rivera. ¡°Utilizando las met¨¢foras financieras al uso, en esta crisis de gesti¨®n del CSIC, es a los ahorradores, que han sido las v¨ªctimas de la mala gesti¨®n, a quien se pide que rescate a los bancos (a la instituci¨®n)¡±, dice Luis Sanz, director del Instituto de Politicas y Bienes P¨²blicos del CSIC. ¡°Los investigadores llevan arrimando el hombro desde hace m¨¢s de seis a?os: primero con recortes, luego con la cofinanciaci¨®n de las convocatorias p¨²blicas. Si llega la confiscaci¨®n definitiva de los fondos remanentes se habr¨¢ quebrado el principio de justa confianza, que es la base del funcionamiento del buen gobierno, del mercado y de la sociedad¡±, a?ade. ¡°Ning¨²n investigador querr¨¢ desarrollar su investigaci¨®n en una instituci¨®n que les pide que se esfuercen en conseguir recursos, si en el pasado los recursos han sido confiscados por las autoridades¡±.
Estos remanentes ¡°se generan cuando hay dinero no finalista¡±, explica Machordom. En su caso, por ejemplo, de un curso a extranjeros. ¡°Por ejemplo, yo lo usaba cuando llegaban becarios hasta que les adjudicaban a un proyecto¡±, dice. ¡°Pero con 5.000 euros que me quedan, poco puedo hacer¡±. La investigadora ve con preocupaci¨®n la llegada de la pr¨®xima campa?a de trabajo sobre el terreno. En su caso, para estudiar las lapas deben desplazarse hasta las islas Chafarinas. ¡°No tengo ni para dietas¡±. Tiene la suerte de que eso es en noviembre, y que, a lo mejor, para entonces la situaci¨®n est¨¢ m¨¢s clara.
Los paleont¨®logos ven amenazada la campa?a de este verano
Y si su caso es complicado, ¡°imagina lo que pasa con los paleont¨®logos¡±, dice. Para estos cient¨ªficos, la temporada de trabajo en el campo es el verano, cuando el buen tiempo permite trabajar en las excavaciones, recoger las muestras que luego se estudian durante el invierno.
La falta de dinero amenaza con parar ya los proyectos. ¡°Lo que me preocupa es el trabajo de la gente, personas que tienen que acabar la tesis este a?o¡±. Si no lo logran, o lo consiguen en peores condiciones (porque no puede viajar, porque ahorran en pruebas o estudios) eso les lastrar¨¢ toda la vida, mermar¨¢ su posibilidad de conseguir buenos contratos despu¨¦s, explica la directora de investigaci¨®n. Pero tiene m¨¢s implicaciones. Por ejemplo: ¡°No puedes ir a congresos, que es cuando ves a los colegas, intercambias experiencias. Pierdes oportunidades¡±, dice Machordom. Eso s¨ª, los salarios de los trabajadores est¨¢n garantizados. ¡°Pero se da el absurdo de que puedes estar pagando a gente que no puede hacer nada, que los tienes mano sobre mano¡±, se queja la investigadora.
El Consejo ya tuvo una crisis en la Transici¨®n, pero sali¨® reforzado
En la variopinta amalgama que es el CSIC (o, de manera m¨¢s amplia, el mundo de la investigaci¨®n en Espa?a), hay quienes salen peor parados que otros. ¡°A nosotros no nos ha podido sacar el dinero¡±, casi se jacta desde Cambridge, donde est¨¢ de semestre sab¨¢tico Pere Puigdom¨¨nech, exdirector del Centro de Investigaci¨®n Agrigen¨®mica. ¡°Ello se debe a que somos un consorcio, y tenemos administraci¨®n propia¡±. El CSIC solo aporta un 40% de sus fondos. Pero eso no quiere decir que no noten los recortes. ¡°Hemos recuperado a una docena de investigadores que estaban fuera con contratos Ram¨®n y Cajal, y luego los consolid¨¢bamos. Ahora no vamos a poder. Se ha reducido el acceso a becas, a equipamiento¡±, dice Puigdom¨¨nech.
Victoria Moreno, directora del Instituto de Investigaci¨®n en Ciencias de la Alimentaci¨®n, intenta ser optimista. Su organismo es mixto, ¡°dos tercios del CSIC y un tercio de profesores de la Universidad Aut¨®noma de Madrid¡±. ¡°Hay preocupaci¨®n, pero hoy [el viernes] hemos estado viendo nuestra hoja de ruta. De momento no vamos a paralizar actividades, aunque vamos a priorizarlas y a mirarlas con lupa¡±. El instituto es nuevo (tiene unos tres a?os), pero grande (150 trabajadores). ¡°De momento, tenemos garantizada la n¨®mina de los contratados de aqu¨ª a septiembre. La inyecci¨®n de junio [los 25 millones del ministerio] nos ha venido muy bien. Pero necesitamos otra, porque no hay plan b¡±, dice Moreno.
La estructura plurianual de los proyectos no encaja con la burocracia
En el fondo, casi todos conf¨ªan en que va a haber una soluci¨®n. ¡°La no disponibilidad temporal de los remanentes (una moratoria voluntaria en su uso en el marco de las restricciones de tesorer¨ªa negociadas) podr¨ªa ser una soluci¨®n de compromiso¡±, indica Luis Sanz, siendo muy concreto.
Pero puede ser un parche a falta de una reorganizaci¨®n del sistema. ¡°El CSIC ya estuvo a punto de desaparecer durante la Transici¨®n¡±, recuerda Emilio Mu?oz, vinculado durante a?os al organismo del que fue director entre 1988 y 1991. ¡°Pero entonces el PSOE descubri¨® dos instituciones: la Guardia Civil y el CSIC¡±, dice con sorna.
El problema, seg¨²n Mu?oz, es que se trata de una organizaci¨®n que resulta ¡°un cuerpo extra?o ¡ªo, ahora que est¨¢ tan de moda, un verso suelto¡ª en la Administraci¨®n¡±. ¡°La burocracia del ministerio no entiende que la ciencia funciona con proyectos plurianuales. Los t¨¦cnicos ignoran lo que es. Para dirigir la pol¨ªtica cient¨ªfica hay que saber mucho. En ¨¦poca de bonanza se ha mantenido un gigante con pies de barro, pero yo veo la situaci¨®n muy mal. Cuando te recortan una vez el presupuesto nunca lo vuelves a recuperar¡±, a?ade.
Visto desde fuera, la investigadora Almudena Ramiro, que ahora est¨¢ en el Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), cree que la situaci¨®n ¡°es tremenda¡±.?Ramiro pas¨® parte de su carrera en el CSIC, y tiene muchos compa?eros en el Consejo. ¡°Los proyectos necesitan continuidad. Tengo compa?eros que no pueden comprar materiales. Acaban de pagar los proyectos de 2012, pero todav¨ªa no han salido los de 2013. Y no hablamos de mucho dinero. El Plan Nacional de Biomedicina tuvo 47 millones en 2008; en 2012 ha bajado a 37 millones. As¨ª no se puede dar continuidad a los proyectos¡±.
¡°Lo grav¨ªsimo es que no entran proyectos nuevos¡±, dice Puigdom¨¨nech. ¡°Y que el CSIC est¨¢ envejeciendo muy mal¡±, a?ade. El a?o pasado ya hubo un peque?o corralito, ¡°pero fue de unos d¨ªas¡±, se?ala Machordom.
¡°La situaci¨®n para la presidencia es muy dif¨ªcil, porque tiene las manos atadas. La ley de Agencias no se est¨¢ aplicando, y nunca se aprob¨® un contrato de gesti¨®n. Se est¨¢n tomando medidas desesperadas¡±, a?ade Puigdom¨¨nech. Y concluye: ¡°Lo peor es que no hay un compromiso por parte de nadie para una financiaci¨®n plurianual¡±.
En esta situaci¨®n, la inyecci¨®n de 25 millones se ha convertido en un s¨ªmbolo. Quiz¨¢ la salvaci¨®n de una instituci¨®n que a¨²n es un referente. Pero que puede perder esa posici¨®n.
?Los investigadores han denunciado la ¡°paralizaci¨®n de todas las convocatorias del Plan Nacional 2013¡± del Gobierno para proyectos de I+D. / jes¨²s uriarte
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