La guerra del crudo vuelve a Canarias al poner Repsol fecha a los sondeos

Las prospecciones petrol¨ªferas que Repsol planea en aguas canarias tienen ya una fecha: ser¨¢n en mayo de 2014 si se obtienen los permisos medioambientales del Gobierno. Lo anunci¨® el presidente de compa?¨ªa, Antonio Brufau y de inmediato se reabri¨® la guerra contra el proyecto que mantienen las instituciones canarias. Brufau y el presidente de las islas, Paulino Rivero, se cruzaron mensajes, avisos y amenazas.

Brufau se desplaz¨® hasta Gran Canaria para recordar a los isle?os el potencial que hay bajo sus aguas y pedirles que den v¨ªa libre en sus puertos para instalar las bases de operaciones. ¡°Hemos solicitado a los Cabildos que nos apoyen, para iniciar los trabajos. Fuerteventura o Lanzarote ser¨ªa lo ideal al ser las islas m¨¢s cercanas al proyecto¡±, solicit¨® Brufau. Pero no parece que el Puerto del Rosario (Fuerteventura) o el de Arrecife (Lanzarote) vayan a ser plazas f¨¢ciles porque ambas islas han sido muy combativas con el proyecto. Entienden que en caso de un accidente, las consecuencias medioambientales ser¨ªan fatales para su territorio, de alto valor natural y potencial tur¨ªstico.

¡°Si alguien dice que no, seguro que en el futuro se va a arrepentir¡±, atac¨® Brufau. Y sin ¨¢nimo de presionar, dijo que si en 15 o 20 d¨ªas no tiene una respuesta buscar¨¢ otras opciones: el puerto de Las Palmas de Gran Canaria, ¡°con mejores servicios y m¨¢s econ¨®micos¡±, o, llegado el caso, alg¨²n otro en Marruecos. ¡°No lo contemplamos por ahora, pero este es un mundo global¡±.

Despu¨¦s sac¨® a relucir el dinero: una inversi¨®n de la compa?¨ªa de m¨¢s de 9.000 millones de euros mientras dure la explotaci¨®n, si se encuentra petr¨®leo. M¨¢s de la mitad de ellos enriquecer¨ªan el territorio donde se coloque la base de la operaci¨®n.

Paulino Rivero, de visita en Bruselas precisamente para abordar este asunto con el director general de Medio Ambiente, Karl Falkenberg, contest¨® tajante: ¡°Los canarios no nos vendemos por un plato de lentejas¡±. Le dijo a Brufau que ¡°se olvide de comprar voluntades¡± con ofertas como la que expuso.

Pero Brufau sabe que se enfrenta a una comunidad, donde, a pesar del turismo, hay un 33% de desempleo y no quiso desperdiciar esa baza. ¡°?Est¨¢n tan sobrados en Fuerteventura y Lanzarote de trabajo?¡±, pregunt¨®.

Hace un a?o, el presidente de la petrolera mantuvo una reuni¨®n con Paulino Rivero ¡°cordial, amigable y entra?able¡±. Las declaraciones que se cruzaron ayer no parec¨ªan de este estilo. Brufau, en una larga comparecencia en solitario detall¨® las previsiones de inversi¨®n: 260 millones de euros para la exploraci¨®n, que se produce a 60 kil¨®metros de las costas; cerca de 4.000 millones para la explotaci¨®n del proyecto y m¨¢s de 5.200 para el desarrollo de barcos y servicios. Las inversiones se reducir¨ªan si lo que se encuentra es gas, pero el presidente dej¨® caer tambi¨¦n que tiene algunas ¡°certezas¡± de que ser¨¢ petr¨®leo.

Pero para el presidente de las islas el asunto no es solo econ¨®mico: ¡°Para Canarias es un tema de fondo, de modelo de crecimiento, y no de pensar en el corto plazo y el dinero que puede dejar el petr¨®leo¡±. Tambi¨¦n record¨® que el 70% del agua que consumen los canarios es desalada, y no puede someterse al riesgo de un vertido de crudo, informa Efe.

No est¨¢ solo Rivero. A los apoyos que ha encontrado en buena parte de la poblaci¨®n se suman los de la clase pol¨ªtica; uno de los suyos, el presidente del Cabildo de Fuerteventura, Mario Cabrera, llam¨® a Brufau y al personal de Repsol ¡°piratas petroleros¡±, que ¡°vienen ahora a Canarias a hacer promoci¨®n para condicionar¡± a las instituciones judiciales. Pidi¨® que ¡°no se chantajee con bases log¨ªsticas y prebendas. Adem¨¢s de piratas son ilusos si se creen que la voluntad de un pueblo se compra con promesas¡±. Su hom¨®logo de Lanzarote, Pedro San Gin¨¦s, se manifest¨® en el mismo sentido. Las islas ¡°no se venden¡±, dijeron.

Brufau opina que toda esta oposici¨®n al proyecto es ¡°pol¨ªtica¡± y vergonzante: ¡°El mundo nos mira at¨®nito, a nadie se le ocurrir¨ªa no hacer este proyecto. ?Qu¨¦ est¨¢ pasando en Canarias?¡±, lanz¨®. ¡°?Pero d¨®nde estamos, es un tema de votos?¡±. Dijo no conocer ning¨²n lugar del mundo en el que se ¡°preocupe a los clientes tur¨ªsticos con que alguien les va a hacer alg¨²n da?o, avis¨¢ndoles para que no vengan¡±. Es una ¡°pena¡±, dijo. ¡°Les aseguro que un noruego no lo entiende, porque est¨¢ acostumbrado a ver plataformas por todas partes¡±. El presidente de la multinacional calcul¨® que, de hallar petr¨®leo, se podr¨ªa reducir la dependencia espa?ola un 10%. Esperan extraer casi 900 millones de barriles, siendo conservadores. Espa?a dejar¨ªa de gastar 30.000 millones de euros en 20 a?os, calcula la compa?¨ªa.

Pero la oposici¨®n al proyecto es profunda y el debate no cesa. La organizaci¨®n canaria Ben Magec-Ecologistas en Acci¨®n ha pedido que se haga un debate en el que puedan participar todos los agentes implicados en la discusi¨®n sobre las prospecciones. Los ecologistas cuestionan la declaraci¨®n de impacto ambiental realizada por encargo de Repsol. Eugenio Reyes, uno de sus portavoces, dijo: ¡°Aunque el peligro sea remoto hay que hacer un plan de contingencia y contar con la posibilidad de derrame¡±.

El proyecto petrol¨ªfero est¨¢ ahora mismo en fase de estudio de las alegaciones presentadas por los ciudadanos e instituciones p¨²blicas. En caso de aprobarse, se iniciar¨ªa una fase en la que Repsol sondear¨ªa bajo el subsuelo marino. Y despu¨¦s comenzar¨ªa la explotaci¨®n. Eso no ser¨ªa antes de los pr¨®ximos tres a?os, como m¨ªnimo. El proyecto est¨¢ todav¨ªa pendiente de obtener dos permisos del Gobierno: el medioambiental y la licencia de Industria. El ministro Jos¨¦ Manuel Soria se ha mostrado muy proclive al proyecto. ¡°La mala pata que ha tenido el ministro es que es de Canarias. Eso ha complicado el proceso, aqu¨ª se habla de pol¨ªtica, no de econom¨ªa¡±, remach¨® Brufau.

Sin apoyos en el Gobierno, Paulino Rivero los busc¨® ayer en Bruselas. El director general de Medio Ambiente se comprometi¨® a ¡°cumplir de forma rigurosa¡± las directivas europeas.