¡°Ya no uso el coche y voy en bicicleta a trabajar. Un granito de arena¡±

Gaia Redaelli naci¨® en Mil¨¢n en 1970, es licenciada en Arquitectura y doctora en Proyecto Arquitect¨®nico y Urbano por la Universidad de Mil¨¢n. Desde junio de 2012 es directora de Rehabilitaci¨®n y Arquitectura de la Junta de Andaluc¨ªa, organismo desde el que est¨¢ impulsando distintos programas para que las ciudades de esa comunidad sean m¨¢s sostenibles medioambiental y econ¨®micamente, as¨ª como lugares m¨¢s saludables para sus habitantes. Con motivo de la celebraci¨®n de la Semana Europea de la Movilidad y de la presentaci¨®n del Plan Andaluz de la Bicicleta, que tiene lugar este jueves en Sevilla, Redaelli recuerda que una urbe m¨¢s respetuosa con el medio ambiente y los ciudadanos pasa ineludiblemente por que la bicicleta y el peat¨®n le ganen terreno al coche.

?Las ciudades, como son ahora, son sostenibles?

El modelo de construcci¨®n masiva, el conocido como boom inmobiliario, ha propiciado un fen¨®meno de depredaci¨®n del espacio p¨²blico. Frente a este modelo claramente insostenible, que ha generado ciudades diseminadas que otorgan un papel de absoluta preponderancia al coche y al consumo, es necesario promover un cambio hacia la ciudad compacta, enraizada con nuestra tradici¨®n mediterr¨¢nea. Y hacerlo tambi¨¦n desde los poderes p¨²blicos. As¨ª lo hacemos en la Consejer¨ªa de Fomento y Vivienda. Frente a la cultura del ladrillo proponemos una cultura de la rehabilitaci¨®n tanto de las viviendas que ya hay, como de la v¨ªa urbana. Frente al modelo de construcci¨®n de nueva vivienda, legislamos para combatir las viviendas vac¨ªas, como con el Decreto Ley para Asegurar la Funci¨®n Social de la Vivienda, que se ha conocido popularmanete como Decreto Antidesahucios y que se inspira en el principio "ni casas sin gente, ni gente sin casa". Todo confluye en un modelo que pretende ajustar la ciudad a la medida del ser humano. Actualmente el 60% del espacio p¨²blico est¨¢ ocupado por el coche. El espacio para el encuentro y el disfrute c¨ªvico es el espacio residual, no el fundamental. Hasta la fecha ha habido claramente una desatenci¨®n de la Administraci¨®n hacia el dise?o del espacio p¨²blico, posterg¨¢ndose su condici¨®n de patio colectivo. Es otra de las razones de haber llegado a este escenario.

Usted ha promovido el proyecto La Ciudad Amable, ?en qu¨¦ consiste?

Es un programa de formaci¨®n, sensibilizaci¨®n y difusi¨®n sobre la relaci¨®n del espacio p¨²blico con los ciudadanos y su movilidad diaria. Empez¨® el pasado febrero. Hemos mantenido encuentros con el 50% de los ayuntamientos andaluces, que se han adherido al proyecto, lo cual evidencia un deseo de cambio en la forma en que los ayuntamientos encaran sus intervenciones en el espacio p¨²blico. Lo que proponemos es una reflexi¨®n que alumbre acciones concretas en nuestras ciudades y pueblos orientadas a la creaci¨®n de espacios de convivencia: islas ambientales, v¨ªas ciclistas, espacios habitables. Tambi¨¦n se han unido asociaciones y fundaciones del sector, y profesionales de la arquitectura y el urbanismo. Ahora estamos creando. Es decir, los ayuntamientos est¨¢n preparando sus propuestas de reordenaci¨®n del espacio p¨²blico.

El proyecto tiene tres pilares sobre los que se asienta el cambio de las ciudades. Uno es que con la modificaci¨®n de las v¨ªas y los aparcamientos, un ¨¢rea pr¨¢cticamente quede libre de coches, haciendo que el tr¨¢fico se quede en los l¨ªmites mediante la restricci¨®n de su entrada en un ¨¢rea urbana. Ya se hace en el barrio de la Latina en Madrid. Se trata de pon¨¦rselo dif¨ªcil al coche para que sea m¨¢s ventajoso ir en transporte p¨²blico, en bicicleta o a pie. S¨®lo desincentivando el coche se evitan atascos, no creando m¨¢s espacio para el coche: eso es de manual. Un segundo punto consiste en peatonalizar zonas y un tercero en que se hagan v¨ªas ciclistas no s¨®lo con finalidad deportiva o tur¨ªstica, sino pensados para que los ciudadanos los utilicen para ir al trabajo, en sus desplazamientos diarios, por ellos. Queremos que en toda Andaluc¨ªa, como ya ocurre en Sevilla, la bicicleta sea una alternativa real y cre¨ªble al coche. Queremos que la bicicleta sea un rasgo de identidad de Andaluc¨ªa.

?Qu¨¦ se ha hecho mal para que haga falta reestructurar nuestras ciudades?

Ha habido un modelo expansivo, que ha confundido cantidad con calidad, que ha vaciado y degradado de los cascos hist¨®ricos, propiciando una ocupaci¨®n del terreno de baja intensidad, con casas unifamiliares y sin dotaci¨®n de servicios y equipamiento en esos nuevos barrios. Todo esto ha producido que aumente la necesidad de movilidad en coche: para ir a trabajar, al m¨¦dico o al centro comercial. Todos conocemos el fen¨®meno, se ha llamado especulaci¨®n y sus resultados son desastrosos... salvo para unos pocos, claro.

?C¨®mo se puede cambiar algo que ya est¨¢ hecho?

En esto estamos, y si no crey¨¦ramos que se puede cambiar algo que ya est¨¢ hecho poco pintar¨ªamos haciendo pol¨ªtica en una instituci¨®n. Y hay iniciativas sociales que van por ah¨ª. Ahora mismo se est¨¢ volviendo a reconsiderar el centro de las ciudades como lugar habitable. Para ello es necesario que desmercantilicemos el uso de la vivienda y que el stock de vivienda vac¨ªa, que en Andaluc¨ªa es brutal con m¨¢s de 700.000 casas vac¨ªas, sea para que vivan las personas y no para especular. Esto requiere que se rehabiliten las viviendas, as¨ª como los edificios hist¨®ricos y el espacio p¨²blico. Este panorama se cambia con pujanza social y con iniciativa pol¨ªtica. El Plan Andaluz de la Bicicleta, por ejemplo, recoge m¨¢s de mil kil¨®metros de v¨ªas ciclistas en las ciudades y ¨¢reas metropolitanas de Andaluc¨ªa, con el objetivo de que el 10% de los desplazamientos cotidianos se realice en bicicleta. Es una situaci¨®n que ya se da en Sevilla, que en la d¨¦cada pasada desarroll¨® una red ciclista de 138 kil¨®metros que propician 72.000 desplazamientos al d¨ªa, quitando 20.000 coches diarios de la circulaci¨®n. Una aut¨¦ntica revoluci¨®n del modelo de movilidad de una ciudad que ahora queremos exportar al resto de ciudades andaluzas con el Plan de la Bicicleta.

?Y c¨®mo ser¨ªa el resultado de una ciudad amable?

Por decirlo muy resumida y esquem¨¢ticamente: la que puede recorrer un ni?o sin miedo. El coche no debe ser eliminado, pero s¨ª que conviva con los peatones y bicicletas sin subordinarlos. Esto se consigue promoviendo el servicio p¨²blico de alquiler de bicicletas y el transporte p¨²blico.

?Es posible conseguirla?

Absolutamente s¨ª. Lo que es imposible es continuar as¨ª o cerrar los ojos ante este fen¨®meno. Nos encontramos con que hay un exceso de viviendas fuera de las ciudades; ese aluvi¨®n de personas en los extrarradios es un problema. En Irlanda incluso est¨¢n demoliendo zonas residenciales en la periferia que hab¨ªan quedado deshabitadas. No se puede seguir as¨ª. Debemos caminar en sentido contrario, tambi¨¦n porque uno de los grandes retos europeos, firmado y comprometido, es reducir dr¨¢sticamente las emisiones de CO2, que se disparan con el modelo de ciudad diseminado.

?La arquitectura tambi¨¦n se hab¨ªa desligado de la sostenibilidad?

Este sector tambi¨¦n ha participado en la ligereza a la hora de plantear dise?os, y lo est¨¢ pagando caro. Creemos que hay que empezar a pensar en que el urbanismo tiene que mirar a la ciudad. La Ciudad Amable es un reto com¨²n, de la administraci¨®n, el sector productivo y los arquitectos tambi¨¦n.

?Y cu¨¢l es el papel del ciudadano?

Tenemos que cambiar nuestros h¨¢bitos, porque cada acto que hacemos influye en la sociedad. Es una cuesti¨®n de pura responsabilidad. El tema de la movilidad es fundamental. Yo ya no uso el coche y voy en bicicleta a trabajar. Adem¨¢s de contaminar menos, es m¨¢s saludable. Un granito de arena.