Esta carretera es un enchufe
Dos investigadores estadounidenses crean paneles solares sobre los que se puede circular La tecnolog¨ªa permite generar energ¨ªa para iluminar y calentar la v¨ªa y cargar coches el¨¦ctricos
En Espa?a hab¨ªa, a 31 de diciembre de 2012, 165.593 kil¨®metros de carretera, seg¨²n Fomento. Largas l¨ªneas de asfalto extendi¨¦ndose por el territorio, con el consiguiente impacto visual. Y en muchas regiones, m¨¢s de 300 d¨ªas de sol al a?o. Frente a la obvia necesidad de seguir trazando nuevos recorridos de hormig¨®n, hay quien ve la oportunidad de aprovecharlos para contribuir a la sostenibilidad del medio ambiente. Y poco a poco, el camino para construir carreteras que produzcan energ¨ªa se va desbrozando.
El estadounidense Scott Brusaw asegura guardar un dibujo que hizo cuando era ni?o, a principios de los 60, en el que ya hab¨ªa esbozado con sus pinturas una carretera solar, en una ¨¦poca en la que la mayor¨ªa de la gente a¨²n no hab¨ªa o¨ªdo hablar siquiera de la energ¨ªa fotovoltaica. Desde hace unos cinco a?os, ¨¦l y su mujer, Julie Brusaw, se han propuesto que aquella idea infantil se convierta en realidad. Y por las ayudas p¨²blicas que van recibiendo ¡ªla primera les lleg¨® en 2009¡ª parece que les toman en serio.
El plan de los Brusaw es sustituir el firme de las carreteras por paneles que puedan aprovechar la luz solar. Adem¨¢s de generar energ¨ªa, otro efecto positivo es que ya no har¨ªa falta usar petr¨®leo para asfaltar las carreteras. El principal problema al que han tenido que hacer frente ha sido garantizar la seguridad de la circulaci¨®n. Al fin y al cabo las placas fotovoltaicas se elaboran con cristal y la visi¨®n de una carretera de este material, sobre todo si llueve, se antojaba peligrosa.
Pero los responsables del proyecto Solar Roadways (Calzadas Solares, en ingl¨¦s) aseguran haber conseguido una textura en la capa superior que proporciona una tracci¨®n al menos tan segura como las carreteras comunes, incluso con lluvia. Esa primera cubierta contiene las c¨¦lulas fotovoltaicas, luces con tecnolog¨ªa LED y calefacci¨®n. Porque la energ¨ªa generada puede ser utilizada, seg¨²n el matrimonio, para dar avisos de seguridad en la propia carretera mediante luces o para calentarla en los d¨ªas de fr¨ªo y evitar hielo o nieve.
Una segunda capa contiene microprocesadores para controlar y activar las luces y los sistemas. Y tambi¨¦n, explican los Brusaw, para controlar posibles intentos de robo de los paneles. Por ¨²ltimo, la tercera l¨¢mina distribuye la energ¨ªa producida. Esta puede destinarse a las casas colindantes, o ¡ªen otra opci¨®n para fortalecer el c¨ªrculo sostenible¡ª cargar los veh¨ªculos el¨¦ctricos.
El matrimonio defiende que un kil¨®metro de esta carretera con dos carriles en cada sentido (se necesitar¨ªan unos 1.100 paneles) puede llegar a producir diariamente unos 8,32 megavatios hora. O, lo que es lo mismo, energ¨ªa suficiente para cubrir las necesidades de unos 250 hogares. Los c¨¢lculos, que ellos insisten en presentar como conservadores, contemplan que las placas recibir¨ªan una media de cuatro horas de luz solar al d¨ªa y funcionar¨ªan a un 15% de eficiencia ¡ªla capacidad de las c¨¦lulas fotovoltaicas para transformar la luz en energ¨ªa¡ª. Aunque ellos esperan alcanzar un nivel del 18,5%.
De un modo u otro, la idea cuaja. Esta pasada primavera, su proyecto piloto para construir un aparcamiento de unos 3x10 metros con placas solares en su ciudad ¡ªSandpoint (Idaho, EE UU)¡ª recibi¨® m¨¢s de 500.000 euros de subvenci¨®n de ese Estado. Y es que, adem¨¢s del desarrollo de la tecnolog¨ªa, el debate gira en torno a la inversi¨®n necesaria. Obviamente, fabricar paneles solares para cubrir todas las v¨ªas es m¨¢s caro que asfaltarlas.
Pero los Brusaw sostienen que a lo largo de su vida ¨²til las carreteras solares pueden generar ingresos que las hagan rentables. No solo a trav¨¦s de la generaci¨®n de electricidad para casas, industria o veh¨ªculos, sino incluyendo publicidad en los LED en zonas como aparcamientos, aprovechando la capa inferior para transportar cables telef¨®nicos o de banda ancha o incluso recogiendo agua para filtrarla mediante unos canales instalados en los m¨®dulos.
Dejando a un lado estas fuentes alternativas de ingresos, los responsables de Solar Roadways estiman que solo con la venta de electricidad podr¨ªan amortizar la instalaci¨®n de cada panel en 20 a?os aunque los precios del suministro no subieran. Adem¨¢s, resaltan que tras esas dos d¨¦cadas de vida de cada placa, algunos de sus elementos ¡ªcomo las c¨¦lulas fotovoltaicas o los LED¡ª deben ser repuestos, pero la gran mayor¨ªa puede reutilizarse.
En cualquier caso, el desarrollo de los elementos necesarios para que esto sea una realidad y se consiga generar la energ¨ªa prevista necesita una enorme inversi¨®n en los pr¨®ximos a?os. Adem¨¢s de las subvenciones, el proyecto acepta donaciones de particulares, pero no de grandes corporaciones para evitar injerencias, seg¨²n dicen. Necesitan una gran cantidad de fondos. Pero los Brusaw destacan que los beneficios econ¨®micos y medioambientales compensan la inversi¨®n. Y preguntan: ¡°?Cu¨¢l ser¨¢ el coste de no invertir en este tipo de proyectos?¡±.
Suelo solar 'made in Spain'
Sin pensar todav¨ªa en soportar el paso de coches, ya hay paneles solares que permiten darse un paseo. En la distancia que separa dos de los edificios del campus de la universidad George Washington en Ashburn, Virginia (EE UU), el pavimento solar da sus primeros pasos. Conocidas en el centro universitario como The Solar Walk (El paseo solar), las 27 baldosas cuadradas de vidrio antideslizante de 60 cent¨ªmetros de lado forman el primer suelo fotovoltaico transitable del mundo.
Detr¨¢s de este avance est¨¢ una empresa espa?ola, Onyx Solar. En lugar de unas placas solares al uso, la firma abulense ha conseguido desarrollar un vidrio triple que cumple con las normativas de antideslizamiento y soporta hasta 400 kilos de peso en carga puntual.
La compa?¨ªa ya hab¨ªa aplicado estas placas a la construcci¨®n en forma de fachadas y paredes, pero ahora tambi¨¦n sirven como suelos. Los cinco metros de camino de Ashburn apenas almacenan durante las horas de sol la energ¨ªa necesaria para iluminar por la noche los LED que tienen instalados, pero en Onyx defienden que la proliferaci¨®n de estos m¨®dulos permitir¨¢ multiplicar esa potencia.
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