El dinero para dependencia se congela a pesar de la abultada lista de espera

Mientras una abultada bolsa de dependientes (m¨¢s de 200.000) sigue sin poder acceder a las prestaciones a pesar de tener el derecho reconocido, y el n¨²mero de beneficiarios se encuentra en claro retroceso, el Gobierno apuesta por dejar la situaci¨®n como est¨¢ y congelar el presupuesto para estos fondos en 2014.

La partida destinada a las comunidades aut¨®nomas en el anteproyecto de presupuestos para el a?o que viene, es decir, la cuota que le corresponde pagar al Gobierno por los dependientes, es la misma que la registrada en las cuentas de 2013. El dinero reservado para el nivel m¨ªnimo de protecci¨®n ¨Ctal y como se conoce la parte del coste de dependencia que corresponde al Estado por dependiente registrado¡ª asciende a 1.087.179.320 euros en 2014 y, formalmente, es igual al presupuesto inicial del a?o 2013.

Formalmente porque, en realidad, esta cantidad ser¨¢ ligeramente inferior. El Ministerio de Sanidad ha detra¨ªdo un 0,1% (1.097.270 euros) para hacer frente a deudas pendientes correspondientes a las ayudas estatales a la dependencia de este ejercicio que hayan quedado por saldar con las comunidades aut¨®nomas.

Si en lugar de comparar con 2013, se abre m¨¢s el foco y se toma como referencia las cuentas de 2012, las diferencias son sensiblemente mayores. Respecto a entonces, el recorte en el nivel m¨ªnimo es del 15%. Pero, adem¨¢s, en este a?o se elimin¨® otra partida estatal destinada a las comunidades aut¨®nomas, el llamado nivel acordado, que ascend¨ªa a 283 millones de euros, que las regiones ya no han vuelto a recuperar.

El inmovilismo presupuestario de la partida de 2014 refleja la poca confianza que tiene el Ministerio de que las distintas Administraciones auton¨®micas avancen en la gesti¨®n de la ley, en pleno retroceso. Las autonom¨ªas son las responsables de incorporar a los nuevos usuarios. El coste de cada nuevo beneficiario se reparte entre el copago al que puede estar sujeta la ayuda, la aportaci¨®n de la comunidad aut¨®noma y la del Estado (el nivel m¨ªnimo que reflejan los presupuestos). La asfixia financiera de buena parte de las autonom¨ªas est¨¢ provocando un retraso en la concesi¨®n de ayudas, hasta el punto de que, como reflejan los datos oficiales, los beneficiarios de la dependencia en Espa?a van a menos.

Como resultado de esta situaci¨®n, los beneficiarios mueren y (con alguna excepci¨®n) las autonom¨ªas no son capaces de mantener el ritmo de reposici¨®n, como insiste de forma repetida la Asociaci¨®n Estatal de Directoras y Gerentes en Servicios Sociales. As¨ª, entre enero y agosto (¨²ltimo mes con datos disponibles) el n¨²mero de personas que gozan de una ayuda ha ca¨ªdo en 11.872 hasta situarse en 739.724 personas.

Algo similar sucede con la bolsa de 201.729 personas (a 31 de agosto) a los que las autonom¨ªas han reconocido como personas en situaci¨®n de dependencia y con derecho a recibir prestaciones que, sin embargo, permanecen al margen del sistema atascados en el marasmo burocr¨¢tico de la ley. Es cierto que este conjunto de personas era m¨¢s numeroso en enero de este a?o (casi 31.000 m¨¢s). La reducci¨®n de la lista de espera, seg¨²n la entidad integrada por especialistas en servicios sociales, se debe en buena medida a la misma raz¨®n que explica la ca¨ªda de beneficiarios: muchas personas mueren a las puertas del sistema sin ser atendidas.?

Las previsiones hacia las que apuntan los presupuestos no invitan a pensar que vaya a haber cambios sustanciales en la gesti¨®n de las ayudas. En agosto, seg¨²n la asociaci¨®n de directoras y gerentes, cada d¨ªa se perdieron 150 beneficiarios de la dependencia y cada media hora se perdi¨® un empleo relacionado con el sistema.