Jos¨¦ Luis Pinillos, mentor social de la Psicolog¨ªa acad¨¦mica en Espa?a
Est¨¢ considerado como el principal difusor de la Psicolog¨ªa acad¨¦mica en Espa?a
Jos¨¦ Luis Pinillos, considerado como el principal difusor de la Psicolog¨ªa acad¨¦mica en Espa?a, muri¨® en la ma?ana del lunes en Madrid. Estuvo casado con Elvira Laffon, vinculada a la Instituci¨®n Libre de Ense?anza y al Colegio Estudio. Con ella tuvo cinco hijos. Hab¨ªa nacido en Bilbao en 1919, en el seno de una familia de la burgues¨ªa local. Tras estudiar el bachillerato y culminarlo en 1936, le sorprende la Guerra Civil y se alista como voluntario en el bando franquista. Concluye la contienda con el grado de alf¨¦rez provisional. Impulsado inicialmente por una vocaci¨®n militar, decide alistarse en la Divisi¨®n Azul, contingente de tropas enviado por Franco a Rusia para apoyar la ocupaci¨®n nazi de la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
De regreso a Espa?a ¡ªdonde confiesa haber sobrevivido con 1.500 pesetas que le facilit¨® su abuela y mediante colaboraciones period¨ªsticas sobre cr¨ªtica de arte¡ª inicia en Zaragoza sus estudios de Filosof¨ªa, los dos cursos de comunes, que completar¨¢ m¨¢s tarde en Madrid. Al finalizar la carrera presentar¨¢ su tesis sobre El concepto de sabidur¨ªa en santo Tom¨¢s, bajo la direcci¨®n del escol¨¢stico tomista S¨¢nchez de Munia¨ªn. Orientado hacia el pensamiento y la metaf¨ªsica ¡ªseg¨²n algunos disc¨ªpulos suyos su verdadera vocaci¨®n fue la filosof¨ªa¡ª, marcha a Alemania, a la Universidad de Bonn, donde en 1949 se integra en el Instituto de Psicolog¨ªa que dirige Hans Gruhle, reci¨¦n repuesto en su c¨¢tedra tras ser purgado por los nazis. Este le disuade de permanecer en Alemania y Pinillos se encamina a Inglaterra, donde se incorpora a la escuela de Hans Eysenck. A su regreso a Madrid, en 1953, se integra en el Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC) y publica en la revista de la instituci¨®n, Arbor. Vuelve a Madrid, donde colabora con Jos¨¦ Germain en la organizaci¨®n de la Escuela de Psicolog¨ªa Aplicada y Psicotecnia, fundada en 1953, el primer centro espa?ol donde se imparte un plan de estudios espec¨ªfico de esta disciplina.
Pese a una breve estancia en la Universidad de Caracas durante 1961 tras un roce con el r¨¦gimen, ese mismo a?o regresa a Espa?a y gana la c¨¢tedra de Psicolog¨ªa General de la Universidad de Valencia, aunque desarroll¨® casi toda su carrera docente en la Complutense de Madrid, cuya c¨¢tedra de Psicolog¨ªa obtuvo por concurso en 1968. La materia se hallaba entonces encuadrada en las especialidades que se impart¨ªan en la Facultad de Filosof¨ªa. En 1971 se crea para esta disciplina un campus propio en Somosaguas y en 1980 se le reconoce facultad y estatuto universitario propios. Desde?a inicialmente ocupar la c¨¢tedra, pero posteriormente se avendr¨ªa a ello. Oficiar¨ªan a su lado como profesores adjuntos de Psicolog¨ªa general Enrique Lafuente, Javier Bandr¨¦s y Juan Bautista Fuente, entre otros docentes. De aquella etapa data una frase suya: ¡°En esta ¨¦poca, en filosof¨ªa, solo se puede ser o marxista o tonto, y yo no soy marxista¡±.
Heredero de la tradici¨®n iniciada en 1879 por el alem¨¢n Wilhelm Wundt, padre de la psicolog¨ªa experimental, Pinillos se pertrecha de una erudici¨®n filos¨®fica, psicol¨®gica, cient¨ªfica, literaria y art¨ªstica considerada extraordinaria por sus allegados.
Gracias a su celebridad, algunos de sus numerosos libros logran grandes ¨¦xitos editoriales, como fue el caso de su Introducci¨®n a la psicolog¨ªa, manual con el que generaciones de estudiantes tomaron su primer contacto con la especialidad, y cuya 24? reimpresi¨®n en Alianza Editorial es de 2010; as¨ª como otro libro de divulgaci¨®n psicol¨®gica, publicado en la colecci¨®n RTVE editada por Salvat, La mente humana, de la cual se vendieron decenas de miles de ejemplares. Pinillos ha sido definido como un psic¨®logo humanista, si bien ¨¦l desde?aba tal adjetivaci¨®n. En el terreno ideol¨®gico se defin¨ªa como liberal conservador.
Dotado de gran autoridad en medios pol¨ªticos, en las postrimer¨ªas del franquismo, durante una conferencia pronunciada en la C¨¢mara de Comercio de Madrid, a prop¨®sito de los cambios pol¨ªticos dijo a la sala: ¡°Mientras el motor inm¨®vil permanezca as¨ª, no habr¨¢ cambio alguno¡± y dirigi¨¦ndose al delegado gubernativo, presente en la sala, le aclar¨®: ¡°Hablo en sentido aristot¨¦lico, claro est¨¢¡±.
En otra ocasi¨®n, durante la jornada del 23 de febrero de 1981, fue llamado por el Gobierno de los subsecretarios que encabezaba Francisco La¨ªna para ver qu¨¦ actitud hab¨ªa que seguir respecto al golpista Antonio Tejero, encerrado en el Congreso asaltado por ¨¦l y sus guardias. Pinillos, cuenta un allegado suyo, dijo que no pod¨ªa abandonar su domicilio por hallarse un familiar enfermo. ¡°?Qu¨¦ podemos hacer?¡± le preguntaron. Pinillos aconsej¨®: ¡°Creo que no se debe asaltar el Congreso, porque ello enardecer¨ªa a los ocupantes; pienso que se deber¨ªa ir poco a poco suministr¨¢ndoles informaci¨®n para persuadirles as¨ª del fracaso que les espera y de la falta de salida a su actuaci¨®n, hasta lograr su desmoralizaci¨®n¡±.
Cobr¨® gran notoriedad su test psicol¨®gico, sus trabajos sobre formaci¨®n y selecci¨®n de personal para empresas y diferentes trabajos sobre tr¨¢fico, adem¨¢s de colaboraciones de su especialidad para el Ej¨¦rcito del Aire y la OTAN. Aplic¨® la estad¨ªstica a sus estudios. Fue receptivo respecto del psicoan¨¢lisis. Gran parte de las c¨¢tedras espa?olas de Psicolog¨ªa fueron atribuidas por tribunales presididos por ¨¦l. La psicolog¨ªa acad¨¦mica espa?ola debe a Pinillos su inserci¨®n en la vida universitaria y su ascendiente social.
Era acad¨¦mico de la Espa?ola a partir de 1988, tras no resultar elegida su candidatura el a?o previo. Fue premio Pr¨ªncipe de Asturias de las Ciencias Sociales y Humanidades en 1986. Goz¨® de gran ascendiente tambi¨¦n en medios universitarios iberoamericanos. Con S¨¢nchez Asia¨ªn rigi¨® el Colegio Libre de Em¨¦ritos. Jubilado en 1986, la ¨²ltima fase de su creaci¨®n intelectual la consagr¨® al estudio de la posmodernidad. De esta ¨¦poca data su El coraz¨®n del laberinto, cr¨®nica del fin de una ¨¦poca. Colabor¨® en numerosos medios, se?aladamente el diario ABC, as¨ª como en revistas de ciencia y pensamiento. Hombre de talento, l¨²cido y con gracejo, de alta capacidad docente, cosech¨® una autoridad human¨ªstica que medios conservadores situaron en la estela de Gregorio Mara?¨®n y Jos¨¦ Ortega y Gasset.
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