Seis meses esperando una licencia por tener s¨ªndrome de Down
La federaci¨®n asturiana de tiro con arco alega que este caso no est¨¢ contemplado en las normativas y pide a la nacional que lo regule
Alberto L¨®pez tiene 33 a?os, es de Gij¨®n y padece s¨ªndrome de Down. Alejandro Garc¨ªa tiene 21, es de Avil¨¦s y est¨¢ afectado por el mismo trastorno gen¨¦tico. Ambos practican el tiro con arco. Sin embargo, uno tiene una licencia federativa y el otro, no. Alejandro obtuvo la nacional a trav¨¦s de la Federaci¨®n Espa?ola de Tiro con Arco hace siete a?os porque, como explica su presidente, Lorenzo Miret, "en la solicitud no constaba que tuviera s¨ªndrome de Down y se expidi¨® como una licencia ordinaria¡±. Alberto, en cambio, que solo quiere federarse en Asturias, lleva desde el pasado julio esperando a que la Federaci¨®n de Tiro con Arco del Principado, le conceda la suya.
Para obtener este permiso, que se puede solicitar desde los 7 a?os y autoriza a poseer y transportar un arco, es necesario rellenar un formulario y acompa?arlo de una carta firmada por un monitor de tiro que certifique que el solicitante ha seguido un curso y es apto. No se exige ning¨²n otro documento sobre condiciones m¨¦dicas o antecedentes penales ¡ª¡°eso no lo controlamos; en ese sentido, se nos puede colar cualquiera¡±, reconoce Miret. Alberto cumpli¨® los requisitos y present¨® esos papeles hace unos seis meses.
Alberto se anim¨® con el tiro con arco a principios de este a?o, tras ver a sus padres, Carmen y Dar¨ªo practicarlo en el Club de Arkeros de Corvera, en Avil¨¦s, donde ahora entrenan los tres juntos varias veces por semana. El gijon¨¦s, tambi¨¦n aficionado al k¨¢rate ¨C¡°poco a poco consigui¨® llegar a ser cintur¨®n negro primer dan¡±, cuenta orgullosa Carmen¨C, le ha cogido el gusto a este deporte, que seg¨²n su madre, adem¨¢s le sienta muy bien, porque le ayuda a mejorar ¡°la disciplina y el equilibrio¡±.
Sin embargo, en la federaci¨®n asturiana de Tiro con Arco, la condici¨®n de Alberto les plantea dudas. ¡°La licencia de Alejandro est¨¢ tramitada por la federaci¨®n nacional, as¨ª que ellos son responsables. Yo no quiero dar una licencia y que ma?ana pase algo y venga la Guardia Civil a casa a reclam¨¢rmelo¡±, dice el presidente de la entidad regional, Jos¨¦ Luis Berm¨²dez, que pide que se regule la concesi¨®n de licencias a personas con discapacidad intelectual, como ya se hace con los discapacitados f¨ªsicos. Alberto tiene dos seguros, uno para da?os personales y otro para la responsabilidad civil, que le cubren en caso de accidente en instalaciones deportivas autorizadas y en competiciones. Berm¨²dez teme que ¡°si pasara algo en la calle¡±, el juez podr¨ªa considerarle a ¨¦l responsable por emitir la licencia.
¡°La responsable de cualquier cosa que le pase a Alberto soy yo, que soy su madre¡±, sostiene Carmen con firmeza, que adem¨¢s argumenta que si el reglamento de licencias no especifica nada sobre discapacitados intelectuales es porque los considera iguales al resto de los deportistas. ¡°Mi hijo tiene una discapacidad del 33%, que es como si tuviera una edad mental de 12 a?os, pero es perfectamente aut¨®nomo; se viste y come sin ayuda y todos los d¨ªas coge el autob¨²s ¨¦l solo para ir al Sanatorio Mar¨ªtimo, donde hace talleres ocupacionales¡±, explica. ¡°Podr¨ªa entrar en la categor¨ªa de ni?os y si luego progresa, pues subir, y si no, pues se queda ah¨ª, no pasa nada¡±.
Los padres de Alberto est¨¢n indignados porque creen que no solo es discriminatorio no concederle la licencia a su hijo, sino que es ilegal. ¡°La ley dice que hay que prestar especial atenci¨®n a fomentar la actividad deportiva entre las personas con minusval¨ªas¡±, explica Carmen citando la Ley 2/1994 del Deporte del Principado de Asturias. Y contin¨²a: ¡°Adem¨¢s, proh¨ªbe discriminar por circunstancias personales o sociales¡±, en referencia a los estatutos de la federaci¨®n asturiana de tiro con arco.
In¨¦s de la Hoz, asesora jur¨ªdica de la Confederaci¨®n Espa?ola de Organizaciones en favor de las Personas con Discapacidad Intelectual (FEAPS), apoya esa argumentaci¨®n: ¡°Es una discriminaci¨®n por discapacidad. Precisamente, si su caso no aparece contemplado en la normativa, no existe ninguna raz¨®n para no d¨¢rsela¡±. ¡°No solo no deber¨ªan neg¨¢rsela, sino que deber¨ªan promover la participaci¨®n en igualdad de condiciones¡±, dice de la Hoz aludiendo al art¨ªculo 30 de la Convenci¨®n sobre derechos de las personas con discapacidad.
Berm¨²dez explica que ¨¦l no tiene ¡°ning¨²n problema en d¨¢rsela¡±, pero pide que desde la Federaci¨®n Espa?ola de Tiro con Arco le digan c¨®mo tiene que proceder y de qu¨¦ manera se contempla el caso de Alberto. ¡°Lo primero que tienen que hacer es adaptar los reglamentos¡±, se queja. Ha intentado contactar con el presidente del ¨®rgano nacional en varias ocasiones, pero ¡°no hay manera de hablar con ¨¦l¡±.
La federaci¨®n nacional acaba de pasar un periodo de elecciones y, por el momento, no se han pronunciado oficialmente sobre cu¨¢ndo se le va a conceder la licencia al joven asturiano. Su reci¨¦n reelegido presidente, Lorenzo Miret, reconoce estar ¡°un poco desconectado del asunto¡±. Miret no ve ning¨²n inconveniente en d¨¢rsela, pero entiende que el presidente de la auton¨®mica ¡°quiera tener las espaldas cubiertas en caso de que hubiera un accidente, que, por otra parte, dudo que ocurriera.¡±
Finalmente, parece que Berm¨²dez seguir¨¢ con Alberto la misma indicaci¨®n que le han dado en la federaci¨®n nacional para Alejandro Garc¨ªa, el otro asturiano con s¨ªndrome de Down que tiene licencia, que le planteaba dudas sobre si deb¨ªa permitirle participar en competiciones. ¡°Me dijeron que como tiene una licencia ordinaria, deb¨ªa tratarlo como si fuera un deportista normal¡±. As¨ª que aplicar¨¢ esa premisa con Alberto. Antes de d¨¢rsela, no obstante, quiere que los padres le entreguen alg¨²n documento que determine de qui¨¦n es la responsabilidad en caso de accidente, si tiene tutores que la asuman o si el propio joven es responsable.
Mientras tanto, Alberto sigue, medio a?o despu¨¦s de solicitarla, sin una licencia que le permita tener un arco para practicar un deporte que ¡°le encanta y que le sienta bien¡±, lamenta amargamente su madre.
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