Asia gana la carrera de la educaci¨®n
La selecci¨®n del profesorado renta al continente, que copa los siete primeros puestos del informe PISA Finlandia pierde posiciones y Espa?a se estanca en matem¨¢ticas
Zhou Luwen puede ahorrar en ropa, en calefacci¨®n, incluso en comida. Pero tiene muy claro que hay un apartado en el que jam¨¢s escatimar¨¢ un yuan: la educaci¨®n de sus dos reto?os. ¡°Siempre nos han ense?ado que es lo m¨¢s importante en la vida, una inversi¨®n indispensable. Porque sin educaci¨®n no es posible tener ¨¦xito¡±. La filosof¨ªa de esta mujer de 43 a?os, residente en Shangh¨¢i, cala en toda China. Esa mentalidad ¡ªtraducida en una fort¨ªsima presi¨®n social para los estudiantes¡ª se ha identificado como una parte fundamental del ¨¦xito de los pa¨ªses asi¨¢ticos en el informe PISA, que este a?o se ha centrado en las matem¨¢ticas (tambi¨¦n se eval¨²an cada tres a?os las competencias en lectura y ciencias).
Los primeros puestos de la clasificaci¨®n de pa¨ªses en este examen de la OCDE que trata de medir las destrezas de los alumnos de 15 a?os est¨¢n copados por alumnos asi¨¢ticos. Entre todos ellos destacan los alumnos de esta regi¨®n y, por encima de los dem¨¢s, Shangh¨¢i, con 613 puntos en matem¨¢ticas sobre una media de la OCDE de 494 y m¨¢s de la mitad de los estudiantes (55%) en los niveles m¨¢s altos de rendimiento (la media es del 12%; la espa?ola, del 8%). A Shangh¨¢i le siguen en la clasificaci¨®n Singapur (573), Hong Kong (561), Taip¨¦i (560) y Corea del Sur (554).
Los alumnos orientales est¨¢n sometidos a mucha presi¨®n
Hay que llegar hasta el puesto n¨²mero ocho para encontrar el primer pa¨ªs europeo: el min¨²sculo Liechtenstein. Buena parte de los pa¨ªses occidentales que en 2003 (la edici¨®n anterior en la que las matem¨¢ticas fueron la materia principal del examen) ocupaban los primeros puestos han visto reducir sus resultados: Finlandia (25 puntos menos), Holanda (15) o Canad¨¢ (14).
As¨ª, mientras Finlandia, el otro gran paradigma de la excelencia educativa surgido del PISA (que lleva ya cinco ediciones), se apea del podio (ha ca¨ªdo del primer puesto en matem¨¢ticas en 2003 al sexto en 2009 y duod¨¦cimo ahora), todos los pa¨ªses empezar¨¢n a mirarse m¨¢s que nunca en el espejo asi¨¢tico. Incluyendo a Espa?a, cuya imagen escolar proyectada bajo el prisma de PISA es la del estancamiento durante una d¨¦cada ¡ªal menos, en matem¨¢ticas y lectura, con una leve mejora en ciencias¡ª, con pocos alumnos excelentes y, encima, con una equidad ¡ªsu gran sello positivo¡ª que tal vez empieza a mostrar s¨ªntomas de resquebrajamiento en mitad de la brutal crisis econ¨®mica.
El problema, recuerda el catedr¨¢tico de Econom¨ªa de la Pompeu Fabra Jos¨¦ Garc¨ªa Montalvo, es que PISA ofrece una fotograf¨ªa muy clara del estado de la cuesti¨®n, pero no tanto de las causas de por qu¨¦ unas cosas funcionan mejor en un sitio que en otro, o por qu¨¦ no funcionan en absoluto. ¡°No es posible trasplantar lo que pasa en un pa¨ªs a otro¡±, asegura. Una de las pocas caracter¨ªsticas que se repiten en muchos de los modelos de ¨¦xito es la selecci¨®n del profesorado ¡ªentre los mejores estudiantes¡ª, y que est¨¦n bien pagados, dice la OCDE. Otros especialistas, como el profesor de la Universidad de Salamanca Jaime Rivi¨¨re, apuntan a unas culturas con un lenguaje muy complicado de aprender cuyas escuelas se centran casi exclusivamente en la primaria en la lectura y las matem¨¢ticas, precisamente lo que mide PISA. Otros hablan tambi¨¦n de que se insistencia mucho en esos pa¨ªses en la realizaci¨®n continua de ex¨¢menes.
El responsable de este informe, Andreas Schleicher, asegura que el ¨¦xito de los pa¨ªses asi¨¢ticos en este sentido es que ¡°han movilizado los recursos all¨¢ donde pueden marcar la diferencia¡±. Y, sobre Espa?a, a?ade: ¡°La cuesti¨®n no es el volumen de los recursos; ha puesto ¨¦nfasis en reducir el tama?o de las clases y no darle a los maestros el nivel de autonom¨ªa que necesitan para mejorar. Esas cosas tienen m¨¢s influencia que el nivel de los recursos¡±.
El profesor de Econom¨ªa del University College de Londres Antonio Cabrales matiza esa idea en este tiempo de escasez y de tijeras: ¡°Dados los altibajos de las cantidades de dinero dedicadas al sistema, esto es una indicaci¨®n m¨¢s de que simplemente poner dinero no soluciona nada. Pero esto no quiere decir que haya que seguir por la senda de recortes, simplemente que hay que buscar d¨®nde poner los recursos y evaluar las politicas con m¨¢s rigor¡±.
Y en ese camino para poner el dinero donde marque m¨¢s la diferencia bas¨¢ndose en evidencias como las de PISA, la copia o el remedo parecen inevitables si se est¨¢ de acuerdo con los argumentos del secretario general de la OCDE, ?ngel Gurr¨ªa: ¡°En una econom¨ªa globalizada, la competitividad y las perspectivas futuras de empleo depender¨¢n de lo que la gente puede hacer con lo que sabe. Los j¨®venes son el futuro, por lo que cada pa¨ªs debe hacer todo lo posible para mejorar su sistema educativo y las perspectivas de las generaciones futuras¡±.
Y tambi¨¦n se hace inevitable esa evaluaci¨®n de las pol¨ªticas de las que habla el profesor Cabrales. En estos d¨ªas muchos especialistas ingleses est¨¢n ech¨¢ndole en cara al ministro de Educaci¨®n brit¨¢nico, Michael Gove, su proyecto de academias libres (los colegios p¨²blicos pod¨ªan acogerse a una especie de sistema concertado, regidos por cooperativas de padres o profesores), copiado del que puso en marcha Suecia all¨¢ por 2006. Pues bien, hoy esos expertos recuerdan que Suecia est¨¢ ahora en el puesto 38 de los 65 pa¨ªses y regiones examinados (cinco puestos por debajo de Espa?a), cuando en 2003 estaba en el 14.
En Espa?a se lo recordar¨¢n seguramente al ministro Jos¨¦ Ignacio Wert, que ha argumentado una y otra vez la necesidad de la pol¨¦mica reforma educativa que acaba de aprobar en el Congreso con el ¨²nico apoyo del PP (la llamada LOMCE) por los mediocres y estancados resultados de Espa?a en PISA. Junto a la exigencia y la evaluaci¨®n (la ley recupera las rev¨¢lidas), algunos de sus pilares son la libertad de elecci¨®n de centro y la competencia entre escuelas. Claro que los defensores de estas ideas recordar¨¢n a su vez ese baj¨®n de resultados de Finlandia, paradigma de la escuela comprensiva (todos los alumnos est¨¢n juntos en una v¨ªa b¨¢sicamente igual hasta los 16 a?os), el modelo espa?ol tan criticado durante a?os por el PP.
La ministra finlandesa de Educaci¨®n, Krista Kiuru, dec¨ªa este martes: ¡°Se observa una desvalorizaci¨®n de la escuela por parte tanto de los alumnos como de la sociedad en su conjunto¡±. ¡°En comprensi¨®n de lectura los chicos est¨¢n 62 puntos por debajo de las chicas, lo que equivale a un a?o y medio de educaci¨®n. Por su parte los inmigrantes o hijos de inmigrantes est¨¢n a m¨¢s de 100 puntos del promedio, casi tres a?os de educaci¨®n¡±, dijo el coordinador nacional del informe, Jouni V?liaj?rvi.
Hace ya dos a?os, algunos indicios se?alaban c¨®mo una incipiente inmigraci¨®n de en torno a un 5% (en 2005 era del 3%) estaba poniendo a prueba el sistema. A algunos profesionales les preocupa ¡°que los padres empiecen a elegir escuela bas¨¢ndose en sus prejuicios; si se abre esa puerta, no hay vuelta atr¨¢s¡±, dijo a este peri¨®dico el decano de la Facultad de Educaci¨®n de la Universidad de Helsinki, Patrik Scheinin. Esa vuelta atr¨¢s era que, independientemente de que sea verdad o mentira que el alumnado inmigrante (que se suele concentrar en las zonas m¨¢s pobres) condicione las notas de los dem¨¢s, basta con que la percepci¨®n sea esa para que se desestabilice el sistema.
Para otros especialistas, como el representante sindical del grupo de trabajo de educaci¨®n de la OCDE John Bangs, lo que se est¨¢ notando en los resultados de PISA 2012 en pa¨ªses como Finlandia (incluye tambi¨¦n otros como Suecia) es que ¡°est¨¢n sufriendo las consecuencias del declive econ¨®mico y las presiones sociales que esto causa¡±, seg¨²n coment¨® a la publicaci¨®n brit¨¢nica TES.
El primer pa¨ªs europeo de la lista, Liechtenstein, est¨¢ en el octavo lugar
As¨ª, lo que queda es levantar la vista hacia Asia. Pero, ?qu¨¦ se podr¨ªa copiar de los modelos asi¨¢ticos? Y ?merecer¨ªa la pena? Por ejemplo, Shangh¨¢i le saca 119 puntos a la media de la OCDE, y 129 a Espa?a, lo que se podr¨ªa traducir (en una de esas analog¨ªas que la OCDE hace en aras de la divulgaci¨®n) en una ventaja de casi tres a?os de escolarizaci¨®n. Ese es un tiempo que, seg¨²n apuntan expertos cr¨ªticos con el sistema educativo chino, los adolescentes le restan a su vida social. Lo sabe bien Tingting, la hija mayor de Zhou. Ahora tiene 16 a?os, acaba de superar el zhongkao, una especie de Selectividad para acceder al instituto, y ya teme la llegada del gaokao, el examen de acceso a la universidad.
Entra en clase a las 7.30 de la ma?ana y vuelve a casa a las cuatro de la tarde. Muchas veces no levanta la vista de los libros de texto hasta las diez, cuando su madre la obliga a dormir, y entre sus actividades extraescolares est¨¢n el ingl¨¦s y el piano, un instrumento que aborrece. ¡°Consegu¨ª entrar en el mejor instituto del distrito, y ahora mis padres quieren que estudie en la Universidad de Jiaotong [una de las mejores de China] y que luego haga un m¨¢ster en Estados Unidos para encontrar un buen trabajo a mi regreso¡±, cuenta entre susurros. ¡°No entiende que lo hacemos por su bien¡±, responde Zhou con tono conciliador pero firme.
Historias como la de esta familia se repiten en los otros cuatro territorios de influencia china que aparecen entre los siete primeros de la lista del informe PISA: Singapur, Hong Kong, Taipei, y Macao. ¡°Es evidente que los resultados son muy positivos, pero tambi¨¦n es cierto que la presi¨®n y la competitividad a la que est¨¢n sometidos los alumnos desde muy peque?os pueden tener efectos negativos en su socializaci¨®n y en su desarrollo humano, apartados que no analiza el informe PISA¡±, analiza Xu Anqi, profesor de Sociolog¨ªa de la Universidad de Fudan. No en vano, dos suicidios y un asesinato provocaron en mayo un acalorado debate sobre el lado m¨¢s oscuro de este modelo educativo.
Seg¨²n estudios de la Academia de Ciencias Sociales de China, que no suele tratar el tema tab¨² del suicidio, unas 250.000 personas se quitan la vida cada a?o en el gigante asi¨¢tico. Y otros dos millones lo intentan. La mayor¨ªa tiene menos de 30 a?os, y muchos ni siquiera han alcanzado la mayor¨ªa de edad. En 2008 una encuesta arroj¨® otro dato preocupante: el 17% de las estudiantes de secundaria de la ciudad de Foshan hab¨ªan contemplado alguna vez la posibilidad acabar con su vida.
Pero, claro, no todo se deber¨¢ a la extraordinaria presi¨®n, sino que habr¨¢ otros elementos que tiran de estos sistemas hacia arriba. Preguntado por si estar¨ªa bien que la escuela, pongamos la espa?ola, se pareciera en algo a los modelos asi¨¢ticos, el catedr¨¢tico de Sociolog¨ªa de la Complutense Mariano Fern¨¢ndez Enguita se centra en la figura del profesor. Por ejemplo, habla de una mejor selecci¨®n y una carrera profesional con incentivos de mejora que hoy no existen en Espa?a, al menos en la escuela p¨²blica, mayoritaria. ¡°Ya me gustar¨ªa que los profesores tuvieran una voluntad parecida de transparencia y de trabajo en equipo. Recuerdo, en Jap¨®n, algo que aqu¨ª ser¨ªa imaginable: lo llamaban la jornada de investigaci¨®n y consist¨ªa en que todos los profesores (o muchos, yo recuerdo la presencia de una veintena) asist¨ªan a una clase de uno de ellos, observando y tomando notas, para luego discutir sus aciertos y sus debilidades¡±.
Con informaci¨®n de Adri¨¢n Soto (Helsinki).
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