El carb¨®n seca China
Un proyecto piloto para convertir el mineral en diesel est¨¢ agotando los recursos hidrol¨®gicos Es parte de un plan que podr¨ªa provocar una grave crisis ecol¨®gica en todo el pa¨ªs.
Iba a suponer el comienzo de una nueva era en la industria del carb¨®n de China. El proyecto piloto de la minera estatal Shenhua en Ulan Moron, localidad de la provincia de Mongolia Interior, estaba dise?ado para obtener diesel a trav¨¦s de la licuefacci¨®n del carb¨®n ¡°con un bajo consumo de agua y cero vertidos t¨®xicos¡±. Pero Greenpeace, en la primera investigaci¨®n que una ONG internacional lleva a cabo sobre los desmanes de una empresa estatal china, ha descubierto que la empresa, que se hace llamar ¡®verde¡¯ y que ocupa el puesto 178 en el selecto club de Fortune 500, miente.
¡°De hecho, hemos demostrado que el proyecto es extremadamente da?ino para los recursos hidrol¨®gicos de la regi¨®n, y que si se expande como est¨¢ previsto, puede provocar una crisis a gran escala¡±, explica a EL PA?S la responsable del informe, Deng Ping. No en vano, el decimosegundo plan quinquenal del gobierno central contempla la construcci¨®n de 16 nuevos n¨²cleos industriales de extracci¨®n de carb¨®n y de producci¨®n de sus derivados, imprescindibles para responder a las necesidades energ¨¦ticas provocadas por el r¨¢pido crecimiento econ¨®mico del pa¨ªs. ¡°Pero eso supondr¨ªa consumir 10.000 millones de metros c¨²bicos de agua, una cuarta parte del caudal del R¨ªo Amarillo¡±, asegura Deng. Si la situaci¨®n perdura, en provincias mineras clave, como Shaanxi, la industria del carb¨®n, mineral del que China obtiene en torno al 70% de sus necesidades energ¨¦ticas, podr¨ªa quedarse sin agua suficiente para operar en 2015.
Por esa raz¨®n, y despu¨¦s de meses de trabajo sobre el terreno, Greenpeace exige a Pek¨ªn que detenga la actividad de Shenhua en Ulan Moron y que, hasta que se encuentre una soluci¨®n, no conceda m¨¢s licencias al centenar de proyectos similares que est¨¢ en lista de espera. ¡°Porque hemos descubierto que el nivel del principal lago del lugar, el Subeinaoer, ha perdido un 62% de la superficie inundada. La culpa es de los 22 pozos de 300 metros de profundidad que la empresa ha horadado en Haolebaoji para extraer el l¨ªquido que necesita. Hacen falta m¨¢s de 4 toneladas de agua para producir una tonelada de producto final¡±, explica Deng.
El informe de Greenpeace detalla que, como consecuencia de esta explotaci¨®n, el nivel de los acu¨ªferos subterr¨¢neos ha descendido en 100 metros, ha desaparecido gran parte de la vegetaci¨®n, y el medio de vida de los agricultores y ganaderos del lugar est¨¢ en peligro. ¡°Adem¨¢s, nuestros an¨¢lisis han determinado que no solo se est¨¢n vertiendo aguas t¨®xicas tras el proceso de producci¨®n, sino que su volumen podr¨ªa alcanzar las 4,79 millones de toneladas al a?o¡±, a?ade Deng.
Por si fuese poco, la organizaci¨®n ecologista ha examinado los documentos y las licencias oficiales del proyecto y acusa a Shenhua de haber estado extrayendo agua de forma ilegal entre mayo de 2006 y enero de 2008. ¡°Fue entonces cuando recibieron la licencia para hacerlo, pero es evidente que haberse saltado la ley no ha tenido ninguna consecuencia para la empresa¡±, denuncia Deng. ¡°Al fin y al cabo, el problema de fondo est¨¢ en la combinaci¨®n de compa?¨ªas que buscan beneficios a corto plazo y gobiernos, sobre todo regionales, que ¨²nicamente piensan en el crecimiento del PIB¡±.
Ni Shenhua, la compa?¨ªa que m¨¢s carb¨®n extrae en el mundo, ni el departamento medioambiental del Gobierno han querido responder a las acusaciones hechas por Greenpeace en este estudio, que ha sido bloqueado en China. Todas las referencias a los datos proporcionados por la ONG han sido borradas en Internet y en las redes sociales, y la petici¨®n oficial de este periodista para una entrevista ha quedado sin respuesta. ¡°Pero censur¨¢ndonos no arreglan un problema que terminar¨¢ estallando¡±, sentencia Deng.
No obstante, la nueva hornada de dirigentes chinos asegura que entre sus prioridades est¨¢ el respeto por el medio ambiente. Hace unos d¨ªas el Partido Comunista anunci¨® un ambicioso plan dotado con 2.000 millones de euros para combatir la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica y reducir las emisiones nocivas en un 25% durante el pr¨®ximo lustro. Y tambi¨¦n se han puesto en marcha ambiciosos proyectos que buscan poner coto a la poluci¨®n de r¨ªos y acu¨ªferos subterr¨¢neos, que est¨¢n gravemente contaminados en un 64%. La contaminaci¨®n del suelo, por su parte, sigue siendo secreto de Estado.
Es evidente que la necesaria transformaci¨®n del modelo econ¨®mico de China es m¨¢s lenta que el da?o ecol¨®gico que provoca el desequilibrio entre desarrollo y conservaci¨®n medioambiental. As¨ª, el pa¨ªs que m¨¢s contamina del mundo se enfrenta a retos monumentales. ¡°La resistencia a adoptar nuevas tecnolog¨ªas limpias y energ¨ªas renovables suele basarse en la carest¨ªa de este proceso de modernizaci¨®n¡±, analiza Deng. ¡°Pero no actuar a tiempo nos va a salir a todos mucho m¨¢s caro que hacerlo antes de que el da?o sea irreversible. Y ese momento est¨¢ cada vez m¨¢s cerca¡±.
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