El superb¨®lido ruso alcanz¨® un brillo aparente de 30 veces el Sol
El asteroide med¨ªa unos 19 metros de di¨¢metro, empez¨® a fragmentarse a unos 45 kil¨®metros de altura y la detonaci¨®n en el aire emiti¨® una energ¨ªa equivalente a 500 kilotoneladas de TNT
El pasado 15 de febrero, viernes, un asteroide que no se vio llegar entr¨® en la atm¨®sfera terrestre y explot¨® sobre la ciudad de Cheliabinsk, pillando por sorpresa a los habitantes de la zona y provocando numerosos heridos, sobre todo por los fragmentos de cristales de edificios que reventaron con la explosi¨®n del superb¨®lido. Tras meses de an¨¢lisis de todos los datos recogidos del fen¨®meno, incluidos cientos de v¨ªdeos de aficionados que presenciaron la explosi¨®n, dos equipos cient¨ªficos presentan ahora los resultados detallados del fen¨®meno. Peter Brown (Universidad de Ontario Occidental, Canad¨¢) y sus colegas concluyen que la explosi¨®n del asteroide alcanz¨® un brillo aparente en el cielo de unas 30 veces el Sol visto hasta a 100 kil¨®metros de distancia. El objeto med¨ªa unos 19 metros de di¨¢metro y la detonaci¨®n emiti¨® la energ¨ªa equivalente a una explosi¨®n de unas 500 kilotoneladas de TNT. Adem¨¢s, al analizar la trayectoria del objeto, los expertos han podido reconstruir su ¨®rbita. El grupo liderado por Jiri Borovicka (Academia de Ciencias de la Rep¨²blica Checa) concluye que muy probablemente formaba parte de uno mayor junto con otro denominado 86039 (1999 NC43), de 2,2 kil¨®metros de di¨¢metro, que tiene una ¨®rbita parecida.
Los dos equipos internacionales que han estudiado el superb¨®lido de Cheliabinsk publican sus resultados en la revista Nature. El choque inesperado de este asteroide, registrado por m¨²ltiples instrumentos en todo el mundo, se produjo justo el mismo d¨ªa en que todo el mundo estaba pendiente del paso, muy cerca de la Tierra, de otro objeto de este tipo, el 2012 DA14, cuya aproximaci¨®n hasta 27.700 kil¨®metros de la superficie del planeta hab¨ªan anticipado con precisi¨®n los cient¨ªficos. Pero Cheliabinsk es una regi¨®n rusa relativamente poblada y los v¨ªdeos que captaron el fen¨®meno en el cielo y se colgaron en Internet (especialmente 15 de ellos) han sido fundamentales para los an¨¢lisis sobre trayectoria, estructura y origen del asteroide que han realizado Borovicka y sus colegas. El asteroide entr¨® a una velocidad de 19 kil¨®metros por segundo se rompi¨® entre 30 y 45 kil¨®metros de altura, concluyen estos investigadores. La primera fractura se produjo a 45 kil¨®metros seguida de un proceso de fragmentaci¨®n intenso. A 29 kil¨®metros el asteroide se hab¨ªa roto ya en unos 20 grandes trozos. Fue un meteoro extremadamente brillante y el objeto, efectivamente, vino del lado del Sol, como se se?al¨® en su momento, por lo que era imposible que lo vieran los telescopios en tierra, mientras que cuando estaba lejos era demasiado oscuro para ser detectado. Se trataba de una condrita ordinaria.
Muchos fragmentos del meteoro se vaporizaron antes de llegar al suelo, pero los cient¨ªficos calculan que cayeron entre 4.000 y 6.000 kilos de meteoritos, incluido un fragmento grande, de unas 650 kilos que fue recuperado en el lago Chebarkul al d¨ªa siguiente.
Todos estos datos pueden ayudar a refinar los modelos te¨®ricos acerca de la frecuencia de estos fen¨®menos y el potencial da?o que pueden causar, recuerda Nature. Las colisiones de fragmentos de asteroides de tama?o variado y cometas con la Tierra son continuas, recuerdan el equipo de Borovicka en su art¨ªculo. El mayor que se ha producido ¡°en tiempos hist¨®ricos¡±, escriben, fue el de Tunguska, de 1908, cuando un cuerpo estall¨® en el aire produciendo una energ¨ªa equivalente a entre 5 y 10 megatoneladas de TNT. El equipo de Brown concluye que el n¨²mero de objetos celestes de di¨¢metro en el rango de decenas de metros supone un riesgo 10 veces mayor de lo que se hab¨ªa estimado hasta ahora.
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