¡°Los objetos de la guerra pueden ser objetos de la paz¡±
El m¨²sico cre¨® la ¡®escopetarra¡¯ con las armas de guerrilleros y paramilitares
Un fusil AK-47 m¨¢s una guitarra da como resultado una escopetarra. Es m¨¢s dif¨ªcil de tocar que un instumento convencional porque al no tener caja, el brazo no puede descansar. Pero tiene una ventaja: no se desafina nunca. Su creador es el m¨²sico C¨¦sar L¨®pez (Bogot¨¢, 1972) y la pasea por el mundo como s¨ªmbolo de reconciliaci¨®n. Ayer, de hecho, la toc¨® en la sede de Naciones Unidas, en Nueva York. Las armas provienen de guerrilleros y paramilitares colombianos que las han dejado. ¡°Una vez un excombatiente me dijo: ¡®Soy una escopetarra. Antes era una m¨¢quina de matar y ahora tengo un proyecto de vida¡±, evoca L¨®pez.
Tras ofrecer un concierto ante 100 personas en la Casa Am¨¦rica Catalu?a, en Barcelona, el m¨²sico acepta merendar una generos¨ªsima porci¨®n de tarta de zanahoria y caf¨¦ con leche. L¨®pez se invent¨® el instrumento hace 10 a?os, en uno de los momentos m¨¢s tensos del conflicto colombiano. Era entonces la cara visible del Batall¨®n Art¨ªstico de Reacci¨®n Inmediata, un grupo que corr¨ªa a los sitios tras cometerse un atentado. ¡°La gente cantaba con nosotros y llor¨¢bamos todos¡±, dice. El 7 de febrero de 2003, el Batall¨®n fue al Club El Nogal, en una de las zonas m¨¢s exclusivas de Bogot¨¢. Un coche bomba dej¨® 36 muertos, 200 heridos y una ciudadan¨ªa que se sent¨ªa m¨¢s vulnerable que nunca. L¨®pez, autodidacta, y sus amigos quisieron entrar pero un soldado les impidi¨® el paso. ¡°Con su fusil me rompi¨® la guitarra. Nos miramos, con nuestras armas colgando y me vino la idea¡±, recuerda.
Pudding. Barcelona
- Tres caf¨¦s con leche: 4,5 euros.
- Dos tartas de zanahoria, 8.
Total: 12,5 euros.
Despu¨¦s de mucha insistencia, logr¨® que el Gobierno le diera unos AK-47 entregados por insurgentes que hab¨ªan dejado la guerra por voluntad propia. El lutier Luis Alberto Paredes fabric¨® los instrumentos. ¡°Hay tranformaciones en las sociedades que han vivido conflictos. Los objetos de la guerra pueden ser objetos de paz. Guitarra y fusil no pod¨ªan imponerse, deb¨ªan convivir¡±, dice. La ONU abraz¨® la iniciativa. Manu Chao, Juanes o Bob Geldof ya tienen su escopetarra.
No se oye m¨²sica de fondo en la casa de t¨¦. Solo los ruidos de una fiesta infantil. L¨®pez mira a los peque?os. ¡°Hasta los 16 a?os hay m¨¢s predisposici¨®n a hacer un clic con el arte. Antes cre¨ªa que mi cometido era cantar historias. Pero ya se sabe que el arte no es la panacea y que funciona solo en ciertos casos¡±, puntualiza. Y critica que en el proceso de paz de La Habana no haya lugar para la cultura. ¡°No se ve all¨ª a los artistas colombianos, en el anterior, s¨ª¡±.
L¨®pez lidera un proyecto en ocho pa¨ªses que busca que por un d¨ªa haya cero homicidos. Solo en Colombia, el 3 de octubre, hubo 37 y, anualmente 17.000. ¡°Por un d¨ªa, al menos, en lugar de muertes, hablamos de vida y tenemos oferta cultural gratuita¡±, dice. Y a?ade mirando el trozo de tarta que queda en su plato: ¡°Si todos pactamos que nadie m¨¢s come hoy pastel, se debe cumplir. Lo mismo pasa con el respeto a la vida. Si no cumples, te fallaste a ti y al colectivo¡±.
Tambi¨¦n quiere ir a Mosc¨² para llevarle una escopetarra a Mija¨ªl Kal¨¢shnikov, de 95 a?os, padre del AK-47. ¡°Es devolverle su invento transformado, como cuando alguien te regresa un argumento en positivo¡±, explica. Hay riesgo. El ruso tiene fama de dar a sus visitantes una r¨¦plica del arma en cristal, con vodka. Curiosamente nunca se ha hecho un instrumento con un fusil de la Fuerza P¨²blica: ¡°Fui a ver un coronel, se lo ped¨ª y me dijo: ¡®No puedo. Pensar¨¢n que el Ej¨¦rcito se mariqui¨®¡±.
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