Europa tambi¨¦n aprieta el gatillo
Dentro de las fronteras comunitarias mueren 1.000 personas al a?o por armas de fuego. Bruselas quiere endurecer la legislaci¨®n
Lieja, B¨¦lgica, diciembre de 2011. Un hombre asesina a punta de pistola a tres personas en la plaza principal de la ciudad, en pleno mercadillo navide?o. Istres, Francia, abril de 2013. Otro atacante mata a tiros a tres transe¨²ntes con un kalashnikov. Isla de Utoya, Noruega, julio de 2011. El famoso terrorista Anders Behring Breivik comete la masacre m¨¢s grave vivida en la historia del pa¨ªs: 76 muertos con solo una pistola y un rifle.
Bruselas estudia usar sensores biom¨¦tricos para identificar al due?o
Las armas peque?as, que es como se denominan pistolas y ametralladoras, causan la muerte de 1.000 personas cada a?o dentro de las fronteras de la Uni¨®n Europea, seg¨²n la Comisi¨®n. Cecilia Malmstr?m, comisaria de Interior, ha lamentado el ¡°preocupante silencio¡± sobre el uso y tr¨¢fico ilegal de armamento ligero en territorio comunitario. Seg¨²n la pol¨ªtica sueca, mientras el debate en Estados Unidos es bastante visible, los europeos ¡°deber¨ªan centrarse en el frente interno¡±.
Bruselas quiere aprovechar la ocasi¨®n para endurecer las normas comunitarias, a pesar de que la UE tiene las leyes m¨¢s exigentes en cuanto a armas ligeras: ¡°Ni el Estado m¨¢s restrictivo de EE UU se acerca al m¨¢s permisivo de la UE¡±, se?ala Marcus Wilson, miembro de la Organizaci¨®n para la Reducci¨®n de la Violencia Armada (ARV en ingl¨¦s).
Para asegurar que pistolas y rifles no terminan en manos de criminales ¡°hay mucho trabajo que hacer en Europa¡±, porque las divergencias entre las legislaciones de los Estados miembros crean lagunas que el crimen organizado y el terrorismo aprovechan para obtener armas y munici¨®n, opina Bruselas. La industria y las asociaciones de cazadores dudan de las cifras y se oponen a una ley m¨¢s severa que pueda perjudicar sus actividades.
Cada vez que se abre el mel¨®n legislativo para restringir el acceso a las armas peque?as de forma legal, la UE se encuentra con la oposici¨®n de la industria y los amantes de la caza o los deportes de tiro. Hace aproximadamente un a?o, la comisaria Malmstr?m afirm¨® que ¡°las armas legales en la UE alimentan el mercado ilegal¡±. La Federaci¨®n de Asociaciones de Caza y Conservaci¨®n (FACE en ingl¨¦s) no est¨¢ de acuerdo con esa afirmaci¨®n y lamenta que Bruselas quiera legislar ¡°bajo el falso pretexto de que existe un nexo entre ellas¡±.
En la UE hay medio mill¨®n de armas de fuego robadas o perdidas, y la mayor¨ªa procede de uso civil, seg¨²n el Sistema de Informaci¨®n de Schengen. El portavoz de la FACE, Manuel Esparrago, tiene ¡°muy serias dudas¡± acerca de esta cifra, porque ¡°se ha elaborado a trav¨¦s de datos de ONG y no consultando la informaci¨®n oficial de la que disponen los Estados¡±. Cuando han solicitado m¨¢s precisi¨®n sobre los n¨²meros, toda la respuesta que han recibido ha sido una ¡°vaga referencia oral¡±. La FACE, que representa al mayor grupo de propietarios de armas legales de la UE ¡ªsiete millones de cazadores¡ª, se queja de que a pesar de haber pedido su inclusi¨®n en el grupo de expertos al que la Comisi¨®n consultar¨¢ para elaborar una nueva propuesta de legislaci¨®n, ha sido rechazada.
Los cazadores, como indica Esparrago, se muestran ¡°profundamente decepcionados y preocupados¡± por lo que consideran leyes al servicio de ¡°objetivos pol¨ªticos¡±. Entre las posibles novedades, podr¨ªa dificultarse el acceso a determinadas armas y otras, como las semiautom¨¢ticas, incluso se prohibir¨ªan, lo que afectar¨ªa a los cazadores espa?oles. La Asociaci¨®n Armera (AA) espa?ola lamenta esta decisi¨®n, porque el 70% de las armas que utilizan los cazadores espa?oles son semiautom¨¢ticas. Su gerente, Marta G¨®mez, denuncia que el endurecimiento de las leyes, vaya ¡°siempre¡± dirigido a empresas y usuarios que act¨²an de acuerdo a la legalidad. Entre otras cosas, porque se trata de un mercado ya en declive ¡ªpor razones culturales, el n¨²mero de cazadores va descendiendo con las nuevas generaciones¡ª y m¨¢s restricciones podr¨ªan tener consecuencias negativas sobre el empleo de una industria que da de comer a algo m¨¢s de 2.000 trabajadores en Espa?a. ¡°Los cazadores ya est¨¢n saturados de restricciones y si hubiera m¨¢s, muchos se retirar¨ªan¡±, alerta la gerente.
Todas las sugerencias de Bruselas van encaminadas a armonizar las leyes nacionales. Uno de los planteamientos es que los pa¨ªses europeos se pongan de acuerdo en c¨®mo marcar el armamento hecho a mano con n¨²meros de serie, de forma que faciliten a las fuerzas de seguridad la identificaci¨®n de armas usadas por criminales. Para mejorar la identificaci¨®n, Jacob Parakilas, de la ONG Acci¨®n sobre la Violencia Armada (AOAV, en sus siglas en ingl¨¦s), sugiere estampar n¨²meros de serie microsc¨®picos en diferentes componentes o incluso ¡°que el arma imprima ese n¨²mero en cada casquillo cada vez que dispara¡±.
Tambi¨¦n cabe la posibilidad de que Bruselas obligue a instalar sensores biom¨¦tricos en todas las armas para asegurar que las utilizan exclusivamente sus propietarios. Estos sensores permiten identificar al due?o de un arma empleando sus caracter¨ªsticas biol¨®gicas, como el pulso o la huella dactilar. ¡°Es de ciencia ficci¨®n¡±, lamenta el portavoz de FACE. G¨®mez advierte de que los sensores no evitar¨ªan el tr¨¢fico ilegal, porque ¡°seguramente¡± quienes se dedican a ello sabr¨ªan desactivarlos.
¡°El comercio de pl¨¢tanos est¨¢ m¨¢s regulado que el de armas¡±, dice Oxfam
En realidad, ni la m¨¢s estricta de las regulaciones consigue frenar la violencia armada. La clave est¨¢ en el comercio, se?alan diversas ONG. Amnist¨ªa Internacional, Oxfam o Greenpeace llevaban a?os luchando para que Naciones Unidas aprobara un Tratado de Comercio de Armas (TCA) global, que finalmente consiguieron en abril de este a?o. De momento lo han firmado 108 pa¨ªses, incluido EE UU, pero solo ocho lo han ratificado. ¡°El comercio de pl¨¢tanos est¨¢ m¨¢s regulado que el del armamento ligero, el mercado m¨¢s mort¨ªfero del planeta¡±, explica Francisco Yermo, experto en control de armas de Oxfam.
Hasta ahora, la ¨²nica manera de impedir que pistolas o rifles fabricados en el primer mundo llegaran a pa¨ªses en conflicto, era la lista de Estados embargados, a los que la UE proh¨ªbe vender armamento. Pero en algunas ocasiones no ha sido muy efectivo; los pa¨ªses europeos exportaron armas a la Libia de Gadafi hasta que se decret¨® el embargo, en febrero de 2011. Estas han llegado despu¨¦s a otros pa¨ªses en conflicto como Mal¨ª o Congo, seg¨²n Yermo. ¡°El 95% de las armas que se utilizan en ?frica vienen de fuera del continente¡±, relata.
A pesar de todo, hay lugar para la esperanza. Alberto Est¨¦vez, experto en el TCA de Amnist¨ªa Internacional, celebra ¡°el logro important¨ªsimo¡± que supone el acuerdo. Espera que el tratado entre en vigor en dos a?os, cuando lo hayan ratificado al menos 50 Estados. A partir de ese momento, estar¨¢ prohibido transferir armas a pa¨ªses que puedan utilizarlas para cometer genocidio, cr¨ªmenes de lesa humanidad o de guerra. Es m¨¢s, los Estados estar¨¢n obligados a ser transparentes y dar a conocer a los ciudadanos de todo el mundo el destino de cada una de las armas que salgan de su pa¨ªs. ¡°Con todo el poder disuasorio que ello conlleva¡±, comenta Yermo. Bruselas quiere avanzar tambi¨¦n en la desactivaci¨®n de armamento. Algunas armas pueden reactivarse y, seg¨²n la Comisi¨®n, una norma europea m¨¢s estricta podr¨ªa asegurar que los rev¨®lveres o ametralladoras que se inutilicen queden definitivamente inoperables. Reactivar un rev¨®lver no es f¨¢cil. Un ciudadano medio no podr¨ªa realizarlo sin estar seguro de que el arma ¡°no le va a volar la mano¡±, dice Parakilas. Ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil vigilar a las empresas que realizan este servicio que estar detr¨¢s de cada posible usuario de este tipo de armas, opinan desde AOAV.
Legislar antes de que llegue el tr¨¢fico en 3D
Todos los inventos que revolucionan nuestras vidas tienen cara y cruz. Es lo que ocurre con las impresoras 3D. La cara es que, seg¨²n los expertos, tarde o temprano se podr¨¢ fabricar cualquier producto con una 3D, bastar¨¢ con tener un plano del objeto. La cruz es m¨¢s sombr¨ªa: el objeto podr¨¢ ser una pistola, o al menos, una parte de ella.
Bruselas, decidida a entrar en el territorio de los desaf¨ªos tecnol¨®gicos, quiere incluir las impresoras 3D en la nueva legislaci¨®n sobre armas. Marcus Wilson, de la Organizaci¨®n para la Reducci¨®n de la Violencia Armada (ARV) cree que todav¨ªa no es una realidad, pero ¡°la ciencia avanza muy r¨¢pido y los Gobiernos deben tener presente una posible regulaci¨®n cuando llegue el caso¡±.
Hasta el momento, la producci¨®n de armas con este procedimiento es residual y de calidad deficiente. Nada que ver con la efectividad de las armas manufacturadas. ¡°El pl¨¢stico que emplean estas m¨¢quinas es por lo general de muy mala calidad y las armas que se han fabricado con ellas han podido disparar pocas veces antes de romperse¡±, aclara Jacob Parakilas, miembro de Acci¨®n sobre la Violencia Armada (AOAV).
An Vranckx, portavoz de la ONG Saferworld, no ve el nexo entre impresoras 3D y el posible tr¨¢fico ilegal de armas. Lo que podr¨ªa pasar es que se utilizaran para imprimir repuestos, pero, al ser a¨²n de dudosa calidad, coincide con Parakilas en que ¡°en el mejor de los casos servir¨ªan para disparar solo una bala¡± y despu¨¦s el arma se partir¨ªa. Esta activista participar¨¢ en la comisi¨®n de expertos que la Comisi¨®n ha convocado para proponer una nueva directiva sobre control de armas. Dada la sofisticaci¨®n del invento, cree que los rev¨®lveres no se imprimir¨ªan ¡°seguramente en Sud¨¢n del Sur¡±, sino en la UE, ¡°donde existen leyes para regular la propiedad¡±. En el caso de que pudiera llegar a fabricarse un arma montada con una impresora 3D, Vranckx conf¨ªa en que no ser¨ªa una soluci¨®n viable, porque seguir¨ªa siendo m¨¢s ¡°barato y eficiente¡± comprar una pistola convencional.
En mayo de este a?o, una asociaci¨®n estadounidense a favor de la abolici¨®n de cualquier control sobre las armas, Defense Distributed, dijo haber fabricado una pistola con una impresora 3D, seg¨²n la BBC. Solo el percutor era de metal. El precio de estas impresoras ronda los seis mil euros, mientras un rev¨®lver convencional en Espa?a se puede adquirir ¡ªcon licencia, eso s¨ª¡ª por entre 200 y 400 euros.
Los pa¨ªses con las condenas m¨¢s altas por tenencia il¨ªcita de armas tienden a tener una tasa de cr¨ªmenes m¨¢s baja, incide Amnist¨ªa Internacional. La v¨ªa m¨¢s com¨²n para asegurar que la disuasi¨®n funciona son las sanciones. Pero el tema en el que existen m¨¢s divergencias es la regulaci¨®n para la posesi¨®n de armas, incluyendo el sistema de licencias. En la Rep¨²blica Checa o Eslovenia, los aspirantes tienen que aprobar un examen sobre conocimiento de armas, mientras que en Espa?a basta con un test psicof¨ªsico. Pa¨ªses como Polonia someten a los propietarios a una evaluaci¨®n psicol¨®gica cada cinco a?os.
Los que m¨¢s se resisten a dar poder a Bruselas en esta materia son los pa¨ªses del Este. El 55% de los ciudadanos de Europa oriental cree que las autoridades nacionales est¨¢n mejor posicionadas para regular las armas de fuego, seg¨²n el Eurobar¨®metro de septiembre de 2013. Es un fuerte contraste respecto a la antigua Europa de los Quince, donde el 63% de los habitantes prefiere que haya normas comunes para reducir la violencia armada en la UE.
En diciembre de 2012, Adam Lanza (20 a?os) intent¨® adquirir sin ¨¦xito un rifle en una tienda de Connecticut (EE UU). Dos d¨ªas despu¨¦s, utilizando la licencia de su hermano, entr¨® en la escuela Sandy Hook de Newtown y asesin¨® a 27 personas. Lo que diferenci¨® a esta matanza de otras que ocurren en EE UU es que 20 de las v¨ªctimas eran ni?os. Desde entonces, Barack Obama ha iniciado una campa?a para que el Senado y la C¨¢mara de Representantes aprueben una legislaci¨®n con la que ejercer mayor control sobre el acceso a las armas. Pero no lo tendr¨¢ f¨¢cil. Laura Cutilletta, portavoz del Centro de Derecho para Prevenir la Violencia con Armas de San Francisco, cree que la presi¨®n que los lobbies armament¨ªsticos ejercen sobre senadores y diputados ¡°obstaculizan los posibles logros que pudiera tener la Administraci¨®n de Obama¡±.
Pero la dificultad para controlar las armas tiene ra¨ªces m¨¢s profundas. ¡°La cultura de las armas en EE UU est¨¢ muy conectada con los mitos fundacionales del pa¨ªs, con la historia de aquellos primeros colonos que huyeron de la persecuci¨®n en Europa y conquistaron su propio territorio¡±, afirma Carme Colomina, investigadora del Centro de Informaci¨®n y Documentaci¨®n Internacionales en Barcelona (CIDOB). Adem¨¢s, hay otro rasgo propio de la sociedad norteamericana: ¡°La desconfianza en el Estado que debe proteger al ciudadano¡±, asegura Colomina. EE UU ocupa el primer puesto en el r¨¢nking mundial de armas por pa¨ªs y solo en 2011 murieron m¨¢s de 32.000 personas a punta de pistola.
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