¡°?Fin de la recesi¨®n? La gente quiere saber si va a comer¡±
Este madrile?o de 25 a?os estudi¨® turismo y vive en Par¨ªs. ¡°No me fui, me echaron¡±, dice convencido
¡°Llegu¨¦ a Par¨ªs, en siete d¨ªas ten¨ªa un trabajo de recepcionista en un hotel de cuatro estrellas y un salario de 1.700 euros netos¡±. Eso fue tras enviar 250 curr¨ªculos en Espa?a sin recibir una sola respuesta. Eric Labuske naci¨® en Madrid hace 25 a?os, estudi¨® turismo, habla cinco idiomas y vive en Par¨ªs. ¡°No me fui, me echaron¡±, dice convencido. Como Eric, otros j¨®venes han salido de Espa?a en los ¨²ltimos a?os, expulsados por la crisis. Y este exilio ha llevado a algunos de ellos a formar parte de un movimiento que naci¨® hace menos de un a?o, Marea Granate ¡ªen alusi¨®n al color del pasaporte¡ª . ¡°Nos dimos cuenta de que ¨¦ramos muchos emigrantes espa?oles en distintas ciudades europeas y de otros continentes con algo en com¨²n: nuestra huida es forzada. Si no nos vamos, aqu¨ª no encontramos ninguna oportunidad¡±.
Marea Granate est¨¢ solo empezando. Eric forma parte de la asamblea de Par¨ªs. Las nuevas tecnolog¨ªas les permiten estar conectados y organizar acciones, como un escrache que le montaron a Mariano Rajoy. ¡°Queremos que haya una coordinaci¨®n mundial entre asambleas y todo funciona por Internet. Todav¨ªa tenemos muchas lagunas. No hay portavoces, intentamos huir de los personalismos. En las asambleas locales no somos m¨¢s de 25 personas¡±. Eric participa en Barcelona, esta semana, en unas jornadas sobre el uso de las tecnolog¨ªas en la emigraci¨®n que organiza la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) y que le ha permitido volver a su pa¨ªs por unos d¨ªas.
Cafeter¨ªa librer¨ªa Laie. Barcelona
? Dos caf¨¦s con leche: 3 euros.
? Total: 3 euros.
Los datos dicen que Espa?a ha salido de la recesi¨®n: ¡°Es un t¨¦rmino econ¨®mico que se calcula con cifras: ni lo s¨¦ ni me importa. No creo que le importe a ning¨²n ciudadano de a pie. Lo que importa es saber si puedes encontrar un trabajo. ?A qui¨¦n le dice algo ¡®salimos de la recesi¨®n¡¯? La gente necesita saber si va a poder comer. El Gobierno utiliza un lenguaje que no hace m¨¢s que aumentar la distancia entre la ciudadan¨ªa y la clase pol¨ªtica¡±. A este joven madrile?o se le inyectan los ojos de rabia cuando se acuerda de las palabras de la ministra de Empleo, F¨¢tima B¨¢?ez, quien llam¨® ¡°movilidad exterior¡± a la fuga de j¨®venes del pa¨ªs. ¡°Obviamente queremos tener la opci¨®n de salir fuera, pero que sea una opci¨®n no una obligaci¨®n. La culpa es de la gesti¨®n de los Gobiernos. Desde 2008 se han marchado de Espa?a m¨¢s de 700.000 personas censadas¡±.
Eric dedica parte de su tiempo a Marea Granate: ¡°No porque estemos fuera tenemos que estar apartados de lo que est¨¢ pasando. Queremos opinar y que se nos escuche. Esto es una fuga de cerebros en toda regla. Han invertido dinero en formarnos y los frutos de nuestra formaci¨®n se los llevan Francia, Alemania, Australia...¡±.
Sentado frente a una taza de caf¨¦ con leche recuerda una de las acciones que hizo la asamblea en Londres, tomando una relaxing cup of caf¨¦ con leche el pasado 12 de octubre, mientras que en Par¨ªs celebraron el d¨ªa de la antihispanidad en una manifestaci¨®n con fregonas.
La marcha fue traum¨¢tica para su familia, dice Eric. Pero, de momento, no va a regresar. Ahora trabaja como aut¨®nomo en el sector tur¨ªstico. ¡°Viendo c¨®mo van las cosas, a corto plazo no creo que vuelva. Ni yo ni nadie. La gente no conf¨ªa en encontrar aqu¨ª algo, y si hay algo es con plaza de becario, sin sueldo, en condiciones p¨¦simas¡±.
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