¡®Hu¨¦rfano¡¯ por decisi¨®n consular
Espa?a deniega la reunificaci¨®n de un ni?o cubano con su madre en Madrid El padre, que vive en Miami y no lo ha visto en siete a?os, se opone
Tenga quien tenga raz¨®n, el que permanece sin los cuidados de su madre o de su padre, el que pierde, es el ni?o. Harold Manuel de la Pi?a, de nueve a?os, tendr¨¢ que permanecer en Cuba con sus abuelos maternos. Su madre, Tatiana Gonz¨¢lez, divorciada del padre del menor, se ha casado en segundas nupcias con un espa?ol y reside y trabaja en Madrid. La mujer reclam¨® en junio de 2012 para el ni?o un visado de reunificaci¨®n familiar para tra¨¦rselo a Espa?a, pero el consulado general de Espa?a en La Habana se lo deneg¨®. El motivo es que el padre, que abandon¨® Cuba cuando el ni?o ten¨ªa apenas dos a?os para emigrar a Miami (EE UU), se ha opuesto a que Harold viaje a Espa?a con su madre. Tatiana y su esposo Rafael ¡ªy tambi¨¦n la Justicia cubana, que no pone obst¨¢culos a su desplazamiento a Madrid¡ª aseguran que el progenitor no ha vuelto a ver a su hijo desde que se march¨® ni le ha mandado dinero para su manutenci¨®n desde entonces.
La madre present¨® un acta notarial de cuya validez duda el c¨®nsul
Tatiana, m¨¦dico de profesi¨®n que en Espa?a trabaja en una cl¨ªnica de est¨¦tica, se divorci¨® de su exmarido cubano en diciembre de 2004, seis meses despu¨¦s del nacimiento de Harold. El tribunal le concedi¨® a ella la guarda y custodia del ni?o y autoriz¨® al padre, Irey de la Pi?a, a visitarlo en el domicilio de esta ¡°cada vez que pueda y su profesi¨®n se lo permita¡±. Dos a?os despu¨¦s, en 2006, el padre emigr¨® a Estados Unidos dejando a Harold con su madre en Cienfuegos (Cuba). Tatiana se volvi¨® a casar con Rafael Ad¨¢mez, su actual esposo, un guardia de seguridad espa?ol de 37 a?os, en 2009, pero hasta octubre de 2011 no se reuni¨® con ¨¦l en Madrid. Poco tiempo despu¨¦s inici¨® los tr¨¢mites para traer a su hijo a Espa?a. Mientras, Harold qued¨® al cuidado de sus abuelos maternos. Hace ya casi dos a?os que lo est¨¢.
¡°Si no le dejan venir, vuelvo a mi pa¨ªs¡±
¡°Si no le dan el visado, me tendr¨¦ que volver a Cuba. No queda otro remedio porque no voy a estar yo aqu¨ª y ¨¦l all¨¢¡±. Tatiana, la madre de Harold, m¨¦dico generalista de 36 a?os, no entiende el ¡°limbo¡± en el que las decisiones del consulado de Espa?a en La Habana y de la justicia cubana la han situado. A ella y a su marido espa?ol, Rafael (37). Tampoco comprende por qu¨¦ tiene tanto peso en el proceso de concesi¨®n del visado la opini¨®n de un padre que jam¨¢s se ocup¨® del ni?o. ¡°Dice que no da su autorizaci¨®n porque no conoce las condiciones en las que el ni?o va a vivir en Espa?a, como si alguna vez en todos estos a?os se hubiera interesado por la situaci¨®n en la que se encuentra en Cuba¡±, a?ade la progenitora.
¡°Tenemos un piso con dos habitaciones, la nuestra y la del ni?o, que ya est¨¢ preparada. Y, entre los dos, traemos a casa unos 3.500 euros al mes, as¨ª que tenemos m¨¢s que suficiente para vivir los tres juntos¡±, prosigue Tatiana. Desde que dej¨® Cienfuegos, hace ahora casi dos a?os, la madre asegura que manda cada mes 500 euros para el ni?o y sus abuelos, que se encargan de ¨¦l, adem¨¢s de dos paquetes al a?o con ropa y otros objetos de primera necesidad para todos.
Tanto la madre como los profesores del ni?o en Cuba y una psiquiatra que actu¨® como perito durante el juicio en el que trataron sin ¨¦xito de privar al padre de su patria potestad, aseguran que el ni?o est¨¢ muy apegado a la madre y que en estos dos a?os ¡°ha repercutido la ausencia temporal de la madre¡±, como dice la sentencia. Tatiana y Rafael acaban de presentar un recurso contencioso-administrativo ante el Tribunal Superior de Justicia de Madrid. El objetivo es que los jueces anulen la negativa del c¨®nsul.
El 6 de junio de 2012, Tatiana y Rafael pidieron en el consulado de Espa?a en La Habana un visado de reagrupaci¨®n familiar para Harold. Junto a la solicitud entregaron un acta de un notario cubano por la que Irey, el padre del menor, habr¨ªa autorizado la salida definitiva del menor de Cuba en compa?¨ªa de su madre. Sin embargo, un mes antes de que presentaran su petici¨®n, el padre del menor, Irey, se hab¨ªa anticipado. Y no para dar su permiso, como dec¨ªa ese papel, sino para denegarlo. ¡°Me he enterado por terceras personas de que mi exesposa est¨¢ residiendo en Espa?a y realizando tr¨¢mites migratorios para sacar a mi hijo de Cuba para Espa?a sin mi consentimiento¡±, dec¨ªa en un correo electr¨®nico enviado al consulado espa?ol. ¡°Yo no autorizo la salida de mi hijo de Cuba por lo menos hasta poder ir a Cuba y conversar con mi hijo y con su madre para conocer las condiciones que ella tiene para este menor en Espa?a (...). Adem¨¢s necesitamos acordar c¨®mo ser¨¢n las visitas y la comunicaci¨®n con el menor¡±, a?adi¨® el progenitor.
Varias semanas despu¨¦s, el consulado de La Habana volvi¨® a ponerse en contacto con Irey por correo electr¨®nico para pedirle que se presentara en sus oficinas ¡°para tratar un tema de su inter¨¦s¡±, el permiso necesario para que se otorgara el visado a su hijo. En un nuevo mensaje enviado al d¨ªa siguiente pidi¨® comparecer ante el consulado de Miami por la imposibilidad de viajar a Cuba y reiter¨® que no autorizaba la salida de su hijo de ese pa¨ªs.
Al d¨ªa siguiente Iago Losada, c¨®nsul espa?ol en La Habana, recibi¨® en su despacho a Tatiana y Rafael. Durante el encuentro, el diplom¨¢tico les pregunt¨® por la procedencia de esa acta. La madre y su esposo respondieron que se la hab¨ªan encontrado ¡°debajo de la puerta de su casa¡±. El c¨®nsul deneg¨® el visado teniendo en cuenta los mensajes de Irey y por considerar que esa acta notarial pod¨ªa ser falsa. El motivo concreto por el que rechaz¨® la solicitud fue el siguiente: ¡°No existir consentimiento del padre del menor para que este se desplace a residir a Espa?a con su madre¡±.
La justicia cubana afirma que el padre incumple sus deberes hacia el cr¨ªo
Espa?a toma esa decisi¨®n a pesar de que Cuba no se opone a la salida del menor. Adem¨¢s, la justicia de ese pa¨ªs ha declarado probado que el padre incumple sus deberes hacia el ni?o. El Ministerio del Interior cubano ha certificado que, desde su marcha en 2006 ¡ªcuando Harold ten¨ªa dos a?os¡ª, Irey, el progenitor, no ha vuelto a entrar en el pa¨ªs. ¡°El padre no cumple con el ejercicio efectivo de la patria potestad, pues ni siquiera se comunica con el ni?o a pesar de existir diversos medios para ello¡±, afirm¨® la sentencia del Tribunal de Cienfuegos del pasado 28 de marzo. Esa resoluci¨®n, sin embargo, rechaz¨® privar a Irey de la patria potestad por considerarlo una medida demasiado severa. Ese fue el ¨²ltimo cartucho disparado por Tatiana y Rafael para conseguir reunirse con Harold en Madrid. La negativa, sin embargo, deja al ni?o en Cienfuegos aunque su madre, en Espa?a, s¨ª se quiera hacer cargo de ¨¦l.
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