Coto al cigarrillo, aunque sea electr¨®nico
Catalu?a prohibir¨¢ el uso del dispositivo en todos sus edificios Los expertos apoyan el principio de precauci¨®n
Catalu?a ha decidido acabar con el vac¨ªo legal que rodea a los cigarrillos electr¨®nicos, cuyo uso no est¨¢ regulado, a pesar de que las ventas no han dejado de aumentar en los ¨²ltimos meses. Y ha optado por la v¨ªa m¨¢s restrictiva: el Gobierno catal¨¢n prohibir¨¢ el uso de estos dispositivos en todas sus dependencias, incluidos los centros educativos. Tampoco se podr¨¢ vapear ¨Ccomo se conoce el acto de fumar estos cigarrillos¡ª en hospitales y centros de salud de la red p¨²blica. El Departamento de Salud quiere ir todav¨ªa m¨¢s lejos y conseguir que el Parlamento aut¨®nomo apruebe aplicar a estos cigarrillos la misma legislaci¨®n que al tabaco, lo que supondr¨ªa prohibir su uso en locales p¨²blicos cerrados, como bares y restaurantes.
Estos pitillos suelen llevar agua, nicotina, aromas y otras sustancias diversas
¡°Es una iniciativa pionera en Espa?a¡±, anunci¨® ayer Antoni Mateu, secretario de Salud P¨²blica de la Generalitat. Ni el Ministerio de Sanidad ni la Uni¨®n Europea han regulado todav¨ªa en firme el uso de estos cigarrillos, aunque la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) desaconseja su uso ¡°hasta que no haya datos que demuestren que son productos seguros, eficaces y de calidad aceptable, y que esto est¨¦ certificado por un organismo regulador nacional competente¡±. La ausencia de regulaci¨®n es parad¨®jica, dado que se trata de un producto en auge y cada vez m¨¢s extendido que ha poblado de establecimientos de venta todas las ciudades espa?olas.
Los pitillos electr¨®nicos, inventados en China, llevan una resistencia que calienta un l¨ªquido para generar un vapor que se absorbe como si fuera humo. Suelen llevar nicotina, agua, aromas y otras sustancias que var¨ªan seg¨²n el fabricante. Su consumo ha aumentado de forma exponencial. En Europa, las ventas ascendieron a 500 millones de euros en 2012, seg¨²n la consultora Euromonitor. La misma consultora estima que las ventas totales mundiales de este producto alcanzar¨¢n los 2.000 millones de euros en 2013. En Estados Unidos, superaron los 300 millones de d¨®lares (233 millones de euros) en 2011 y se duplicaron al a?o siguiente. Goldman Sachs estima que, en 2013, alcanzar¨¢n los 1.000 millones de d¨®lares. Y muchos analistas auguran que en un m¨¢ximo de 10 a?os, el consumo de estos cigarrillos superar¨¢ al de los convencionales. En Espa?a, ni el Comisionado para el Mercado de Tabacos, ni el Ministerio de Hacienda ni en el Ministerio de Sanidad tienen datos sobre el consumo de estos pitillos, tampoco sobre la proliferaci¨®n de tiendas que los venden.
La OMS desaconseja el consumo hasta que se demuestre que son seguros
Con una licencia para comercializar productos electr¨®nicos, Alfonso del Grecco regenta una tienda en el madrile?o barrio del Retiro desde febrero de 2013. ¡°Ahora mismo ¡®el compro oro¡¯ y este negocio son las ¨²nicas actividades que crecen, pero no podemos seguir as¨ª, necesitamos una regulaci¨®n. Ni siquiera s¨¦ si se me permite vender este producto a los menores de edad que vienen a la tienda, el vac¨ªo legal es total. Yo no les vendo por si acaso, pero ciertamente ninguna norma me lo impide¡±.
Por todo ello, la Agencia de Salud P¨²blica, que depende del departamento de Salud, ha decidido instar al Gobierno catal¨¢n a actuar de inmediato. Tras consultar la opini¨®n de 25 expertos del Consejo Asesor del Tabaquismo, la Agencia presentar¨¢ al Gobierno en los pr¨®ximos d¨ªas una propuesta de acuerdo, que se tramitar¨¢ en el consejo ejecutivo de la pr¨®xima semana o la siguiente, para prohibir el consumo de estos cigarrillos en todos los edificios p¨²blicos que dependen de la Generalitat, lo que incluye los centros educativos. No est¨¢ claro todav¨ªa si esta prohibici¨®n afectar¨¢ tambi¨¦n a los centros privados, aunque es previsible que as¨ª sea, ya que uno de los principales objetivos de la medida es alejar a los j¨®venes del h¨¢bito de fumar.
De forma paralela, el Servicio Catal¨¢n de la Salud (CatSalut) elaborar¨¢ una instrucci¨®n obligatoria que tambi¨¦n prohibir¨¢ el uso de los cigarrillos electr¨®nicos en todos los hospitales y centros de atenci¨®n primaria que trabajan para la red p¨²blica, incluidos los centros privados que mantienen conciertos con este organismo. Los edificios p¨²blicos que no dependen de la Generalitat ¡ªcomo las bibliotecas municipales¡ª no est¨¢n afectados por la prohibici¨®n, por lo que no queda claro qu¨¦ pasar¨¢ con ellos. ¡°Nosotros actuamos donde tenemos competencias¡±, justific¨® ayer Mateu.
¡°El 'compro oro' y este negocio son los ¨²nicos que crecen¡±, dice un comerciante
El departamento de Salud quiere adelantarse y no esperar a que las autoridades nacionales y europeas legislen sobre los espacios en los que se pueden usar estos cigarrillos, las sustancias que pueden o no contener ni la publicidad que de ellos se puede hacer. Aunque el Parlamento Europeo ya se ha puesto manos a la obra y aprob¨® el pasado 8 de octubre la nueva directiva sobre productos relacionados con el tabaco, que sustituye a la de 2001.
Aunque el texto no es definitivo ¡ªtodav¨ªa requiere la aprobaci¨®n por parte del Consejo¡ª el Parlamento rechaz¨® considerar a estos cigarrillos como un medicamento, algo que las tabacaleras y empresas que comercializan el producto consideraron una victoria, ya que si el producto se hubiera regulado como tal se le habr¨ªan impuesto muchos m¨¢s requisitos y trabas a la hora de producirlo y comercializarlo.
El vac¨ªo legal hace que no est¨¦ claro si pueden venderse a menores de edad
Un art¨ªculo publicado a principios de julio de 2013 en el British Medical Journal advirti¨® de que estos cigarrillos pueden suponer para las tabacaleras una magn¨ªfica v¨ªa para retener el h¨¢bito de fumar entre los que quieren desengancharse, volver a resocializar el consumo de tabaco en espacios cerrados e incluso hacer m¨¢s atractivo el fumar para los j¨®venes.
Si el texto europeo sale adelante, implicar¨¢ imponer al producto algunas restricciones equiparables al tabaco, en la l¨ªnea de lo que pretende la Agencia catalana, como la prohibici¨®n de la venta a menores y la publicidad. Tambi¨¦n se restringir¨ªa que estos cigarrillos contengan m¨¢s de 30mg/ml de nicotina y se obligar¨ªa a los fabricantes e importadores a proporcionar a las autoridades competentes una lista de todos los ingredientes que contienen.
Algunos m¨¦dicos creen que s¨ª pueden ser ¨²tiles para dejar el h¨¢bito
Uno de los principales objetivos que se ha marcado el departamento de Salud catal¨¢n es evitar que los cigarrillos electr¨®nicos sean ¡°una nueva puerta de entrada al h¨¢bito de fumar¡± y echen por tierra los avances conseguidos con la aprobaci¨®n de la primera ley antitabaco, en 2005, y su posterior modificaci¨®n, en 2010. ¡°No queremos que se pueda reintroducir el h¨¢bito donde hab¨ªamos conseguido desnormalizarlo¡±, declar¨® ayer Carmen Cabezas, subdirectora de Promoci¨®n de la Salud de la Generalitat.
Tambi¨¦n se quiere evitar la ¡°sensaci¨®n¡± ¡ªno demostrada, seg¨²n la Agencia¡ª de que estos cigarrillos constituyan una ayuda efectiva para dejar de fumar. ¡°Es una promesa muy dudosa que sean un buen m¨¦todo¡±, seg¨²n este organismo.
Aunque la implantaci¨®n de estos dispositivos en Espa?a es reciente, la Agencia considera que ya hay evidencia suficiente para prohibir los cigarrillos electr¨®nicos en todos los lugares p¨²blicos cerrados, como sucede con el tabaco. ¡°Estos cigarrillos contienen sustancias potencialmente nocivas, tal y como ha puesto de manifiesto los an¨¢lisis de la agencia sanitaria estadounidense¡±, dijo ayer Mateu.
Mateu es tajante: estos cigarrillos ¡°emiten nicotina y algunos elementos cancer¨ªgenos como el formaldeh¨ªdo o las nitrosaminas¡±. Por todo ello, Salud quiere que se les apliquen las restricciones en materia de publicidad y venta a menores que se aplica de forma general al tabaco. ¡°No es apropiado que se anuncie su uso para dejar de fumar ni tampoco como un producto totalmente exento de riesgos¡±, manifest¨® la agencia.
¡°Hemos aplicado un principio muy importante en salud p¨²blica, que es el principio de precauci¨®n¡±, argument¨® ayer Mateu. La postura de las autoridades catalanas puede resumirse en estas dos frases: ¡°Fumar nunca se ha podido considerar saludable¡±. Y ¡°fumar nunca ser¨¢ m¨¢s recomendable que no fumar¡±.
¡°Aunque todav¨ªa no hay muchos estudios concluyentes sobre los efectos en la salud, tampoco hay an¨¢lisis que hayan establecido que estos cigarrillos sean inocuos¡±, declar¨® Pilar De Luces, presidenta de la Sociedad Espa?ola de Neumolog¨ªa. De Luces cree, sin embargo, que para prohibir el cigarrillo electr¨®nico en lugares p¨²blicos cerrados son necesarios m¨¢s estudios, ya que la evidencia actual es insuficiente. Entre otras incertidumbres, se desconocen los efectos que estos cigarrillos pueden tener sobre los fumadores pasivos.
Los m¨¦dicos coinciden en que es importante que el uso se regule cuanto antes, aunque algunos reconocen que estos dispositivos podr¨ªan ser ¨²tiles como forma de abandono del tabaco. ¡°Hay bastante debate sobre si podr¨ªan ser ¨²tiles para los fumadores que no consiguen dejar de fumar de ninguna manera y ya han probado todo¡±, explic¨® Esteve Salt¨®, vicepresidente del Comit¨¦ Nacional de Prevenci¨®n del Tabaquismo. Salt¨® cree que el auge de los cigarrillos electr¨®nicos puede ser una ¡°estrategia¡± para conseguir ¡°boicotear¡± unas legislaciones antitabaco que se han ido endureciendo a lo largo de los a?os en la mayor¨ªa de los pa¨ªses ricos. Salt¨®, adem¨¢s, record¨® que estos cigarrillos contienen nicotina, una sustancia que ¡°genera mucha dependencia y afecta a todo el organismo¡±.
Ferran Morell, jefe de Neumolog¨ªa del Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, pueden tener alg¨²n efecto beneficioso. ¡°A mi consulta llegan pacientes que han conseguido dejar de fumar gracias a ellos¡±, abund¨® Morell. ¡°Sabemos que el tabaco mata seguro, y que esto, probablemente no¡±, dijo. Esta es la idea que, seguramente, subyace a la posici¨®n del Real Colegio de M¨¦dicos Brit¨¢nico, que ha defendido este a?o el uso, difusi¨®n y consumo de estos cigarrillos por ser m¨¢s seguros que el tabaco convencional.
A Ian Palomo, dise?ador gr¨¢fico de 25 a?os, el pitillo electr¨®nico le sirvi¨® para dejar el tabaco. Despu¨¦s de consumir unos cuatro paquetes semanales durante 10 a?os, dej¨® de comprar cajetillas cuando descubri¨® el pitillo electr¨®nico. ¡°Vi que era un buen sustituto del humo¡±, explic¨® ayer por tel¨¦fono. ¡°Estaba enganchado al h¨¢bito de tener algo en las manos y llev¨¢rmelo a la boca y el pitillo electr¨®nico me serv¨ªa para eso, con un par de caladas me saciaba¡±. Al cabo de dos meses de su uso lo abandon¨®. ¡°Ya no lo necesitaba y tampoco me fiaba mucho de los posibles efectos adversos del producto, es algo demasiado nuevo¡±. Ahora no fuma ni cigarrillos electr¨®nicos ni normales.
Pedro C¨¢tedra, presidente de la Asociaci¨®n Nacional de Fumadores de Cigarrillo Electr¨®nico y socio de la empresa Puff ¡ªla m¨¢s implantada en Espa?a, con 120 tiendas¡ª rechaza que estos dispositivos se orienten a personas que quieren dejar de fumar. ¡°Lo que hacemos es dar al fumador una opci¨®n m¨¢s sana que el tabaco¡±, declar¨®. C¨¢tedra niega las acusaciones de que los productos que venden contienen componentes potencialmente cancer¨ªgenos. ¡°Los que vendemos nosotros solo contienen glicerol, glicol propil¨¦nico, agua, aromas y nicotina, los que la llevan¡±, dijo. C¨¢tedra pide que los an¨¢lisis que se realicen sobre los cigarrillos electr¨®nicos distingan entre aquellos que utilizan l¨ªquidos fabricados en Europa ¡ªm¨¢s controlados¡ª y aquellos que emplean l¨ªquidos producidos en China, que ser¨ªan m¨¢s peligrosos.
La Agencia de Salud P¨²blica catalana incorporar¨¢ a la Encuesta de Salud de Catalu?a una pregunta que permita hacer un seguimiento de la prevalencia del uso de estos cigarros por edad y por sexo. Tambi¨¦n impulsar¨¢ la creaci¨®n de un ¡°espacio de encuentro cient¨ªfico¡± donde se pueda profundizar en el estudio de los efectos sobre la salud del cigarrillo electr¨®nico.
?C¨®mo lo regulan otros pa¨ªses?
Como el tabaco. Malta lo regula como un producto de tabaco ¡ªse puede comprar en estancos¡ª pero proh¨ªbe su uso en espacios p¨²blicos cerrados, en bares, restaurantes y en los lugares de trabajo. Francia decret¨® en mayo de 2013 la prohibici¨®n de usarlos en todos los sitios en los que est¨¢ prohibido fumar tabaco convencional. Fue el primer gran pa¨ªs europeo que estableci¨® este tipo de prohibici¨®n.
Como un medicamento. En Reino Unido, Austria, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Alemania, Hungr¨ªa, Holanda, Ruman¨ªa, Eslovaquia y Suecia, el cigarrillo electr¨®nico se equipara a un medicamento para dejar de fumar, regul¨¢ndose igual que otros productos parecidos como los parches o chicles de nicotina.
Seg¨²n su composici¨®n. En B¨¦lgica y Luxemburgo, si el cigarrillo electr¨®nico contiene extracto de tabaco se considera un producto de tabaco. Si solo contiene nicotina se regula como un medicamento para dejar de fumar.
Vetado a menores de 16. En Italia, Sanidad anunci¨® a principios de julio de 2013 que quer¨ªa prohibir su uso en los colegios y no se permite su venta a menores de 16.
Prohibido. En Grecia, Lituania, Australia, Brasil, Panam¨¢ y Singapur los cigarrillos electr¨®nicos est¨¢n prohibidos.En Canad¨¢, su uso no est¨¢ prohibido, pero s¨ª su importaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.