El estigma de los pol¨ªticos
Gonz¨¢lez-Sinde no ha cometido ilegalidad alguna por concurrir al Premio Planeta, pero su pasado como ministra levanta recelos Espa?a no acostumbra a aprovechar el conocimiento del retirado de la vida p¨²blica La corrupci¨®n contribuye al descr¨¦dito
?Ha cometido alguna ilegalidad la escritora y guionista ?ngeles Gonz¨¢lez-Sinde al haberse presentado a un premio literario, el Planeta, y haber quedado finalista? Su acci¨®n no choca con la ley de incompatibilidades a pesar de que hasta dentro de dos meses los ministros del ¨²ltimo Gobierno socialista no culminan los dos a?os de incompatibilidades. La creaci¨®n literaria est¨¢ excluida del veto a desempe?ar tareas relacionadas con la responsabilidad anterior.
La sorpresa de la finalista del Planeta de este a?o ha venido porque sus 30 meses de ministra parecen anular la veintena de a?os en su profesi¨®n de creadora y escritora e incluso invalidar la vuelta a su ocupaci¨®n habitual. Los pol¨ªticos se rebelan contra el estado de opini¨®n actual que les condena ¡°a la inhabilitaci¨®n¡± al haber transitado por la vida p¨²blica, y se niegan a que ¡°se les condene a la muerte civil¡± por el ¡°pecado de la pol¨ªtica¡±. Pol¨ªticos y expertos reconocen que en Espa?a falta ¡°la porosidad¡± que existe en otros pa¨ªses entre el paso de la vida profesional a la pol¨ªtica y viceversa, con naturalidad. Los resquemores que en algunos sectores ha provocado que la finalista del Premio Planeta obtuviera el galard¨®n por su obra El buen hijo ponen de manifiesto con absoluta crudeza la desconfianza en Espa?a hacia los representantes de los ciudadanos, a quienes se atribuye ¡°su paso por la vida pol¨ªtica como una etapa destinada a labrarse el porvenir y asegurarse el futuro para cuando dejen la pol¨ªtica¡±. Esta aseveraci¨®n del catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa Jos¨¦ Juan Toharia, basada en numerosos estudios demosc¨®picos, entra en el coraz¨®n de la desconfianza hacia el pol¨ªtico que no exist¨ªa hace 20 a?os y ahora se desborda.
Toharia: "La sociedad niega legitimidad al gobernante antes y despu¨¦s de ejercer"
¡°La sociedad niega a los pol¨ªticos legitimidad social antes y despu¨¦s de estar en la vida p¨²blica¡±, constata el presidente de Metroscopia, Jos¨¦ Juan Toharia. Un mejor conocimiento de lo que hacen los pol¨ªticos, y un cambio en la ley electoral para que haya trato directo con el representado, son soluciones que manejan expertos y algunos pol¨ªticos, como glosa el exconsejero de Econom¨ªa y Hacienda de Madrid Percival Manglano.
El paso de la vida p¨²blica a la privada no arroja casos de ilegalidad en cuanto al cumplimiento de las incompatibilidades y los supuestos en los que ha habido presunto delito est¨¢n en los tribunales.
Esos supuestos en los que un pol¨ªtico despu¨¦s de dejar su actividad p¨²blica se dedica en el terreno privado a un ¨¢rea relacionada con su etapa gubernamental es lo que se llama la t¨¦cnica de la puerta giratoria; en tanto que gira del despacho oficial al privado sin que antes hubiera tenido relaci¨®n con esa parcela.
Esa situaci¨®n nada tiene que ver con esa cancela que abren otros pol¨ªticos porque simplemente por ella pasan a su vida anterior. As¨ª lo han hecho el cient¨ªfico Bernat Soria, el escritor C¨¦sar Antonio Molina o Cristina Garmendia, por citar a tres ministros del Gobierno socialista anterior, que han pasado brevemente por la pol¨ªtica y han vuelto a sus or¨ªgenes. As¨ª lo ha hecho Gonz¨¢lez-Sinde.
A estos anteriores se cita, desde la derecha, la izquierda y el nacionalismo, para expresar indignaci¨®n y consternaci¨®n, o las dos cosas. ¡°La sociedad no puede condenar a los pol¨ªticos a la muerte civil¡±, proclama el diputado socialista Jos¨¦ Enrique Serrano, jefe de gabinete de los dos presidentes socialistas, Felipe Gonz¨¢lez y Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. ¡°No es posible que en la pol¨ªtica estemos lo peor de la sociedad y, por tanto, no es posible que el paso por la pol¨ªtica inhabilite a quien la ejerza para pasar a la vida privada sin que se sospeche de que se ha aprovechado del cargo¡±, arguye el secretario general del Grupo Popular, Jos¨¦ Antonio Berm¨²dez de Castro. Ambos pol¨ªticos, del PSOE y del PP, son ponentes de la Ley de Transparencia a punto de aprobarse.
Serrano (PSOE): "Se pretende la muerte civil al salir del cargo"
Los prejuicios se tienen a pesar de que Espa?a cuenta con una f¨¦rrea ley de incompatibilidades y a todo el mundo le parece imprescindible que el pol¨ªtico pueda escribir y crear.
¡°No puede haber castraci¨®n de la creatividad literaria¡±, aborda en este caso concreto pero no solo el diputado de CiU y portavoz constitucional, Jordi Xucl¨¢. ¡°?C¨®mo se puede reprochar a un creador que lo sea?¡±, se pregunta el diputado nacionalista, miembro del Consejo de Europa y a trav¨¦s del mismo mandatado en la preparaci¨®n de pol¨ªticos cuyos pa¨ªses aspiran a pertenecer a la Uni¨®n Europea. La pasada semana les habl¨® de ¡°c¨®digos ¨¦ticos¡± para estar en pol¨ªtica. Su f¨®rmula es la de regular un r¨¦gimen f¨¦rreo de incompatibilidades.
Ahora bien a esa dedicaci¨®n exclusiva le debe acompa?ar el criterio de ¡°pol¨ªticos bien pagados¡±. A esta reivindicaci¨®n econ¨®mica se arriesga Xucl¨¢ en estos tiempos de crisis profunda en que el sueldo de los pol¨ªticos de las Cortes y de los ministros, congelados desde hace cuatro a?os, se antoja excesivo sea el que sea. ¡°Llegar¨¢ un momento en el que nadie querr¨¢ dedicarse a la pol¨ªtica: se critica que nos dediquemos a ella muchos a?os, porque eso es profesionalizaci¨®n, pero no se nos deja salida para despu¨¦s. A no ser que seas funcionario, a cualquier otra tarea que te dediques se considera ileg¨ªtima, impropia, sin derecho a ella¡±, elucubra con un punto de indignaci¨®n, Trinidad Jim¨¦nez, dos veces ministra (Sanidad y Asuntos Exteriores) con Rodr¨ªguez Zapatero, a 3.800 euros al mes por 12 pagas, al igual que Gonz¨¢lez-Sinde o el exministro de Fomento Jos¨¦ Blanco, durante sus estancias en el Gobierno. Este ¨²ltimo se pregunta por qu¨¦ la sociedad ¡°no aprovecha¡± el caudal de experiencia y conocimiento que un pol¨ªtico adquiere durante su etapa en la vida p¨²blica.
Una cosa es la 'puerta giratoria' y otra que se retome la profesi¨®n
S¨ª es pertinente esta ¨²ltima reflexi¨®n de Blanco porque ese aprovechamiento s¨ª se produce en otras sociedades occidentales; desde luego en el mundo anglosaj¨®n, donde las empresas tienen especial inter¨¦s en contratar a personas de la pol¨ªtica. En Espa?a se ha establecido la convenci¨®n de que las compa?¨ªas solo est¨¢n interesadas en las agendas, es decir, en los contactos de los pol¨ªticos y por eso han hecho suculentas ofertas a los expresidentes Felipe Gonz¨¢lez y Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, a la expresidenta de Madrid Esperanza Aguirre y, en general a todos los exministros de Econom¨ªa, ya sean del PP o del PSOE.
No es suficiente solo succionar sus agendas; tambi¨¦n deber¨ªan utilizar sus conocimientos, reclaman los pol¨ªticos y as¨ª lo entienden el soci¨®logo Toharia y el exconsejero Manglano. Aprovechamiento en la salida, pero tambi¨¦n piden que la entrada en la vida p¨²blica sea m¨¢s natural que lo que es ahora. Los ciudadanos tendr¨ªan que considerar beneficioso que se reclamara para la pol¨ªtica durante un tiempo a personas con amplios conocimientos en distintas parcelas, relata el diputado Rafael Simancas, responsable del PSOE de ¡°formar¡± pol¨ªticos, por su cargo de secretario federal de formaci¨®n. ¡°Debe haber la posibilidad de entrar y salir honestamente de la pol¨ªtica¡±, reclama.
No es f¨¢cil por la propia estructura de los partidos, constata Percival Manglano, con un curr¨ªculum acad¨¦mico en universidades extranjeras muy abultado y que ocup¨® la Consejer¨ªa de Econom¨ªa y Hacienda de la Comunidad de Madrid con Esperanza Aguirre. La desconfianza de los ciudadanos tiene su justificaci¨®n en que el pol¨ªtico ¡°no est¨¢ tanto para representar a los espa?oles cuanto para ejecutar las ¨®rdenes que le llegan desde sus c¨²pulas¡±. Bien, para la ¡°estabilidad del sistema¡±, pero mal porque los ciudadanos no se sienten representados. De ah¨ª, establece Manglano, que haya tan pocas dimisiones: es tan dif¨ªcil entrar en pol¨ªtica que nadie quiere dimitir porque ¡°a partir de una dimisi¨®n quedas expulsado de la carrera pol¨ªtica¡±. El problema, a su juicio, est¨¢ en las listas electorales cerradas que hacen depender de las direcciones de los partidos.
En este pa¨ªs, existe una f¨¦rrea ley de incompatibilidades
La crisis tiene mucho que ver, como sugiere un pol¨ªtico actual, Joan Coscubiela, diputado de Iniciativa per Catalu?a-Els Verds, que viene del mundo de la universidad, como profesor de Derecho del Trabajo, y ha ejercido como abogado laboralista y en otro tiempo como l¨ªder sindical. ¡°La desconfianza hacia la pol¨ªtica empieza por la duda de los ciudadanos de que somos ¨²tiles; se duda de la utilidad de la pol¨ªtica; no sirve¡±.
Los casos de corrupci¨®n contribuyen al descr¨¦dito, una vez que se da como generalizada. ¡°Es injusto, pero es cierto que el estigma sobre la pol¨ªtica la sostienen todas las capas sociales, incluidas las ¨¦lites intelectuales¡±, constata el fil¨®sofo y decano de la Facultad de Filosof¨ªa y Letras de Granada, Jos¨¦ Antonio P¨¦rez Tapas, con muy amplia obra publicada sobre pensamiento y ciencia pol¨ªtica. ¡°Los casos de corrupci¨®n funcionan como prejuicio que desprestigia a todo un colectivo con un moralismo injusto y est¨¦ril¡±, afirma P¨¦rez Tapias, que rechaza cualquier resquemor sobre el premio obtenido por Gonz¨¢lez-Sinde.
Todos los consultados defienden a la escritora, y algunos, como Rafael Simancas, utilizan la iron¨ªa en su defensa. ¡°Gonz¨¢lez-Sinde tiene mucho m¨¦rito porque ha resultado finalista del Premio Planeta, a pesar de haber sido ministra¡±.
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