A la caza de muebles ganga en la basura
La v¨ªa p¨²blica es para algunos un escaparate de mobiliario gratis
En sus paseos por Madrid, Valencia o Murcia, a Luta Valentina, joven milanesa afincada en la capital murciana desde 2011, le llam¨® la atenci¨®n que la gente tiraba y recog¨ªa muebles en la calle. En Italia, dice, no lo hab¨ªa visto nunca. Aquella observaci¨®n se convirti¨® en su proyecto final del m¨¢ster en dise?o que cursaba en Espa?a: una aplicaci¨®n m¨®vil para que la gente que ve un mueble en la calle lo fotograf¨ªe y comparta su localizaci¨®n con el resto de la comunidad para que quien quiera lo recoja, restaure y reutilice en su casa. ¡°O incluso lo venda¡±, explica.
Esta idea ha sido premiada este noviembre por la Comisi¨®n Europea en la primera edici¨®n de los @Diversity Award, cuya finalidad es impulsar proyectos innovadores para la promoci¨®n de la cultura a trav¨¦s de las nuevas tecnolog¨ªas de la comunicaci¨®n. Esta ser¨ªa una herramienta muy ¨²til para los amantes de los escombros, esos que ven una mesa donde el resto solo observa un pal¨¦, o una butaca para la lectura los domingos por la tarde en ese sill¨®n viejo, ro¨ªdo y deshilachado que alguien ha abandonado a su suerte entre un coche y un contenedor. Valentina espera que con el apoyo de los asesores que le proporcionar¨¢ la UE la aplicaci¨®n HE/DE (Hecho/Desecho) que ahora solo vive en su ordenador, sea una realidad pronto.
Tirar muebles en la calle sin previo aviso al Ayuntamiento o fuera de los puntos limpios destinados a su recogida es motivo de multa en la mayor¨ªa de municipios de Espa?a, advierten desde la Federaci¨®n Espa?ola de Municipios y Provincias. ¡°Pero la gente lo hace y la calle es una tienda al aire libre¡±, puntualiza Valentina. ¡°Antes se los llevaban, sobre todo, los apasionados del bricolaje, pero con la crisis la gente tambi¨¦n los rescata porque los necesita¡±, ha indagado en sus investigaciones sobre el tema.
¡°Mirar en la basura es un vicio¡±, dice Mar¨ªa Jes¨²s Cano, restauradora de muebles profesional. En su tienda y taller, El sabor de lo antiguo ha comprobado que llevarse a casa lo que otros han tirado no es una afici¨®n exclusivamente suya. ¡°Antes la gente que lo hac¨ªa no lo dec¨ªa, pero ahora ha dejado de ser una verg¨¹enza, incluso nos decimos entusiasmados lo que hemos encontrado¡±, detalla. Ella misma se hizo con un pal¨¦ desechado hace unos d¨ªas. A¨²n no sabe qu¨¦ har¨¢ con ¨¦l pero ya avanza que de ese ¡°pino en bruto¡± nacer¨¢ alg¨²n mueble. ¡°El mundo del pal¨¦ es maravilloso, cuando trabajas la madera, con la veta tan abierta, queda preciosa¡±, se entusiasma.
Valentina no ve conflicto entre su premiada aplicaci¨®n y las normativas municipales respecto al abandono y recogida de muebles en la v¨ªa p¨²blica. ¡°Quien hace la foto y la comparte no es quien ha dejado el mueble¡±, explica. ¡°Adem¨¢s los usuarios que los recojan pueden colgar c¨®mo lo han restaurado, explicando las t¨¦cnicas¡±, a?ade. Incluso cree que su idea podr¨ªa ser interesante para la administraci¨®n local, pues les quitar¨ªa sin coste los residuos de la calle.
Internet se ha convertido tambi¨¦n en un escaparate digital para hacerse con mobiliario o utensilios para el hogar de segunda mano, gratis o muy baratos. Abundan en la Red las p¨¢ginas web en las que la gente regala o vende a bajo precio lo que le estorba en casa. ¡°Donde alguien ve un mueble viejo, nosotros vemos algo de valor¡±, se?ala Jos¨¦ Manuel Casta?eda, due?o del negocio Restauraci¨®n Muebles y Maderas, en C¨®rdoba. ¡°Hay gente que tiene especial imaginaci¨®n para esto y ven r¨¢pido la utilidad de cosas desechadas¡±, contin¨²a. Pero cualquiera, dice, puede recuperar los muebles viejos, recogidos, comprados, heredados o desfasados de casa, para convertirlos en nuevas piezas. ¡°Es posible si sabemos hacerlo, si tenemos un tutor que nos ense?e¡±, subraya.
¡°Hay un movimiento que consiste en renovar muebles viejos, de los a?os 50, 60 y 70, que no son antig¨¹edades, pero se pintan de colores llamativos que hagan contraste y da muy buenos resultados. Se integran muy bien en nuestro mobiliario actual, m¨¢s aburrido y uniforme¡±, explica Casta?eda. Este restaurador, que adem¨¢s imparte cursos, asegura que cada vez tienen m¨¢s alumnos que no se quieren profesionalizar, sino aprender para amueblar su propia casa a su gusto. ¡°Con cuatro t¨¦cnicas puedes transformar cualquier cosa¡±, a?ade Cano.
Pese a la afici¨®n por echar el ojo a los contenedores para rescatar de la basura art¨ªculos susceptibles de esa transformaci¨®n, Cano recomienda regalar o donar los muebles a organizaciones que los arreglan y venden, como Remar, antes que tirarlos. Aunque las empresas municipales que gestionan los residuos separen las piezas por materiales para su posterior reciclado, la restauradora considera ¡°una l¨¢stima¡± que algunos muebles acaben en las plantas de tratamiento cuando podr¨ªan ser recuperados. ¡°Es muy dif¨ªcil, pero los Ayuntamientos tendr¨ªan que hacer una gesti¨®n de ese mobiliario y venderlo barato. Incluso supondr¨ªa una fuente de ingresos¡±, sugiere. ¡°A veces hay muebles incre¨ªbles que no te puedes creer que la gente los haya tirado. Y podr¨ªan tener utilidad¡±, asegura.
En este sentido, el gerente de Restauraci¨®n Muebles y Maderas, recuerda que uno de sus alumnos se echaba las manos a la cabeza tras comprobar que el escritorio castellano que hab¨ªa regalado ten¨ªa un gran valor, unos 8.000 euros, seg¨²n calcul¨® el profesor, y podr¨ªa haberlo restaurado. ¡°Antes se hac¨ªan muebles duraderos, pensados para toda la vida, de calidad, artesanos¡±, dice Casta?eda. Por eso, asegura que la restauraci¨®n merece la pena aunque pueda ser m¨¢s costosa que adquirir muebles baratos de grandes cadenas ¡°que no ha tocado una mano en su proceso de fabricaci¨®n¡±. ¡°Adem¨¢s si los conviertes en algo nuevo, son ¨²nicos, no habr¨¢ dos iguales¡±, a?ade Cano.
No tirar, reciclar y reutilizar son pr¨¢cticas clave para la conservaci¨®n del medio ambiente. En el caso de los muebles cobra una especial relevancia teniendo en cuenta que sus materiales son de gran valor ecol¨®gico, como la madera. ¡°Los productos para la restauraci¨®n tambi¨¦n pueden ser respetuosos con el Planeta¡±, apunta una de las socias de El sabor de lo antiguo. ¡°Se pueden hacer ceras naturales¡±, dice. Casta?eda coincide en esta observaci¨®n. ¡°Hay pigmentos naturales o utilizar resinas de ¨¢rbol¡±, a?ade.
A la espera de que los asesores de la UE le indiquen c¨®mo buscar financiaci¨®n para desarrollar su aplicaci¨®n, Valentina subraya que desear¨ªa realizar este proyecto porque de verdad cree que fomenta ¡°otro tipo de cultura, sin tanto consumismo¡±, basada en el aprovechamiento de lo que ya tenemos (o encontramos).
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