Fern¨¢ndez Olalla: ¡°La protecci¨®n de testigos es insuficiente para la trata¡±
La fiscal afirma que ¡°hay que educar y concienciar¡± sobre el tr¨¢fico de personas. ¡°Hay absoluta tolerancia. Eso indica el desprecio hacia el g¨¦nero femenino¡±
Hace d¨¦cadas no hab¨ªa concienciaci¨®n sobre el alcance de la violencia de g¨¦nero, del peligro de las drogas o de conducir bajo los efectos del alcohol. Gracias a sucesivas campa?as por parte de Gobiernos o de asociaciones, la informaci¨®n existe ahora en Espa?a. Patricia Fern¨¢ndez Olalla, fiscal adscrita al fiscal de sala coordinador de Extranjer¨ªa de la Fiscal¨ªa General del Estado, considera que la misma l¨®gica se debe aplicar en el caso de la trata de personas que despu¨¦s son explotadas sexualmente: esas campa?as p¨²blicas son necesarias por parte de los medios de comunicaci¨®n y de las distintas instituciones, incluido el poder judicial, y deben llevar a la sensibilizaci¨®n sobre la gravedad del problema. Fern¨¢ndez Olalla ha se?alado otras dos reformas que considera necesarias con tal de erradicar la trata en su charla Migraci¨®n y v¨ªctimas. Protecci¨®n Integral en la trata de personas en riesgo de exclusi¨®n social en los cursos de la Universidad Internacional Men¨¦ndez Pelayo (UIMP): la del c¨®digo penal, con el fin de que haya una persecuci¨®n efectiva del proxenetismo, y la del sistema de protecci¨®n de testigos que existe en la actualidad en Espa?a.
Fern¨¢ndez Olalla ha afirmado que debe existir m¨¢s voluntad y ¡°menos miedo y tibieza¡± a la hora de perseguir este delito de gran gravedad, ya que ¡°hay detr¨¢s organizaciones criminales¡±. ¡°Ante un pobre desgraciado que roba con una navaja no hay ninguna duda. ?Por qu¨¦ en este caso?¡±, se ha preguntado. As¨ª, la fiscal ha animado a un esfuerzo colectivo por parte del poder judicial, desde jueces, fiscales, forenses o personal de gesti¨®n, para atacar la trata. Adem¨¢s, ha agregado, son imprescindibles medidas de car¨¢cter educativo ¡°con dinero p¨²blico¡± que sirvan para desalentar la demanda, adem¨¢s de que desaparezcan los anuncios de contactos de los grandes medios. ¡°Hay absoluta tolerancia en esta materia. Para m¨ª indica claramente el desprecio que existe hacia el g¨¦nero femenino¡±.
En la piel de las v¨ªctimas
Muchas mujeres captadas por redes de trata no conf¨ªan en la polic¨ªa ¡°porque piensan que es corrupta¡±, apunta Patricia Fern¨¢ndez Olalla. ¡°Esa es la idea que le transmiten sus captores, aunque tambi¨¦n responde a la experiencia que han tenido en sus pa¨ªses¡±. El recelo es uno de los obst¨¢culos, pero hay otros muchos a la hora de que las v¨ªctimas colaboren con las autoridades, a pesar de que la ley abre la posibilidad de residencia y de trabajo, de exenci¨®n de responsabilidad y el retorno asistido a los pa¨ªses de origen.
¡°Las mujeres pueden pensar que no les compensa. ?Qu¨¦ obtengo a cambio de jugarme el pellejo? ¡±, ha apuntado la fiscal con respecto a m¨¢s razones que bloquean a las v¨ªctimas, adem¨¢s de que consideren que el soporte legal no les es suficiente o ¡°haya traumas internos¡±. En ciertos casos, las v¨ªctimas no se perciben a s¨ª mismas como tales porque es sus lugares de origen han sufrido situaciones peores. ¡°A veces, es dif¨ªcil explicarles que en Espa?a hay derechos irrenunciables¡±.
La fiscal aboga por escucharlas con especial comprensi¨®n, aunque sus declaraciones ¡°sean err¨¢ticas¡± o se desdigan. ?Y el grado de colaboraci¨®n? Fern¨¢ndez Olalla opina que se debe medir con un rasero diferente, esto es, hay que tener en cuenta lo que la v¨ªctima pueda contar, no lo que la autoridad piense que es informaci¨®n ¨²til, dada con pelos y se?ales. ¡°Pueden haber una motivaci¨®n tras su declaraci¨®n. No necesariamente est¨¢n mintiendo¡±. As¨ª, para la fiscal, puede hablarse de colaboraci¨®n ¡°cuando parece haber solidez y honestidad¡±.
Alrededor de un 16% de mujeres explotadas sexualmente se acoge al periodo de reflexi¨®n de un mes, prorrogable a otro, al que tienen derecho antes de decidir si desean colaborar con la polic¨ªa. Fern¨¢ndez Olalla piensa que esta cifra a la que apunta, ¡°no inferior a las de otros pa¨ªses¡±, denota una desconfianza b¨¢sica ante la justicia o la polic¨ªa. Aunque afirma que en Espa?a se dan los instrumentos adecuados para que las mujeres que escapan a la explotaci¨®n se puedan reintegrar, asegura tambi¨¦n que el sistema de protecci¨®n de testigos funciona de forma ineficaz y es ¡°muy dom¨¦stico¡±. El miedo a las represalias explica por una parte que las v¨ªctimas no se animen a declarar. El abogado de la defensa puede solicitar que se le revele la identidad de la denunciante. ¡°Esto no tiene mucha vuelta de hoja, cualquier persona tiene derecho a saber qui¨¦n le denuncia¡±, ha apuntado Fern¨¢ndez Olalla. Sin embargo, hay avances t¨¦cnicos ¡°que con una dosis de imaginaci¨®n permiten articular otros medios para proteger a los testigos¡±. Por ejemplo, esto sucede en la actualidad: ¡°A veces se borran con tippex los datos que no deben aparecer en la causa penal¡±.
Las interpretaciones realizadas por la Sala Segunda del Tribunal Supremo han sido, seg¨²n Fern¨¢ndez Olalla, una r¨¦mora para la lucha contra el proxenetismo, que vive, ha afirmado, ¡°en impunidad¡±. ¡°Antes de penalizar al cliente, hay que penalizar al intermediario, a quien se lucra, y as¨ª lo establece el C¨®digo Penal¡±. No obstante, el Tribunal Supremo ¡°ha echado por tierra esto¡± al basarse en distinciones ¡°entre quien obliga y quien se lleva el dinero¡±, adem¨¢s de otras diferenciaciones entre ganancia aislada, directa, o por ejemplo, que se d¨¦ conocimiento de la situaci¨®n de explotaci¨®n de las mujeres en los burdeles.
¡°Se ha recorrido un largo camino y hay que transmitir un mensaje positivo¡±, ha concluido Patricia Fern¨¢ndez Olalla. ¡°Pero queda una larga tarea por delante¡±.
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