Hilda, ¡°absolutamente inocente¡±

Hilda est¨¢ ¡°feliz¡±. Utiliza esa palabra, tan llana, breve, y sonr¨ªe por primera vez en toda la ma?ana. Minutos antes y flanqueada por las abogadas y la directora general del Grupo de Informaci¨®n en Reproducci¨®n Elegida (GIRE), esta mujer de 22 a?os comparec¨ªa ante los medios para anunciar que el Supremo de Justicia de San Luis Potos¨ª acaba de revocar la sentencia de un a?o de prisi¨®n en su contra por el delito de aborto. El alto tribunal del estado norte?o la ha absuelto al considerar que no hay pruebas que demuestren su responsabilidad en los hechos. ¡°No estoy nerviosa¡±, asegura a la reportera, pero semeja tensa.

La pesadilla de esta joven mexicana, sin apellido p¨²blico pero que da la cara ante la prensa, comenz¨® hace cuatro a?os, cuando acababa de cumplir los 18. Acudi¨® a un hospital con una hemorragia y la doctora le hizo muchas preguntas antes de atenderla. Seg¨²n relata, la oblig¨® a que le contara qu¨¦ hab¨ªa sucedido para empezar a tratarla. Hilda confes¨® un aborto inducido y la m¨¦dico le dijo que deb¨ªa dar parte. De la cl¨ªnica la polic¨ªa la llev¨® a comisar¨ªa ¡°semidesnuda, solo con una bata¡±. Rindi¨® declaraci¨®n, pas¨® una noche encerrada y la dejaron libre tras pagar la fianza. ¡°Nadie me inform¨® de nada, de que yo estaba en un proceso, de que deb¨ªa buscar abogado. Nada¡±, cuenta ahora. Dos a?os despu¨¦s, Hilda fue acusada de aborto y posteriormente condenada a un a?o de c¨¢rcel. ¡°Los m¨¦dicos del hospital me juzgaron y los medios de comunicaci¨®n locales me llamaron asesina¡±. Hoy, tras la sentencia emitida el pasado viernes por el tribunal, se siente ¡°absolutamente inocente¡±, con ganas de recuperar ¡°tanto tiempo perdido¡±, aunque las abogadas estudian una demanda por reparaci¨®n de da?os. De ojos color caf¨¦, cabello oscuro y vestida con playera y pantal¨®n de mezclilla, la joven prefiere no revelar m¨¢s detalles de su vida: ¡°Tengo a alguien por quien luchar y solo quiero que todo esto termine¡±. Hilda aclara que le apetece cuidar de su familia y, si es posible, seguir estudiando. ¡°Computaci¨®n¡±, dice con seguridad ya lejos de las c¨¢maras.

En relaci¨®n a los hechos que dieron origen a su proceso declara que ¡°no cambiar¨ªa¡± nada de lo que hizo: ¡°Solo hubiese querido que me ofrecieran una atenci¨®n diferente en el hospital, especializada¡±. En este sentido, la directora general de GIRE, Regina Tam¨¦s, asegura que como Hilda son muchas las mujeres que llegan con una hemorragia a las cl¨ªnicas. ¡°Las razones de estas cambian. Lo que no var¨ªa es el trato del personal de salud, que a menudo decide considerarlas sospechosas por el delito de aborto¡±. GIRE, quien celebra la sentencia del tribunal, reclama a las autoridades que tomen medidas para evitar la persecuci¨®n de las mujeres en estos contextos. ¡°Sabemos que hemos ganado una batalla, pero nos quedan muchas pendientes¡±, asegura la directora de la asociaci¨®n que se ha encargado de la defensa en el proceso.

¡°En GIRE hay documentados 25 casos similares a los de Hilda en los ¨²ltimos dos a?os¡±. Regina Tam¨¦s asegura que entre 2009 y 2011 679 mujeres fueron denunciadas en toda la Rep¨²blica por abortar ¡°un incremento sustantivo en el pa¨ªs en relaci¨®n con los ¨²ltimos a?os¡±. La directora explica que la gran mayor¨ªa de estas mujeres re¨²ne una serie de caracter¨ªsticas similares: pocos recursos econ¨®micos e informativos, el personal hospitalario es quien las denuncia, ellas aseguran que han sido presionadas para ofrecer confesiones que las autoincriminan, son maltratadas f¨ªsica y verbalmente por el personal m¨¦dico y durante el proceso no cuentan con representaci¨®n legal.

En M¨¦xico el aborto libre hasta las doce semanas solo est¨¢ permitido en el Distrito Federal. Otros 31 estados lo restringen en sus legislaciones. En el caso del Estado de San Luis Potos¨ª, gobernado por el pri¨ªsta Fernando Toranzo Fern¨¢ndez desde 2009, cirujano que durante su labor como diputado local (entre 2000 y 2003) presidi¨® la Comisi¨®n de Salud y Asistencia Social, la constituci¨®n recoge que la interrupci¨®n del embarazo solo est¨¢ permitida en los casos en que este sea producto de una violaci¨®n, una inseminaci¨®n indebida o que ponga en peligro la vida de la madre. Adem¨¢s, el 15% de las muertes maternas en el Estado corresponden a mujeres que fallecen en la v¨ªa p¨²blica, ha denunciado GIRE.