La Teolog¨ªa de la Liberaci¨®n respira
Los mensajes del Papa sobre la pobreza y el poder avivan el debate sobre la Teolog¨ªa de la Liberaci¨®n El cardenal Cipriani tacha de ¡°ingenuo¡± que el pont¨ªfice reciba al fundador de esa corriente
Los pobres, el dinero, el poder eclesi¨¢stico: he aqu¨ª buena parte de los debates entre eclesi¨¢sticos desde que el jesuita Francisco est¨¢ al frente de la Iglesia romana. En medio, el fantasma de la Teolog¨ªa de la Liberaci¨®n, un movimiento execrado con severidad durante los pontificados de Juan Pablo II y Benedicto XVI, ¨¦ste en primera l¨ªnea de combate cuando fue prefecto de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe, que es como se llama ahora el Santo Oficio de la Inquisici¨®n. Todav¨ªa en 2009, advirti¨® Ratzinger sobre los ¡°desastrosos efectos¡± de esa corriente teol¨®gica. ¡°Sus consecuencias, hechas de rebeli¨®n, divisi¨®n, ofensa y anarqu¨ªa a¨²n ahora se hacen sentir, creando gran sufrimiento y grave p¨¦rdida de fuerzas vivas¡±, dijo. Anteayer remach¨® la execraci¨®n el cardenal arzobispo de Lima, Juan Luis Cipriani, del Opus Dei.
La teor¨ªa sobre la proverbial hostilidad entre la Compa?¨ªa de Jes¨²s y el Opus colm¨® de maledicencias la Red cuando fue elegido papa el jesuita argentino Jorge Mario Bergoglio, que tom¨® el nombre de Francisco, el santo de los pobres. ?Se resignar¨ªa el Opus a perder m¨¢s poder en el Vaticano, y, para colmo, a manos de sus competidores de anta?o ante las altas burgues¨ªas cat¨®licas? Los pasos aperturistas de Francisco, sobre todo su revolucionaria sencillez y austeridad, adem¨¢s del tono cuasi revolucionario de algunos de sus discursos, empiezan a chirriar en sectores ultras de la Iglesia. No es casualidad que la primera reacci¨®n p¨²blica proceda del m¨¢s alto eclesi¨¢stico del Opus, el cardenal de Lima. La chispa tampoco es balad¨ª: la audiencia que Francisco concedi¨® el mi¨¦rcoles al te¨®logo Gustavo Guti¨¦rrez, el fundador de la Teolog¨ªa de la Liberaci¨®n.
El cardenal Cipriani calific¨® de ¡°ingenuo¡± al prefecto de la Congregaci¨®n para la Doctrina de la Fe, el alem¨¢n Gerhard M¨¹ller, por haber promovido ese encuentro y por acoger en Roma a Guti¨¦rrez como si fuese un gran pensador ortodoxo. A?adi¨® el prelado en declaraciones a Radio Programas del Per¨² (RPP): ¡°M¨¹ller es buen alem¨¢n y buen te¨®logo, un tanto ingenuo. Mi lectura es que ha querido acercarse a su amigo Guti¨¦rrez, a quien le tiene cari?o, a quien quiere de alguna manera ayudar a rectificar e insertarse en la Iglesia cat¨®lica. La reuni¨®n est¨¢ siendo utilizada para describir un acercamiento con una corriente teol¨®gica que hizo mucho da?o a la Iglesia¡±.
Sostuvo Max Weber que los evangelios tienen la mala costumbre de hablar bien de los pobres y mal de los ricos. Resume esa impresi¨®n la par¨¢bola del camello y la aguja, que est¨¢ con ligeras variaciones en los evangelios de Marcos, Mateo y Lucas. ¡°M¨¢s f¨¢cil es pasar un camello por el ojo de una aguja, que entre un rico en el reino de Dios¡±. La frase debi¨® hacerse famosa nada m¨¢s pronunciarla Jes¨²s, el fundador cristiano. Muy pronto iba a ser detenido cerca de Jerusal¨¦n, torturado y crucificado por el sistema de poder de su tiempo, tambi¨¦n por el sistema religioso.
Bergoglio concediu¨® el mi¨¦rcoles audiencia al te¨®logo Gustavo Guti¨¦rrez
En sus comienzos, el mensaje cristiano puso el acento en el abismo que media entre los ricos y los pobres, entre los humildes y los poderosos. No siempre ha sido as¨ª, y menos cuando el imperio romano es relevado en Roma por el imperio cat¨®lico. Pero siempre ha habido voces de te¨®logos y jerarqu¨ªas en favor de los desheredados de la tierra. Teolog¨ªa para los pobres, no sobre los pobres.
La primera vez que se acu?a el programa eclesi¨¢stico de ¡°la opci¨®n por los pobres¡± es por boca de Juan XXIII, en 1962. Fue el pont¨ªfice que convoc¨® el Concilio Vaticano II. Ten¨ªa dos preocupaciones, el di¨¢logo con el mundo moderno y la unidad de las iglesias, pero d¨ªas antes de la inauguraci¨®n introdujo una tercera l¨ªnea de debate: los pobres. ¡°Opci¨®n por los pobres¡±, pidi¨®. Seis a?os m¨¢s tarde, en mayo de 1968, el entonces prep¨®sito general de los jesuitas, Pedro Arrupe, pidi¨® a los miembros de la Compa?¨ªa de Jes¨²s en Am¨¦rica Latina que tal opci¨®n fuese ¡°preferencial¡±. As¨ª naci¨® la Teolog¨ªa de la Liberaci¨®n.
?Tiene vigencia esta teolog¨ªa tras 40 a?os de condenas y castigos? La pregunta est¨¢ en el ambiente, con gran preocupaci¨®n entre los sectores que empiezan a recelar del discurso y las formas, claras y sencillas, del nuevo papa, jesuita y argentino. La pasada semana, el peri¨®dico del Vaticano, L¡¯Osservatore Romano, dedic¨® gran espacio al libro en italiano De parte de los pobres, teolog¨ªa de la liberaci¨®n, teolog¨ªa de la Iglesia, escrito por Gustavo Guti¨¦rrez junto con el arzobispo Gerhard Ludwig M¨¹ller, exprelado de Ratisbona (Alemania) y actual prefecto de la Congregaci¨®n de la Doctrina de la Fe. Guti¨¦rrez, ahora ingresado en un convento de dominicos en Francia, fue quien dio nombre al movimiento con la publicaci¨®n en Lima, en 1971, del libro Teolog¨ªa de la Liberaci¨®n.
'L'Osservatore romano' dedic¨® un gran espacio al l¨ªder de esa corriente
Una fotograf¨ªa del te¨®logo con el arzobispo M¨¹ller presentando ese libro en alem¨¢n, de hace algunos a?os, ha dado ahora la vuelta al mundo y ha alarmado a los detractores de esa teolog¨ªa. M¨¹ller fue alumno y es amigo del pensador peruano desde que, siendo joven el prelado alem¨¢n, acudi¨® a Lima a foguearse entre los pobres. ¡°Ese nombramiento como prefecto de la Congregaci¨®n que se ocupa de la ortodoxia de la doctrina cat¨®lica, sumado a la elecci¨®n de un jesuita y arzobispo de Buenos Aires como obispo de Roma, fueron calificados en algunos ambientes como una revancha de la Teolog¨ªa de la Liberaci¨®n, criticada por Juan Pablo II y por el cardenal Ratzinger¡±, escribi¨® en mayo la agencia de noticias Zenit, propiedad de los Legionarios de Cristo.
Ha sido una impresi¨®n muy extendida. En aquel momento, esto es lo que declar¨® M¨¹ller, seg¨²n la misma agencia: ¡°Es necesario distinguir entre una teolog¨ªa de la liberaci¨®n equivocada y una correcta. Un cristiano tiene que encontrarse en su casa en cualquier parte¡±. Antes, en 2004, hab¨ªa dicho en Ratisbona que ¡°la teolog¨ªa de Gustavo Guti¨¦rrez, al margen de c¨®mo se la considere, es ortodoxa porque es ortopr¨¢ctica y nos ense?a el correcto modo de actuar cristiano, ya que deriva de la fe aut¨¦ntica¡±.
Pero la agitaci¨®n de partidarios y detractores trasciende la famosa fotograf¨ªa. Esto opina el obispo Pedro Casald¨¢liga: ¡°Con la llegada del papa Francisco se ha agitado el tema y nos hemos confirmado en la convicci¨®n de que la teolog¨ªa es Teolog¨ªa de la Liberaci¨®n o no es teolog¨ªa, ciertamente no lo ser¨ªa del Dios de Jes¨²s¡±. ?Qui¨¦n le tiene miedo a la Teolog¨ªa de la Liberaci¨®n?, se pregunta este prelado catal¨¢n, obispo desde 1971 de la di¨®cesis de S?o Felix do Araguaia, la m¨¢s extensa del Brasil. Amenazado de muerte por defender a los pobres y a sus combativos te¨®logos y sacerdotes, salv¨® la vida cuando Pablo VI advirti¨® bien alto, para que oyera la dictadura de aquel tiempo: ¡°Quien toca a Pedro, toca a Pablo¡±. No tuvieron tanta suerte otros m¨¢rtires de esa teolog¨ªa, como el tambi¨¦n obispo Oscar Romero, de El Salvador, ya en tiempos de Juan Pablo II.
Sartorio ve l¨®gico el resurgir de esta teor¨ªa "con un papa jesuita y latinoamericano"
Que la primera enc¨ªclica escrita en solitario por Francisco vaya a titularse Beati pauperes (Bienaventurados los pobres), no avala a quienes le suponen veleidades con la teolog¨ªa de la liberaci¨®n. Al contrario, ya expres¨® su criterio contrario durante el pasado viaje a Brasil, el mes pasado. Nada de experiencias que tengan algo que ver con el marxismo, ha proclamado. ?Acaso es marxista la Teolog¨ªa de la Liberaci¨®n? ¡°Si doy limosna a un pobre, me llaman santo; si pregunto por qu¨¦ hay tantos pobres e intento ayudarles, me llaman comunista¡±, se lamentaba H¨¦lder Pessoa C¨¢mara, el famoso obispo de Recife (Brasil).
Cuando muri¨® Juan XXIII en pleno concilio, se escuch¨® a un monse?or de la Curia romana rezar por ¨¦l. ¡°Que Dios le perdone el da?o que ha hecho a la Iglesia con este concilio¡±. A?os m¨¢s tarde, fue Pablo VI el execrado por la Iglesia tradicional a causa, sobre todo, de su apoyo a los padres de la Iglesia latinoamericana reunidos en Medell¨ªn (Colombia), en 1968, para ver c¨®mo pod¨ªan aplicar el Vaticano II en las realidades de Am¨¦rica Latina. De aquel acontecimiento dice ahora Gustavo Guti¨¦rrez: ¡°El problema al que nos enfrent¨¢bamos no es c¨®mo hablar de Dios en un mundo adulto, sino c¨®mo anunciar a Dios como padre amoroso y justo en un mundo inhumano e injusto¡±.
Ra¨²l Vera, obispo de Santillo (M¨¦xico), se suma a esa protesta y devuelve la pelota a quienes creen que Juan Pablo II y Ratzinger hicieron bien persiguiendo a prelados y sacerdotes comprometidos con Medell¨ªn y con Pablo VI. ¡°No se corrigi¨® en Puebla la Teolog¨ªa de la Liberaci¨®n, se corrigi¨® el Evangelio¡±, dice. Puebla, en M¨¦xico, fue donde el papa polaco tron¨® m¨¢s alto contra los te¨®logos de la liberaci¨®n. Ra¨²l Vera, que fue prelado auxiliar del m¨ªtico Samuel Ruiz en la di¨®cesis de Chiapas, ha estado este fin de semana en Madrid para hablar al congreso de la Asociaci¨®n de Te¨®logos Juan XXIIII.
Seg¨²n el obispo mexicano Ra¨²l Vera, "en Puebla se corrigi¨® el Evangelio"
¡°?C¨®mo me gustar¨ªa tener una Iglesia pobre y para los pobres!¡±, dijo Francisco la pasada primavera, nada m¨¢s ser elegido papa. ?Suena acaso a teolog¨ªa de liberaci¨®n? Rodeado de potentados de todo el mundo, hab¨ªa afeado antes, en su primer discurso oficial, las ¨ªnfulas de poder de las jerarqu¨ªas cat¨®licas. Ra¨²l Vera, el obispo mexicano, susurr¨® en aquel momento a su compa?ero de esca?o en la bas¨ªlica de San Pedro: ¡°Oye, qu¨¦ bien, este Papa viene a por nosotros¡±. Lo cuenta a EL PA?S antes de subrayar que Francisco tambi¨¦n ha exhortado a los j¨®venes a ser revoltosos (¡°tengan el valor de ir contra corriente¡±), y a los obispos a oler menos a pastor y m¨¢s a oveja.
Hay un debate abierto sobre la vigencia de esta teolog¨ªa, o sobre su futuro, al que los obispos espa?oles no son ajenos. Sus medios de comunicaci¨®n as¨ª lo reflejan, casi siempre con hostilidad. Sin embargo, callan al ser preguntados. Varios prelados se han negado a entrar en el tema, a consultas de EL PA?S. Es como si estuvieran esperando una se?al del Vaticano, aparte la ya enviada por L¡¯Osservatore Romano acogiendo a Gustavo Guti¨¦rrez en sus p¨¢ginas.
¡°Con un papa latinoamericano y, adem¨¢s, jesuita, la Teolog¨ªa de la Liberaci¨®n no pod¨ªa quedarse mucho tiempo en la sombra, donde ha estado relegada desde hace a?os¡±, dice Ugo Sartorio, te¨®logo italiano y director del Messaggero di Sant¡¯Antonio, comentando ese hecho. ¡°Se trata de una teolog¨ªa que fue dejada fuera de juego por un doble prejuicio: uno, que todav¨ªa no ha metabolizado la fase conflictiva de mediados de los a?os ochenta, y otro, el rechazo de una teolog¨ªa considerada demasiado de izquierdas y, por tanto, tendenciosa¡±, a?ade.
Juan Rubio, de 'Vida Nueva': "El an¨¢lisis marxista ya qued¨® relegado"
Esto opina Juan Rubio, director de Vida Nueva, la gran revista cat¨®lica espa?ola (de la congregaci¨®n marianista) con ediciones en Hispanoam¨¦rica: ¡°La Teolog¨ªa de la Liberaci¨®n ha ido creciendo en ramas distintas, coincidiendo con los cambios sociopol¨ªticos de Am¨¦rica Latina y del Caribe. Los planteamientos son distintos porque las situaciones son distintas. El an¨¢lisis marxista ya qued¨® relegado en muchos de los posicionamientos de esta teolog¨ªa, pese a que hay quienes para atacarla a¨²n siguen esgrimiendo injustamente esas razones de m¨¦todo. La pregunta es si esa teolog¨ªa es ya parte de la historia y cumpli¨® su papel, o por el contrario, ha evolucionado y ofrece claves que puedan ayudar a entender la realidad de pobreza, injusticia y opresi¨®n, de nuevo cu?o, en las que viven inmersos aun hoy aquellos pa¨ªses. Esa es la pregunta que se hacen muchos cristianos que ven en esta teolog¨ªa un compromiso afectivo y efectivo con el Evangelio y con la necesaria conversi¨®n de estructuras injustas. Nuevas perspectivas se abren, no hay que estar cerrados a ellas¡±.
Juan Rubio, que conoce bien a los obispos espa?oles y ha conversado durante horas en el reciente pasado con el papa Francisco (la edici¨®n argentina de Vida Nueva fue apadrinada por el actual pont¨ªfice, entonces arzobispo de Buenos Aires), sostiene que ¡°la Teolog¨ªa de la Liberaci¨®n, como una m¨¢s, no la ¨²nica y exclusiva, ayudar¨¢ a aquellas iglesias a entender mejor aquellas realidades. Pueden ser m¨¢s o menos discutibles algunos de sus puntos, pero lo que nunca puede hacer la Iglesia es amordazar e impedir el sano y libre ejercicio de la teolog¨ªa, as¨ª como la propia misi¨®n magisterial de la Iglesia. Un di¨¢logo parece abrirse ahora de la mano de los seguidores de Gustavo Guti¨¦rrez con un papa que, si bien no es considerado seguidor de esa teolog¨ªa, si est¨¢ en condiciones de entenderla mejor. Se abre una etapa de dialogo en la que primar¨¢, sin duda, el reconocimiento a tantos hombres y mujeres que siguiendo estas l¨ªneas teol¨®gicas han dado su vida testimonialmente en defensa de los m¨¢s pobres¡±.
A pesar de los gestos, Tamayo cree dif¨ªcil que Roma apoye esta teolog¨ªa
En cambio, Juan Jos¨¦ Tamayo, reelegido el s¨¢bado pasado secretario general de la Asociaci¨®n de Te¨®logos y Te¨®logas Juan XXIII, duda que la Iglesia institucional pueda asumir la Teolog¨ªa de la Liberaci¨®n, pese a que a la vista de no pocos de los gestos, palabras, actitudes y opciones de Francisco, la respuesta pueda parecer afirmativa. A?ade: ¡°As¨ª lo creen importantes sectores religiosos y laicos, incluidos los progresistas y hasta algunos te¨®logos ¡ªno as¨ª las te¨®logas¡ª de la liberaci¨®n. Yo creo, sin embargo, que una teolog¨ªa de la liberaci¨®n que hace de la opci¨®n por los pobres su imperativo categ¨®rico es dif¨ªcilmente asumible por la instituci¨®n eclesi¨¢stica por el lugar social en el que se ubica ¡ªlos pobres, los movimientos sociales¡ª, la radicalidad de sus opciones ¡ªinterculturalidad, pluralismo y di¨¢logo interreligioso, diversidad sexual¡ª, la revoluci¨®n metodol¨®gica que implica y la cr¨ªtica del poder eclesi¨¢stico y de sus instituciones¡±.
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