El origen de la cara

Los editores de la revista Nature lo presentan como el primer ser vivo conocido con cara, o con algo parecido a una cara. El lector puede juzgar por la imagen. El f¨®sil descubierto por Min Zhu y sus colegas de la Academia China de Ciencias es realmente antiguo, con sus 419 millones de a?os, y nos retrotrae a la juventud de la evoluci¨®n animal, que empez¨® hace unos 600. Lo han llamado, con caracter¨ªstica cacofon¨ªa taxon¨®mica, Entelognathus primordialis, y eso viene a significar que se trata del vertebrado m¨¢s primitivo que tiene una mand¨ªbula de tipo moderno. O la primera cara de tipo antiguo.

Para seguir debemos sumergirnos en los mares sil¨²ricos, y en la jerga taxon¨®mica. Casi todos (el 99%) de los vertebrados vivientes somos gnat¨®stomos: quiere decir que tenemos una boca (stoma) con mand¨ªbulas (gnatos, como en la palabra prognato). La boca existe desde los inicios de la evoluci¨®n animal, pero hasta esa fecha no ten¨ªa la mand¨ªbula inferior abatible que ahora nos resulta tan familiar, y tan ¨²til. La mand¨ªbula evolucion¨® a partir de los arcos branquiales m¨¢s delanteros, en un t¨ªpico ejemplo del estilo oportunista de la creatividad biol¨®gica: aprovechar una estructura repetida que ya exist¨ªa antes con otra funci¨®n (la de respirar, en este caso).

Los primeros gnat¨®stomos fueron unos peces llamados placodermos, ya extintos, y a los que pertenece el nuevo f¨®sil Entelognathus primordialis. No es extra?o por tanto que este f¨®sil chino tenga mand¨ªbulas. Lo extra?o es la modernidad de su mand¨ªbula, que se parece m¨¢s a la de los peces ¨®seos actuales que a lo que cab¨ªa esperar: a una torpe y arcaica mand¨ªbula como la de sus colegas, los primitivos y extintos placodermos. El hallazgo que los paleont¨®logos chinos presentan en Nature, ofrece por tanto ¡°una nueva perspectiva en la evoluci¨®n de estas criaturas¡±, seg¨²n los editores.

El origen de los gnat¨®stomos es una de las grandes claves de la evoluci¨®n de los vertebrados. No se trata solo de las mand¨ªbulas: los gnat¨®stomos tambi¨¦n inventaron los dientes, las aletas apareadas a uno y otro lado del cuerpo ¡ªde las que m¨¢s tarde evolucionaron nuestros brazos y nuestras piernas¡ª, el canal del o¨ªdo interno, las vainas de mielina que funcionan como aislantes de los axones neuronales y el sistema inmune moderno. Esta aparente discontinuidad con los peces m¨¢s primitivos es la raz¨®n del gran inter¨¦s que tienen los bi¨®logos evolutivos en aclarar el proceso.

Entelognathus primordialis tiene una mand¨ªbula que hasta ahora se cre¨ªa restringida a los peces ¨®seos modernos. La idea dominante en el sector era que esas estructuras aparecieron por primera vez en los tiburones, o por mejor decir en los ancestros de los actuales tiburones. Entelognathus primordialis obliga a los paleont¨®logos a hacer algunos ajustes en sus modelos, pero ante todo empieza a arrojar luz sobre uno de los episodios m¨¢s enigm¨¢ticos e importantes de la evoluci¨®n.