Canarias, el nuevo Dub¨¢i, y Soria
En la sinraz¨®n de este "rodillo popular" al que estamos sometidos, hay acciones y anuncios muy graves que pasan casi desapercibidos ante la opini¨®n p¨²blica y ante la propia Justicia, sobrecogidos como vivimos por los SMS, los sobresueldos y las n¨®minas o finiquitos diferidos.
Me refiero al extraordinario ¨ªmpetu con el que el Gobierno del PP, y m¨¢s espec¨ªficamente el Ministerio de Industria y Turismo dirigido por Jos¨¦ Manuel Soria, ha adoptado como propio el proyecto petrol¨ªfero de tres multinacionales frente a las costas de Fuerteventura y Lanzarote.
Quiz¨¢s no hayamos sido capaces de explicarlo bien fuera de las Islas, por eso voy a enumerar unos breves apuntes :
Est¨¢n autorizadas por el ministro Soria las prospecciones en 11 ¨¢reas rectangulares que se extienden desde el norte de la isla de Lanzarote hasta el sur de la isla de Fuerteventura. El lado m¨¢s cercano de alguna de estos rect¨¢ngulos dista menos de 15 kil¨®metros de la costa y el mas lejano unos 60 kil¨®metros.
En Canarias nos oponemos a la extracci¨®n petrol¨ªfera marina junto a nuestras costas porque el riesgo que esta industria conlleva es inasumible para el archipi¨¦lago y especialmente para las islas de Lanzarote y Fuerteventura por su proximidad inmediata con las pretendidas zonas de explotaci¨®n. El peligro de las extracciones petrol¨ªferas marinas se ve multiplicado al desarrollarse junto a las costas de territorios insulares y no continentales, como es el caso de otras explotaciones petrol¨ªferas marinas en otras partes del mundo con las que algunos tratan de hacer comparaciones. A este incremento del riesgo cabe sumarle otro factor aumentativo m¨¢s, como es el de la gran profundidad de perforaci¨®n, para la cual la tecnolog¨ªa actual no puede garantizar ni siquiera medianamente la seguridad frente a la eventualidad de un accidente. Aqu¨ª se pretende perforar a profundidades que superan los 6000 metros y baste recordar el todav¨ªa reciente accidente en el Golfo de M¨¦xico, donde precisamente la gran profundidad, (incluso siendo mucho menor que la prevista en Canarias), propici¨® las enormes dimensiones del desastre medioambiental precisamente por la incapacidad t¨¦cnica durante meses para poder cerrar el pinchazo de la bolsa de crudo.
En Canarias vivimos casi exclusivamente del turismo a lo largo de todo el a?o y nuestras costas y playas son una pieza fundamental que no podemos poner en riesgo de forma tan grave.
En Canarias, y concretamente en Lanzarote y Fuerteventura, el agua de consumo se extrae casi en su totalidad del mar mediante desaladoras, que no podr¨ªan cumplir con su cometido en el caso de una marea negra, lo cual podr¨ªa poner bruscamente a la poblaci¨®n de ambas islas ante la necesidad de evacuaci¨®n inmediata por la falta de suministro.
En Canarias la pesca y el medio marino en general juegan un papel esencial, tanto econ¨®mica como socialmente.
Son muy graves y da?inas para la poblaci¨®n las falsedades que tanto el Ministro Soria como Repsol han difundido en este sentido diciendo que las plataformas petrol¨ªferas traer¨¢n miles de puestos de trabajo y diversificar¨¢n la econom¨ªa.
Tampoco es admisible la pretensi¨®n de que Repsol es una compa?¨ªa espa?ola y por lo tanto la extracci¨®n petrol¨ªferas en nuestras aguas conllevar¨¢ beneficios para el estado y la bajada del precio de los combustibles, cuando en realidad Repsol desde su privatizaci¨®n es una multinacional que vende el petr¨®leo en el mercado libre.
Por otra parte, la idea de desarrollar la industria petrol¨ªfera en nuestras costas se remonta casi a tres d¨¦cadas atr¨¢s.
Sin entender muy bien c¨®mo ni a cambio de qu¨¦, de repente en el 2001 Repsol obtuvo las concesiones y r¨¢pidamente comercializ¨® el 50% con otras dos multinacionales con oficinas en Australia (Woodside) y Alemania (RWE).
El expediente fue promovido con tanta prisa y con tantas facilidades que, por no tener, ni siquiera hab¨ªa una correlaci¨®n num¨¦rica de los documentos que lo integraban.
En 2004, con el gobierno del PSOE, el Tribunal Supremo suspendi¨® los permisos, ante una denuncia del Cabildo de Lanzarote y del PSOE porque, sencillamente, el Estado y Repsol hab¨ªan incumplido el procedimiento administrativo.
Ocho a?os m¨¢s tarde, a comienzos de 2012, y con el PP de nuevo en el Gobierno, lo primero que hizo el Ministerio de Industria fue poner al frente del departamento encargado a un ex alto cargo de Repsol. Desempolv¨® el expediente de hac¨ªa tres d¨¦cadas y, para darle una p¨¢tina de legalidad, hicieron modificaciones que "supuestamente" no afectaban a la autorizaci¨®n original y subsanaban los defectos. Por un lado eliminaron el requisito previo de consulta con las administraciones canarias, que s¨ª estaba en los borradores anteriores; por otro lado, sustituyeron la autorizaci¨®n de hacer hasta dos perforaciones por una nueva f¨®rmula: 'al menos dos' perforaciones.
Las formas del PP con Soria al frente de este proyecto tambi¨¦n son muy demostrativas. Ante la oleada de malestar ciudadano que se estaba levantando en Canarias, y la convocatoria de una manifestaci¨®n para el 24 de Marzo de 2012, el Ministerio aceler¨® los tr¨¢mites y s¨®lo 48 horas antes de la manifestaci¨®n concedi¨® la autorizaci¨®n a las multinacionales recogiendo todos estos cambios. Pero Soria no logr¨® parar la ola: Solo en Lanzarote y Fuerteventura unas 25.000 personas salieron a la calle bajo el lema de "No al petr¨®leo, s¨ª a las renovables". El grito de 25.000 ciudadanos lleg¨® junto a los posicionamientos de todos los Ayuntamientos y los dos Cabildos de las dos islas. Y el Parlamento y el Gobierno de Canarias en el mismo sentido. Nunca antes todas las instituciones locales de un territorio, las insulares y las auton¨®micas hab¨ªan coincidido un¨¢nimemente en contra de un proyecto de este tipo.
El Ministro Soria, el PP ni se inmutaron. Rajoy, quiz¨¢s s¨ª, porque desde entonces ha preferido no visitar m¨¢s las islas. Ni siquiera atiende los ruegos de los plenos de las corporaciones insulares que desde hace un a?o le piden "media horita" de su cargada agenda para que se siente a escuchar de los cient¨ªficos, agentes sociales y ciudadanos las razones por las que no queremos perforaciones petrol¨ªferas en nuestras aguas.
Soria lo tom¨® como un ataque personal y reaccion¨® como suele hacerlo, (aqu¨ª en Canarias le conocemos bien) : Compartiendo mesa y mantel con las directivas de las petroleras, asistiendo a conferencias petroleras, viajes petroleros a Sudam¨¦rica, inauguraciones de oficinas petroleras, etc. Entiende el Ministro, me temo, que ¨¦l es m¨¢s listo que 25.000 canarios. Con el paso del tiempo los canarios tambi¨¦n entendimos c¨®mo el PP hab¨ªa dejado el Ministerio en manos de alguien tan listo como Soria: Solo hay que repasar el peso que en las cuentas de G¨¦nova 13 (ya no s¨¦ bien si en A o en B) alcanzaron las donaciones al PP canario en el ¨²ltimo a?o electoral. Todo est¨¢ muy clarito. Es lo que cuesta una maleta ministerial.
As¨ª las cosas, el Gobierno del PP se ha encontrado con ocho recursos para parar las autorizaciones ante el Tribunal Supremo, avalados por una veintena de organizaciones e instituciones. Se ha topado con iniciativas de todo tipo ante las instituciones europeas. Con acciones en el Parlamento y el Senado de pr¨¢cticamente todos los grupos pol¨ªticos que no funcionan monol¨ªticamente. Ha mirado para otro lado ante los acuerdos plenarios reiterados en las instituciones de las islas contra estos proyectos.
Los petroleros responden con una fabulosa campa?a medi¨¢tica en Canarias, en la que pr¨¢cticamente se regalan puestos de trabajo en el "nuevo Dub¨¢i" del occidente africano.
A la oposici¨®n, sin embargo, se han ido sumando decenas de colectivos cient¨ªficos, ecologistas, ciudadanos, estudiantes, touroperadores, agentes de viajes y profesionales del sector tur¨ªstico en nuestros principales mercados emisores.
La lucha anti-petrolera se centra ahora en el Tribunal Supremo, donde hace apenas una semanas qued¨® en evidencia que las multinacionales hab¨ªan mantenido oculto un informe desde el a?o 2004 que les obligaba a tomar determinadas medidas que han obviado hasta hoy. Tambi¨¦n qued¨® en evidencia que Repsol pretendi¨® hacer pasar por peritos independientes a antiguos altos cargos suyos. Por supuesto que adem¨¢s qued¨® clara la contundencia de los argumentos cient¨ªficos en contra de estos proyectos.
Tambi¨¦n se conoci¨® que las petroleras pretenden perforar hasta m¨¢s de 6.500 metros de profundidad, lo que multiplica el riesgo de derrame, ya que no hay tecnolog¨ªa de eficacia suficientemente contrastada, y representa casi el doble de profundidad a la que est¨¢n autorizadas v¨ªa BOE por el Ministerio.
En el plano administrativo, el Gobierno acaba de abrir el plazo de exposici¨®n p¨²blica, el pasado 1 de agosto (s¨ª, el 1 de agosto) un informe de impacto ambiental de m¨¢s de 6.000 folios elaborado por Repsol, que inicialmente s¨®lo era accesible en la isla de Gran Canaria. Este informe de la petrolera es descaradamente favorable a la explotaci¨®n, y en alguno de sus argumentos casi se recomienda las extracciones de petr¨®leo en el mar como el mejor medio para preservar el ecosistema marino. Ya hay un grupo de cient¨ªficos y colaboradores trabajando en las alegaciones para frenarlo.
En el Cabildo de Fuerteventura nos enteramos de que este informe de Repsol saldr¨ªa a exposici¨®n p¨²blica en agosto porque se anunci¨® tres semanas antes en un acto pol¨ªtico del PP. Nos tememos que las alegaciones al documento de Repsol no sirvan para mucho porque el propio Ministro de Industria, en un comunicado p¨²blico el pasado 7 de agosto, ya adelantaba que las alegaciones que se presenten no van a conseguir parar este proceso. Poco despu¨¦s, hasta adelantaba la fecha en la que Repsol comenzar¨ªa a extraer petr¨®leo.
P¨®nganle ustedes adjetivos y responsabilidades legales a esta relaci¨®n entre el PP y las multinacionales petroleras, les aseguro que en Canarias ya los tenemos todos perfectamente concretados.
Como es sabido que el PP y Soria son casos perdidos, salvo que B¨¢rcenas diga lo contrario, Repsol, RWE y Woodside han sido declaradas recientemente "compa?¨ªas non gratas" en plenos de los Cabildos de Fuerteventura y Lanzarote y siguiendo una propuesta de miles de ciudadanos. La alemana RWE ya est¨¢ poniendo en venta su participaci¨®n para salirse de esta aventura. As¨ª las cosas, y ante la desbandada de su socio en este proyecto, Repsol y Woodside tienen una magn¨ªfica oportunidad para replantearse su relaci¨®n con la poblaci¨®n de las islas, renunciar a sus intenciones que todas las instituciones locales y la mayor¨ªa de ciudadanos de Canarias rechazan y pasar a liderar propuestas relacionadas con energ¨ªas limpias y sostenibles: Olv¨ªdense de Soria y de sus promesas cada vez m¨¢s alejadas de Canarias y sus gentes.
De otra forma, lo ¨²nico que van a ganar en Canarias es el firme rechazo ciudadano y una extensa ola de descontento social que a trav¨¦s de la red les aseguro que ya llega a m¨¢s de 32 pa¨ªses.
En las islas no queremos la amenaza petrolera en nuestras costas, no soportaremos un nuevo colonialismo multinacional. No vamos a repetir errores hist¨®ricos.
Mario Cabrera Gonz¨¢lez es presidente del Cabildo de Fuerteventura
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