Vientres sin ley
La maternidad subrogada no es legal en Espa?a. Pero cada vez hay m¨¢s agencias que buscan madres de alquiler en Rusia, India o EE UU
In¨¦s, con un cargo directivo en una empresa de Barcelona; Mar, abogada, residente tambi¨¦n en Barcelona, y Elena, de Madrid (los tres son nombres ficticios para conservar el anonimato), han pasado toda esta semana en Los ?ngeles cumplimentando los pasos de la compleja burocracia que les puede acercar a su sue?o: tener un hijo a trav¨¦s de un vientre de alquiler. Es lo que en los despachos se conoce como maternidad subrogada. En California es legal, pero no en Espa?a ni en la mayor¨ªa de pa¨ªses del mundo. In¨¦s es soltera. Mar y Elena viajan acompa?adas por sus parejas. Las tres tienen problemas de fertilidad y no pueden ser madres por el procedimiento tradicional de concebir un hijo en sus vientres. Por eso est¨¢n en Los ?ngeles.
Han tenido que romper muchas barreras psicol¨®gicas y sociales antes de atreverse a cruzar el Atl¨¢ntico para encontrar el vientre de alquiler que las permita ser madres. Les acompa?a Sebasti¨¢n Exp¨®sito, coordinador de la empresa VDA Fertility Consulting, con sede Barcelona, una de las agencias especializadas que han florecido en Espa?a en los ¨²ltimos tres o cuatro a?os ante el aumento de la demanda.
Exp¨®sito abri¨® la empresa en 2010. ?l mismo conoce de primera mano el proceso. Cuatro a?os antes, en 2006, recorri¨® las mismas etapas que ahora cumplen In¨¦s, Mar y Elena. Exp¨®sito es el padre de Salma, una ni?a de cinco a?os que le ha proclamado ¡°el mejor pap¨¢ del mundo, me dice¡±, comenta muy feliz. Esta semana, adem¨¢s, tiene motivos para estar radiante porque despu¨¦s de tres a?os de espera acaba de recibir la sentencia que reconoce a su hija en el Registro Civil de Barcelona (si es que el fiscal no la revoca).
¡°Yo fui el primer hombre soltero en Catalu?a que hizo p¨²blico, en el programa de televisi¨®n de Ana Rosa, que era padre de una ni?a de madre subrogada. No tuve m¨¢s remedio que hacerlo para ver si las cosas se empezaban a mover en Espa?a y se reconoc¨ªa legalmente a estos ni?os. Hasta el d¨ªa de hoy mi hija era una residente extranjera viviendo con su padre de nacionalidad espa?ola. Esto significa que no ten¨ªa derecho a beneficiarse de la Seguridad Social ni a asistir a un colegio p¨²blico ni a ninguno de los beneficios de que gozan los ciudadanos. Afortunadamente, los ni?os nacidos a partir del 5 de octubre de 2010 ya pueden inscribirse en el Registro Civil¡±.
¡°Los homosexuales sacamos la subrogaci¨®n del armario¡±
Javier Herraiz y su marido Jos¨¦ Hernando compraron hace dos a?os dos billetes de ida para Estados Unidos y cuatro de vuelta. Tras un largo proceso, Olivia y Gadea, sus dos mellizas, nacieron en una cl¨ªnica californiana gracias a la subrogaci¨®n. Estos padres huyen siempre de la expresi¨®n ¡°vientre de alquiler¡±, a la que consideran despectiva. Ese pa¨ªs fue siempre su primera opci¨®n, por la seguridad jur¨ªdica y m¨¦dica que ofrec¨ªa. Como lo fue para Antonio Vila y su marido. Tambi¨¦n en 2010 naci¨® su hija Manuela.
Vila recuerda el momento en el que conoci¨® a la mujer que llevar¨ªa en su vientre a su hijo. ¡°Es una sensaci¨®n extra?a, conoces a una de las personas que m¨¢s importancia va a tener en tu vida¡±. Vila y su pareja rellenaron un formulario con sus caracter¨ªsticas que lleg¨® a las manos de las mujeres gestantes. Ellas hacen el primer filtro, deciden con quien quieren vivir el proceso. Luego llega el encuentro, el de la elecci¨®n final. Su relaci¨®n comenz¨® con una cena en un restaurante, una visita a su casa, para conocerla mejor y una sucesi¨®n de correos electr¨®nicos que no finalizaron con el parto. ¡°Nosotros seguimos en contacto con ella, de hecho queremos ir a verla¡±, apunta Vila.
Vila y Herraiz son el presidente y el secretario de la asociaci¨®n Son Nuestros Hijos, una organizaci¨®n que agrupa a m¨¢s de 200 familias y que naci¨® en 2008 de la lucha de una pareja por inscribir a sus mellizos en el Registro Civil. Dos a?os despu¨¦s de su creaci¨®n lograron que el Gobierno aprobara una instrucci¨®n para regular el registro de los ni?os nacidos por subrogaci¨®n. Gracias a la norma, los tres beb¨¦s nacidos en 2010 pudieron ser inscritos como sus hijos en los registros consulares. Aquel primer a?o de aplicaci¨®n de la norma fue algo confuso, porque los funcionarios no ten¨ªan muy claro c¨®mo proceder, explican las dos parejas, pero actualmente, el proceso se lleva a cabo con normalidad. Antes de eso, los ni?os manten¨ªan la nacionalidad estadounidense.
Marisa Bautista es una abogada madrile?a que consigui¨® el pasado marzo la primera filiaci¨®n en el Registro Civil, mediante una resoluci¨®n judicial, de unos mellizos nacidos en 2009 en Estados Unidos. Ella acudi¨® a los tribunales tras la negativa del registro a inscribir a los ni?os. Bautista es una de las abogadas que se ha especializado en los ¨²ltimos a?os en asesorar a las parejas interesadas en el proceso. ¡°Cuanto m¨¢s dif¨ªcil se pone el tema de la adopci¨®n, m¨¢s gente piensa en la subrogaci¨®n¡±, afirma.
En el momento de la fundaci¨®n de la asociaci¨®n Son Nuestros Hijos, la mayor¨ªa de los miembros eran homosexuales, ahora el porcentaje se ha invertido, asegura Herraiz. ¡°Nosotros hemos sacado la subrogaci¨®n del armario. Ya no se ve como algo que haya que ocultar¡±, apunta Vila.
Su asociaci¨®n aconseja a las parejas o personas solteras que quieren iniciar el proceso. Vila y Herraiz reconocen que desconf¨ªan de algunas agencias y mediadores que han surgido en los ¨²ltimos a?os en Espa?a, pero ¡°lo cierto es que no hacen que t¨² no puedas hacer por tu cuenta¡±.
Estados Unidos sigue siendo el pa¨ªs al que m¨¢s parejas recurren para la gestaci¨®n subrogada. La seguridad jur¨ªdica compensa su alto coste derivado del entramado legal, la atenci¨®n m¨¦dica y los viajes. All¨ª hay agencias, abogados y cl¨ªnicas especializadas en esta pr¨¢ctica en la que cada paso est¨¢ regulado. Si todo va bien, la pareja desembolsa alrededor de 100.000 euros, pero cualquier circunstancia puede aumentar esa cantidad. Un d¨ªa en la incubadora, la hospitalizaci¨®n de la gestante, o el retraso de alg¨²n documento legal incrementan el gasto.
Espa?a, un pa¨ªs con la legislaci¨®n m¨¢s avanzada del mundo en materia de reproducci¨®n asistida, y al que acuden parejas de toda Europa a tratarse, nunca ha aprobado la maternidad subrogada. ¡°Supone la comercializaci¨®n del vientre de la mujer, incluso si lo hace cuando ella quiere¡±, explica Marcelo Palacios, fundador de la Sociedad Internacional de Bio¨¦tica, redactor de la Ley de Reproducci¨®n Asistida, de 1988 y que ha sufrido reformas menores, y exdiputado socialista.
En Espa?a est¨¢ prohibido pagar por la donaci¨®n de ¨®rganos, sea un ri?¨®n o un ¨®vulo (las donantes reciben formalmente solo una compensaci¨®n por las molestias). ¡°En la redacci¨®n de la ley se entend¨ªa que pod¨ªa ser un elemento de compra de mujeres con necesidades econ¨®micas. Adem¨¢s, ve¨ªamos inconvenientes importantes, como que la gestante no quisiera dar al ni?o al nacer o que el embarazo viniera con malformaciones y los padres que lo hab¨ªan encargado no lo quisieran¡±. Palacios prosigue con los inconvenientes que vieron en la maternidad subrogada: ¡°Todos los partos pueden tener complicaciones y algunos pueden dejar consecuencias para la madre. ?Qui¨¦n se har¨ªa cargo del coste de los problemas?¡±.
A Exp¨®sito no hace falta preguntarle si la experiencia de la paternidad en solitario a trav¨¦s de un vientre de alquiler le ha valido la pena, se nota que se siente tan satisfecho que la ha convertido en su modo de vida. A ra¨ªz de dar a conocer su historia en un blog, muchas personas se dirigieron a ¨¦l en busca de asesoramiento y consejo. Por eso decidi¨® montar la empresa que hoy coordina. Muy comprensivo con las incertidumbres de quienes se aventuran en este proceso, Exp¨®sito ejerce en Los ?ngeles de cordial cicerone por entre el vericueto de la reproducci¨®n asistida.
In¨¦s, Mar y Elena, junto a las parejas de las dos ¨²ltimas, pasan el primer d¨ªa en la cl¨ªnica California Fertility Partners someti¨¦ndose a chequeos y pruebas m¨¦dicas. El doctor Guy E. Ringler, especialista en endocrinolog¨ªa y fertilidad, es muy riguroso con los ex¨¢menes m¨¦dicos ya que est¨¢ en juego la transmisi¨®n del material gen¨¦tico que debe cumplir los requisitos de la Sanidad estadounidense. Lleva 23 a?os atendiendo a pacientes que vienen de Espa?a y de distintos rincones del mundo en busca de un vientre de alquiler.
¡°Tiene que haber una necesidad, un problema de infertilidad claro para autorizar ese paso, no un simple capricho de que otra mujer se quede embarazada por ti porque no quieras arruinar tu figura. Las madres subrogadas est¨¢n arriesgando mucho de s¨ª mismas qued¨¢ndose embarazadas para ayudar a las personas que realmente necesitan recurrir a sus servicios para tener un hijo. Mi experiencia es que son mujeres extraordinarias que se sienten felices de ayudar a otras personas a ser padres. La satisfacci¨®n que experimentan cuando el beb¨¦ nace y se lo entregan a la madre es su principal motivaci¨®n, no la parte econ¨®mica, lo oigo una y otra vez. Ellas est¨¢n donando sus ¨®rganos reproductivos para ayudar a otros, y eso es un regalo¡±. El doctor Guy E. Ringler reconoce que las gestantes reciben un dinero, pero no precisa la cantidad. Otras fuentes apuntan que puede ser 25% del proceso.
In¨¦s acaba de pasar el examen m¨¦dico, algo que no la sorprende, pues coincide con el historial cl¨ªnico que ha tra¨ªdo de Barcelona. Y explica sus razones: ¡°Siempre he querido tener hijos, pero por razones de salud y por edad [se acerca a los 40] ser¨ªa un embarazo de alto riesgo, totalmente desaconsejado por el m¨¦dico. Adem¨¢s, debido a esos mismos problemas de salud, no puedo hacer una donaci¨®n de ¨®vulos¡±, comenta abiertamente. Antes de decidirse a embarcarse en este viaje valor¨® la posibilidad de adoptar un ni?o, pero siendo soltera no lo ten¨ªa nada f¨¢cil y lleg¨® un momento que incluso se hizo a la idea de que iba a tener que renunciar a la maternidad. Fue su doctor quien la puso en contacto con la empresa de Exp¨®sito. ¡°Me ha cambiado la vida¡±, asegura con una sonrisa que lo dice todo.
Tampoco Elena ha tenido ninguna traba para pasar su d¨ªa de ex¨¢menes m¨¦dicos: ¡°Yo fui madre y perd¨ª a mi hija cuando ten¨ªa dos a?os por una enfermedad. Hemos querido volver a ser padres, pero la verdad es que con 45 a?os ya es un poco tarde. Primero nos planteamos la adopci¨®n, hasta constatar que podr¨ªamos estar hasta diez a?os esperando. Miramos otros pa¨ªses y aunque el coste es bastante inferior, ninguno ofrece las garant¨ªas de Estados Unidos. Nos va a suponer un gran sacrificio econ¨®mico, pues, en contra de lo que pueda pensar la gente, quienes nos metemos en esto no es que seamos ricos. Depende de lo que necesites, el coste puede ascender hasta 120.000 euros, fig¨²rate lo que eso supone¡±.
Mar ha superado un c¨¢ncer de pecho y si se quedara embarazada la enfermedad podr¨ªa volver a reproducirse. ¡°Le¨ª un libro que me abri¨® totalmente la mente. Me sent¨ª identificada con el caso de una mujer que hab¨ªa pasado por lo mismo que yo y finalmente consigui¨® tener un hijo recurriendo a la maternidad subrogada¡±.
El Tour de la Fertilidad, como lo llama Exp¨®sito, contin¨²a el segundo d¨ªa con la visita a los abogados. Es el momento de sumergirse en el complejo mundo de los seguros m¨¦dicos. Las dos parejas e In¨¦s se van a pasar parte del d¨ªa de despacho en despacho. Son muchos los cabos que hay que atar, ¡°el beb¨¦ tiene su abogado, la madre subrogada tambi¨¦n y cada una de las partes que intervienen en el proceso¡±, cuenta Mar, quien por experiencia sabe muy bien lo fundamental que es el aspecto legal.
Seg¨²n el abogado Den Masserman, que lleva 21 a?os formalizando contratos para maternidades subrogadas, y a quien acaba de visitar el grupo, ¡°California es el mejor Estado para llevarla a cabo. Aqu¨ª no discriminamos a nadie por razones de tendencias sexuales, de edad o por estar solteros o casados¡ Por ejemplo, en Texas no est¨¢ permitido a parejas de homosexuales. Nosotros somos inclusivos, ayudamos a todo el mundo a tener hijos¡±, presume. Tambi¨¦n el seguro m¨¦dico es vital. ¡°El beb¨¦ tiene que tener un seguro m¨¦dico que cubra todos los gastos hasta el parto. La buena noticia es que tras la reforma sanitaria de Obama buena parte de los gastos est¨¢n cubiertos¡±, explica Exp¨®sito.
Tras la ma?ana de abogados, la tarde se dedica a visitar los bancos de esperma. El grupo acude a las instalaciones donde se almacena el semen y las muestras del cord¨®n umbilical de los beb¨¦s. A estas alturas del d¨ªa ya est¨¢n un poco cansados tras haberse llenado la cabeza de contratos, pero han de prestar atenci¨®n a la informaci¨®n que la agencia les proporciona a la hora de elegir el donante de esperma. Solo In¨¦s lo necesita. En el caso de Mar y Elena, lo pone su pareja, pero a t¨ªtulo informativo nunca est¨¢ de m¨¢s enterarse de todo el entramado por si en alg¨²n momento tuviesen que recurrir. ¡°Yo creo que para los hombres es importante poder aportar su propio esperma¡±, opina Elena.
Una vez que se firma el contrato con el banco de espermatozoides, se tiene acceso a la base de datos. ¡°Est¨¢n muy estandarizados, b¨¢sicamente se hace a trav¨¦s de Internet. Ves un dossier con las caracter¨ªsticas f¨ªsicas del donante, los estudios, h¨¢bitos, intereses y fotos de cuando eran peque?os, como mucho hasta los 12 a?os. Me gustar¨ªa tener una ni?a parecida a m¨ª, rubia, ojos azules, aunque si luego nace un ni?o completamente diferente le voy a querer igual¡±, explica In¨¦s, quien tiene muy claro el fenotipo que va a elegir, rubio de ojos claros, alto y con estudios superiores.
Todos se alojan en el mismo hotel, as¨ª que al final del d¨ªa siempre queda un rato para distenderse con bromas y comentar la jornada. ¡°Lo que se dice turismo en Los ?ngeles, aparte del Tour de la Fertilidad, poco¡±, comenta Elena. Adem¨¢s, toca acostarse pronto porque al d¨ªa siguiente hay que seguir. Es el tercer d¨ªa y van a visitar un par de agencias de madres subrogadas. La primera les presenta el perfil de las candidatas que tiene en ese momento, cuatro chicas menores de 25 a?os, dos de procedencia hispana y otras dos blancas. En el caso de las hispanas ya han pasado por la experiencia de ser madres subrogadas y vuelven a repetir. Una es lesbiana y la otra pertenece a una familia tradicional, as¨ª que solo prestar¨¢ su vientre a parejas heterosexuales.
¡°Tanto las futuras madres como las subrogadas eligen, y no es infrecuente encontrar chicas que no desean alquilar su vientre a una determinada pareja¡±, explica Exp¨®sito. ¡°Date cuenta que entre ambas se va a crear una relaci¨®n muy estrecha y si no hay feeling puede resultar problem¨¢tica¡±.
A Mar esta le parece la parte m¨¢s bonita del proceso. ¡°?Te imaginas? Voy a poder seguir toda la experiencia del embarazo a trav¨¦s de ella¡±. La selecci¨®n que hacen las agencias de las candidatas es muy rigurosa. Son chicas de entre 21 y 38 a?os, como l¨ªmite, con un sistema reproductivo completamente sano que previamente han dado a luz al menos una vez y con un perfil psicol¨®gico y social completamente equilibrado. Tienes que superar estudios y pruebas. Tambi¨¦n se miran los antecedentes penales y los h¨¢bitos de vida y de nutrici¨®n.
La elecci¨®n se realiza a trav¨¦s de fotos, v¨ªa Internet, aunque el ¨²ltimo paso incluye una entrevista, que puede ser cara a cara o por medio de Skype. Si no hay afinidad entre las partes no hay contrato y cualquiera de ellas tiene el derecho a negarse. Mar, In¨¦s y Elena, aprovechando la estancia en Los ?ngeles, van a dedicar el fin de semana, antes de partir rumbo a Espa?a, a hacer entrevistas personales con las madres subrogadas que han despertado su inter¨¦s, aunque la elecci¨®n podr¨ªa alargarse m¨¢s all¨¢ del viaje. ¡°El tour es informativo¡±, repite una y otra vez el cicerone para aliviarles de la presi¨®n de tener que decidir antes de que termine la semana.
Independientemente de c¨®mo se haga la entrevista, cara a cara o por Internet, las partes contratantes deber¨¢n conocerse finalmente entre la 20 y 26 semana de gestaci¨®n, cuando los padres del beb¨¦ viajen de nuevo a Estados Unidos para asistir a la sesi¨®n judicial que sentencia que el beb¨¦ de la madre subrogada no le pertenece a ella sino a quienes la han contratado. Entremedias, llamadas telef¨®nicas y correos forjan una relaci¨®n que en muchas ocasiones acaba en amistad.
A In¨¦s, lo m¨¢s delicado le parece que es la donaci¨®n de ¨®vulos. Van a dedicar el siguiente d¨ªa a visitar varias agencias. ¡°El proceso es m¨¢s personalizado que el del banco de espermatozoides, aunque no te llegas a conocer cara a cara. Para m¨ª es una de las partes clave. Busco cierto nivel intelectual, alguna cualidad de la persona que me resulte af¨ªn¡±.
¡°La agencia de donantes de ¨®vulos dispone de una base de datos en la que figuran las caracter¨ªsticas f¨ªsicas y psicol¨®gicas de las mujeres, as¨ª como de aquellas que ya han sido probadas en otras donaciones¡±, comenta Exp¨®sito. ¡°Otra opci¨®n es adoptar un embri¨®n, uno de los muchos que producen las t¨¦cnicas de reproducci¨®n asistida. Muchas personas se est¨¢n concienciando que es bueno traer a la vida esos embriones congelados¡±, a?ade.
El supermercado de agencias de ¨®vulos, de madres subrogadas y de bancos de espermatozoides es amplio y variado en Los ?ngeles. Es el hospital quien les da una relaci¨®n de las que ofrecen garant¨ªas y, aunque el tour ya est¨¢ llegando a su fin, una vez en Espa?a podr¨¢n seguir buscando y seleccionando. Llega el viernes y parece que el grupo ya puede respirar un poco, tras el intenso marat¨®n de los cuatro d¨ªas. Toca recapitular y valorar lo vivido. Se les ve felices, optimistas y con muy buena impresi¨®n de lo organizado que est¨¢ todo.
¡°?Vosotros cre¨¦is que en Espa?a el d¨ªa en que por fin se legalicen los vientres de alquiler seremos capaces de montar el proceso as¨ª de bien?¡±, pregunta Mar en voz alta. La expresi¨®n de las caras se torna esc¨¦ptica, aunque la esperanza es que en un futuro pr¨®ximo la maternidad subrogada se legalice. Supondr¨ªa, adem¨¢s de un ahorro econ¨®mico considerable, ¡°evitar a los padres el carrusel emocional por el que han de pasar hasta que ven al anhelado beb¨¦ en sus brazos, un proceso m¨¢s complejo y complicado de lo que parece¡±, apostilla Exp¨®sito.
No parece que la situaci¨®n vaya a cambiar pr¨®ximamente. Desde el Ministerio de Justicia se remiten a la instrucci¨®n de octubre de 2010 sobre la inscripci¨®n de ¡°nacidos por gestaci¨®n por sustituci¨®n¡± en el Registro Civil y no responden a la pregunta sobre si se plantean cambios en la normativa. La instrucci¨®n exige una sentencia judicial del pa¨ªs de origen que atestig¨¹e que la gestante renuncia al beb¨¦. El ¨²nico pa¨ªs donde un juez emite este documento es en Estados Unidos, por lo que para los que recurren a otros lugares donde la pr¨¢ctica es m¨¢s barata, la situaci¨®n no est¨¢ resuelta. En el acta de nacimiento del beb¨¦ en pa¨ªses como India o Rusia los progenitores son la mujer que ha tenido el hijo y el padre. El siguiente paso es en el registro consular, la gestante renuncia a la maternidad y el otro progenitor adopta al beb¨¦.
La Asociaci¨®n por la Gestaci¨®n Subrogada est¨¢ preparando una recogida de firmas para presentar una iniciativa legislativa popular en el Congreso para que se apruebe la subrogaci¨®n en Espa?a. Aurora Gonz¨¢lez, su secretaria, considera ¡°una discriminaci¨®n enorme que solo puedan tener hijos los que puedan pagar las cantidades que se piden ahora¡±. Esta organizaci¨®n aboga por una legislaci¨®n semejante a la de Canad¨¢, donde la gestante recibir¨ªa una compensaci¨®n regulada, como las donantes de ¨®vulos o los de esperma.
De momento la aventura de In¨¦s, Mar y Elena no ha hecho m¨¢s que empezar. Acaban de dar el primer paso y si todo va bien dentro de un a?o ver¨¢n su sue?o cumplido, y una vez m¨¢s viajar¨¢n a Los ?ngeles para estrechar en sus brazos al ni?o venido al mundo dentro de un vientre de alquiler, las nuevas cig¨¹e?as.
Una beb¨¦ argentina desde India a Aranjuez
Un recorte de peri¨®dico, una entrevista y un nombre: Anoop Gupta. Elsa Saint, argentina afincada en Aranjuez, encontr¨® en una publicaci¨®n de su pa¨ªs natal la soluci¨®n para su deseo de ser madre: la subrogaci¨®n en India. Tras siete tratamientos de fertilidad fallidos y una operaci¨®n de ¨²tero, Elsa y su marido Juan Gonz¨¢lez decidieron intentarlo una vez m¨¢s. Contactaron con el doctor Gupta, vendieron una propiedad para poder pagarle y comenz¨® el proceso. Esta intentona se llama Cayetana, es un torbellino de a?o y medio de ojos grises que trae de cabeza a su padre, que trata de seguirle el ritmo por el parque mientras ella juega con las hojas ca¨ªdas de los ¨¢rboles. ¡°En el colegio ya nos han dicho que no le consintamos nada m¨¢s, que es una tirana¡±, bromea Juan.
El caso de Cayetana se estudia en las universidades argentinas por el embrollo legal que supuso para sus padres, las autoridades indias y el consulado. Un problema burocr¨¢tico en su certificado de nacimiento mantuvo a sus padres tres meses atascados en Nueva Delhi. El consulado espa?ol no registr¨® a la ni?a y no pod¨ªa salir del pa¨ªs. Incluso llegaron a plantearse quedarse a vivir en India si no pod¨ªan sacar a la ni?a del pa¨ªs. Pero la soluci¨®n estaba en el consulado de la madre. Cayetana tuvo que registrarse como argentina para poder llegar hasta a Aranjuez. Ahora sigue siendo argentina pero desde esta semana tiene los papeles de residencia en Espa?a gracias a la reagrupaci¨®n familiar. Ya no se plantean seguir luchando para que su hija sea espa?ola, est¨¢n cansados de pleitos y papeleo. Solo quieren recordar el sabor del champ¨¢n que degustaron en el aeropuerto de Helsinki, donde hicieron escala antes de emprender el ¨²ltimo viaje de vuelta a Espa?a con su hija.
India se ha convertido en una de las potencias mundiales en subrogaci¨®n, donde m¨¢s de 3.000 cl¨ªnicas la llevan a cabo, y atrae a parejas de todo el mundo por sus precios. El pa¨ªs asi¨¢tico ofrece tarifas mucho m¨¢s asequibles que Estados Unidos. Tener un beb¨¦ all¨ª puede costar en torno a los 50.000 euros.
Pero desde el a?o pasado, las parejas espa?olas no pueden tener a sus beb¨¦s en India por una orden ministerial de ese pa¨ªs que exige que la subrogaci¨®n sea legal en el lugar de origen de los padres.
India acaba de salir del mapa de la subrogaci¨®n pero otros destinos como Tailandia y Rusia se postulan como nuevas cunas de los beb¨¦s de los espa?oles que no pueden tener hijos y la raz¨®n econ¨®mica es su principal baza. Tailandia es la opci¨®n elegida por Marta (nombre ficticio), que est¨¢ al inicio del proceso. Ella contact¨® con la empresa india Sin Cig¨¹e?a, que abri¨® en Espa?a en 2007. ¡°Estados Unidos fue imposible, necesitas mucho dinero, en Tailandia tendremos a nuestro beb¨¦ por 20.000 o 30.000 euros¡±, explica al otro lado del tel¨¦fono. Marta no pod¨ªa tener hijos por una enfermedad y recurri¨® a la subrogaci¨®n como ¨²ltima opci¨®n. ¡°Si llegas a esto es porque ya lo has intentado todo antes¡±, apunta.
Rusia empez¨® a permitir la subrogaci¨®n hace nueve a?os y cuenta con al menos 40 centros en los que se puede realizar. Diego S¨¢nchez trabaja en Subrogalia, un departamento que naci¨® hace tres a?os en una firma de abogados barcelonesa para asesorar a las familias que desean iniciar el proceso, precisamente por el aumento de consultas que detectaron. ¡°Cada mes recibimos unas 400 peticiones de informaci¨®n¡±, asegura. En Rusia, asegura S¨¢nchez, est¨¢ regulado cada paso del proceso, que puede costar hasta 80.000 euros. A¨²n as¨ª, Estados Unidos sigue siendo la opci¨®n mayoritaria. En Rusia, los padres espa?oles pueden elegir a la donante del ¨®vulo o el esperma, pero no a la gestante, que viene asignada por el centro.
S¨¢nchez explica que hay otros pa¨ªses que pueden entrar en la oferta. ¡°Ucrania, Kazajist¨¢n, Georgia son las otras posibilidades, pero nosotros a¨²n estamos estudiando las garant¨ªas legales¡±, se?ala.
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