David Hubel, una revoluci¨®n en la ciencia de la visi¨®n
Cre¨® la herramienta m¨¢s potente para el estudio del sistema nervioso, lo que le vali¨® el Premio Nobel de Medicina en 1981
David Hunter Hubel (Windsor, Canad¨¢, 1926), cient¨ªfico que revolucion¨® nuestro conocimiento sobre c¨®mo el cerebro procesa la informaci¨®n y obtuvo por ello junto a Torsten Wiesel el Nobel de Medicina en 1981, falleci¨® el 22 de septiembre de 2013 en Lincoln, Massachusetts, a los 87 a?os. El profesor Hubel realiz¨® aportaciones fundamentales al conocimiento de la fisiolog¨ªa visual. Desarroll¨® la herramienta de trabajo m¨¢s poderosa para el estudio del sistema nervioso: un electrodo met¨¢lico capaz de registrar la actividad de una neurona. El dispositivo creado por Hubel ha sido el instrumento m¨¢s importante para el estudio del sistema nervioso, ya que ha permitido conocer las respuestas de dichas c¨¦lulas a los est¨ªmulos naturales.
David Hubel estudi¨® Medicina en la McGill University y en 1955 empez¨® a investigar en el Walter Reed Army Institute of Research, en USA, desde donde pas¨® a la Johns Hopkins Medical School de Baltimore. All¨ª, junto a Wiesel, empez¨® a estudiar las neuronas de la corteza visual del gato, trabajos que prosigui¨® cuando, un a?o despu¨¦s, ingres¨® en la Facultad de Medicina de Harvard. En una serie de experimentos cl¨¢sicos, ambos investigadores demostraron que las neuronas de la corteza visual son capaces de detectar im¨¢genes visuales apropiadas, formadas por bordes con contraste, con una orientaci¨®n determinada y movi¨¦ndose en una direcci¨®n espec¨ªfica. Tras los hallazgos sobre la microestructura funcional del cerebro de Rafael Lorente de N¨® (1938) y Vernon B. Mountcastle (a?os sesenta), Hubel y Wiesel extendieron estos descubrimientos a la corteza visual, con implicaciones revolucionarias. La corteza del cerebro visual pas¨® de concebirse como una estructura de millones de c¨¦lulas (cada una las cuales participaba en la reconstrucci¨®n de la escena visual) tras saberse que cada c¨¦lula se activa solo por su propio est¨ªmulo, lo que quiere decir que est¨¢ se?alando algo espec¨ªfico de la naturaleza de la imagen en una regi¨®n particular del campo visual. Ahora sabemos que esa microestructura de la corteza visual es com¨²n a otras partes del cerebro.
Otra aportaci¨®n de gran trascendencia cl¨ªnica ha sido conocer c¨®mo madura el sistema visual durante el desarrollo. Un ojo estr¨¢bico termina realizando su funci¨®n mucho peor que el sano. Hubel y Wiesel definieron el rango cr¨ªtico de edad dentro del cual el desarrollo de la corteza visual se modifica por la experiencia: aunque la funci¨®n del sistema visual est¨¢ determinada gen¨¦ticamente, tambi¨¦n existe una plasticidad de esa funci¨®n gracias a la experiencia visual. Estos hallazgos han tenido una gran repercusi¨®n en la cl¨ªnica oftalmol¨®gica.
Con la muerte de Hubel perdemos un gran cient¨ªfico, y quienes tuvimos la suerte de tratarle, tambi¨¦n un amigo.
Carlos Acu?a Castroviejo es catedr¨¢tico de Fisiolog¨ªa en la Universidad de Santiago de Compostela.
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