La nueva vida de un viejo f¨¢rmaco contra los infartos
Un cambio en el patr¨®n de administraci¨®n del metoprolol reduce un 20% el da?o cardiaco Debe darse de forma inmediata y no despu¨¦s de operar al paciente como hasta ahora El medicamento cuesta menos de dos euros y lleva 30 a?os en el mercado
El metoprolol es un medicamento con poco glamour para la industria: es barato ¨Cmenos de dos euros- y conocido desde hace 30 a?os. Se administra a los pacientes que han tenido un infarto durante las 24 horas despu¨¦s de salir del quir¨®fano. Era un viejo conocido al que apenas se le prestaba atenci¨®n. Nadie se hab¨ªa preguntado qu¨¦ suceder¨ªa si se inyectaba de forma precoz por parte los servicios sanitarios al acceder a la persona infartada, ya fuera en la ambulancia, en urgencias o en el helic¨®ptero de camino al hospital.
La respuesta del primer ensayo que ha comprobado los efectos en humanos de esta terapia temprana, dirigido por investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC), ha sido sorprendente. Seg¨²n las conclusiones que recoge la revista Circulation, reduce en un 21% la lesi¨®n card¨ªaca, lo que se relaciona con una importante mejora en la expectativa de vida del paciente y abre las puertas a un cambio del protocolo de atenci¨®n a estos numerosos enfermos card¨ªacos (cada a?o se diagnostican 50.000 infartos en Espa?a).
El infarto agudo de miocardio se produce cuando se obstruye una arteria coronaria, lo que se traduce en la necrosis de la parte del coraz¨®n que se queda sin riego. A mayor necrosis, menor fuerza de bombeo y peor pron¨®stico por insuficiencia cardiaca, arritmias o incluso por el riesgo de muerte s¨²bita del paciente. Las futuras complicaciones del paciente estar¨¢n relacionadas con los gramos de m¨²sculo cardiacos necrosados.
El tratamiento convencional del infarto consiste en practicar al enfermo una angioplastia, es decir, en? en introducir una especie de peque?o bal¨®n hinchable a trav¨¦s de un cat¨¦ter en la arteria ocluida para llenarlo de aire, dilatar el vaso y restablecer el riego sangu¨ªneo. El metoprolol forma parte del tratamiento farmacol¨®gico convencional posterior: es un medicamento de la familia de los beta-bloqueantes que se administra en las 24 horas siguientes de salir del quir¨®fano y que los enfermos deber¨¢n tomar (una pastilla al d¨ªa) el resto de sus vidas.
Un equipo del CNIC dirigido por Borja Ib¨¢?ez, jefe del Grupo de Imagen en Cardiolog¨ªa Experimental, junto con Valent¨ªn Fuster, director del centro, se propuso observar qu¨¦ suced¨ªa si se administraba el medicamento inyectado en el menor tiempo posible desde que suced¨ªa el accidente cardiovascular. Para ello, reclutaron a 270 pacientes espa?oles (de Madrid, Galicia, Le¨®n y Cantabria) que dividieron en dos grupos. La mitad recibi¨® el metoprolol de forma intravenosa; el resto tras el diagn¨®stico de infarto mediante el tratamiento convencional.
¡°Por t¨¦rmino medio, los enfermos tratados prematuramente ten¨ªan un 21% menos de gramos necrosados que el resto¡±, apunta Ib¨¢?ez a este diario, por lo que tambi¨¦n presentaban una mayor fuerza contr¨¢ctil del coraz¨®n. El motivo de este resultado tan esperanzador, sin embargo, no est¨¢ demasiado claro. "Hemos observado que se reduce la inflamaci¨®n, pero queremos analizar el efecto del medicamento en la interacci¨®n de las plaquetas con las c¨¦lulas inflamatorias, lo que podr¨ªa explicar por qu¨¦ debe administrarse esta terapia lo antes posible una vez diagnosticado el infarto", a?ade Ib¨¢?ez.
De momento, cada vez son m¨¢s los hospitales que est¨¢n cambiando su protocolo de actuaci¨®n ante un infarto y administran el f¨¢rmaco a la mayor brevedad. "No solo los que han participado en el ensayo, tambi¨¦n otros", explica Ib¨¢?ez.
El siguiente paso consiste en abordar un ensayo m¨¢s numeroso, con unos 2.000 pacientes, y de ¨¢mbito internacional para demostrar que esta t¨¦cnica no solo se reduce el tama?o del infarto, sino tambi¨¦n, como parece lo m¨¢s probable, la mortalidad a largo plazo de los pacientes tratados de forma precoz.?
En un editorial que acompa?a la publicaci¨®n del art¨ªculo, dos expertos del Technische Universit?t y la Munich Heart Alliance, Gjin Ndrepepa y Adnan Kastrati, alaban sus conclusiones. Ambos plantean que en cuanto se confirmen los resultados con un nuevo ensayo m¨¢s numeroso es muy posible que se cambie la pr¨¢ctica cl¨ªnica. ¡°Una estrategia capaz de reducir el tama?o del infarto en un 20% nos da mucha esperanza en un futuro beneficio cl¨ªnico¡±, escriben los autores.
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