El prelado descolocado
El arzobispo de Granada vuelve a desatar la pol¨¦mica con el libro ¡®C¨¢sate y s¨¦ sumisa¡¯
Un profundo malestar recorre numerosas parroquias granadinas. En particular, las del extrarradio. Hay sacerdotes que se quejan de las actitudes de un arzobispo que no les escucha; que dedica su atenci¨®n a cuestiones lejanas que no afectan al feligr¨¦s de a pie; y que, en ocasiones, mantiene actitudes alejadas del buen ejemplo. El ¨²ltimo episodio protagonizado esta semana por Francisco Javier Mart¨ªnez, arzobispo de Granada desde hace 10 a?os, ha sido la publicaci¨®n por la editorial que preside, Nuevo Inicio, de C¨¢sate y s¨¦ sumisa, un libro escrito por Constanza Miriano en cuya contraportada se puede leer, en referencia a cu¨¢l debe ser la actitud de la mujer en el matrimonio: ¡°Ahora es el momento de aprender la obediencia leal y generosa, la sumisi¨®n¡±.
Izquierda Unida pidi¨® esta semana en Granada la actuaci¨®n de la fiscal¨ªa para determinar si el libro hace apolog¨ªa de la violencia contra las mujeres. El secretario general del Partido Popular de Andaluc¨ªa, Jos¨¦ Luis Sanz, exigi¨® al arzobispado una rectificaci¨®n y calific¨® el libro de ¡°aut¨¦ntico desprop¨®sito¡±. Juan Jos¨¦ Tamayo, director de la c¨¢tedra de Teolog¨ªa y Ciencias de la Religi¨®n de la Universidad Carlos III de Madrid, sostiene que el libro demuestra c¨®mo los sectores m¨¢s conservadores de la Iglesia pretenden ¡°relegar a las mujeres al papel de buenas madres y buenas esposas¡±.
El arzobispo emiti¨® el viernes un comunicado en el que calific¨® la pol¨¦mica de ¡°rid¨ªcula e hip¨®crita¡±. Rechaz¨® que el libro promueva ning¨²n tipo de violencia. ¡°S¨ª que favorece y facilita la violencia a las mujeres, en cambio¡±, dijo en su mensaje, ¡°la legislaci¨®n que liberaliza el aborto¡±. Mart¨ªnez recuerda que ¡°la sumisi¨®n y la donaci¨®n ¡ªel amor¡ª¡± a los que alude el libro no tienen que ver ¡°con las relaciones de poder que envenenan las relaciones entre hombre y mujer¡±. Se queja de c¨®mo se tergiversan sus palabras.
Ya en diciembre de 2009, Mart¨ªnez se vio envuelto en una pol¨¦mica similar. En su homil¨ªa dominical en la catedral de Granada, dijo a sus feligreses en referencia al aborto: ¡°Matar a un ni?o indefenso, y que lo haga su propia madre, da a los varones la licencia absoluta, sin l¨ªmites, de abusar del cuerpo de la mujer, porque la tragedia se la traga ella¡±. Su intervenci¨®n desat¨® un debate encendido en la Red: unos le acusaban de justificar los malos tratos, mientras que la oficina de los Obispos del Sur alegaba que el arzobispo no se refer¨ªa al abuso como sin¨®nimo de maltrato, sino de comportamiento irresponsable en las relaciones sexuales.
El hombre en el centro de la tormenta es un sacerdote que cree en una Iglesia tradicional. Estuvo en el origen del asentamiento en Espa?a de Comuni¨®n y Liberaci¨®n, movimiento eclesi¨¢stico conservador.
Se encuentra, doctrinalmente, en la ¨®rbita del presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio Mar¨ªa Rouco Varela. ¡°Su formaci¨®n teol¨®gica es m¨¢s bien cuestionable por su integrismo conservador y su populismo¡±, sostiene el exsacerdote granadino Jos¨¦ Mar¨ªa Castillo. Una portavoz del arzobispado le describe como un hombre apasionado de san Efr¨¦n, santo del siglo IV; como un obispo cercano a su gente que trabaja por tender puentes con otras confesiones desde su puesto de presidente de la Comisi¨®n Episcopal de Relaciones Interconfesionales.
En Granada, ninguno de los ocho sacerdotes consultados para este reportaje se prest¨® a hacer declaraciones con nombres y apellidos. Un p¨¢rroco granadino que ha compartido durante a?os sesiones del Consejo del Presbiterio con Mart¨ªnez le describe como un hombre autoritario. ¡°Tiene un complejo martirial. Es un hombre descolocado, muy fuera de lugar¡±.
La trayectoria de este prelado, nombrado obispo a la temprana edad de 37 a?os, incluye importantes momentos de tensi¨®n. En Granada fue denunciado por injurias por un can¨®nigo, lo que le condujo a los banquillos de la justicia ordinaria. Pero, finalmente, en abril de 2008, la Audiencia Provincial le absolvi¨®.
Sonado tambi¨¦n fue el traslado forzoso al que someti¨® en 2007 a Gabriel Castillo, conocido como el cura de los senegaleses, p¨¢rroco de la localidad de Albu?ol que acog¨ªa a inmigrantes y al que reubic¨® en la parroquia de Cenes de la Vega, propiciando un levantamiento popular. O su ruptura con la facultad de Teolog¨ªa, descontento con los criterios que se segu¨ªan: retir¨® a los seminaristas que all¨ª estudiaban para pasar a formarlos en el seminario de la di¨®cesis que tiene bajo su control.
Fue en el a?o 2006 cuando 132 de los 280 curas de Granada presentaron ante el nuncio del Vaticano en Espa?a una carta en la que denunciaban los gastos excesivos de la di¨®cesis. Seg¨²n public¨® el diario P¨²blico en 2010, Mart¨ªnez pidi¨® un pr¨¦stamo de 19,5 millones de euros para construir el centro de magisterio La Inmaculada, notable obra arquitect¨®nica enclavada en una barriada del norte de la ciudad. Los sacerdotes cr¨ªticos con Mart¨ªnez le acusan de endeudar a la di¨®cesis para crear un centro que podr¨ªa haber obtenido cobijo en alguno de los edificios vac¨ªos que posee la Iglesia. Desde el arzobispado de Granada, una portavoz dice no tener datos econ¨®micos que facilitar sobre la supuesta deuda de la di¨®cesis.
Su car¨¢cter, no obstante, tambi¨¦n le llev¨® a enfrentarse, en su etapa como obispo de C¨®rdoba (de 1996 a 2003), al poderoso presidente de Cajasur, Miguel Castillejo, afe¨¢ndole la pensi¨®n millonaria que se autoconced¨ªa desde la entidad financiera que presid¨ªa.
El libro C¨¢sate y s¨¦ sumisa est¨¢ estructurado como cartas de la autora, la periodista italiana Constanza Miriano, a amigas y amigos, acompa?adas de reflexiones ¡ªen tono distendido y a veces incluso humor¨ªstico¡ª sobre su experiencia como esposa y madre, informa Jos¨¦ Miguel Mu?oz. Para Miriano, el ¨¦xito en el matrimonio pasa por la sumisi¨®n de la esposa al marido. ¡°Tendr¨¢s que aprender a ser sumisa, como dice san Pablo¡±. Y lo explica: ¡°Cuando san Pablo le dice a las mujeres que acepten estar debajo, no piensa ni mucho menos que sean inferiores¡±. ¡°La sumisi¨®n de la que habla san Pablo es un regalo, libre como todo regalo, porque, si no, ser¨ªa una imposici¨®n¡±.
El papel de la esposa est¨¢ lejos de situarse en un plano de igualdad con el marido. ¡°Si algo que ¨¦l hace no te parece bien, con quien tienes que v¨¦rtelas es con Dios¡±, porque ¡°Dios te ha puesto al lado de tu marido, ese santo que te soporta a pesar de todo¡±, le dice a una amiga, a quien aconseja: ¡°En caso de duda, sin embargo, obedece. Som¨¦tete con confianza¡±. Y en otro pasaje, le dice: ¡°Es verdad, todav¨ªa no eres una cocinera experimentada ni un ama de casa perfecta. ?Qu¨¦ problema hay si te lo dice? Dile que tiene raz¨®n, que es verdad, que aprender¨¢s. Al ver tu dulzura y tu humildad, tu esfuerzo por convertirte, tambi¨¦n ¨¦l se convertir¨¢¡±.
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