El aborto en dos hemisferios
Los pa¨ªses desarrollados tienden hacia leyes de interrupci¨®n del embarazo m¨¢s permisivas. Cuatro Estados de Am¨¦rica Latina proh¨ªben esta prestaci¨®n sanitaria
El acceso a la interrupci¨®n voluntaria del embarazo tambi¨¦n es un ecuador que divide el planeta. M¨¢s del 60% de la poblaci¨®n mundial vive en pa¨ªses donde el aborto se permite bajo supuestos amplios ¡ªse incluyen las razones sociales o econ¨®micas, por ejemplo¡ª o donde es un derecho de la mujer durante las primeras semanas de gestaci¨®n. Europa, Estados Unidos... es decir, la mayor¨ªa de los pa¨ªses desarrollados situados en el hemisferio Norte ¡ªsalvo excepciones, como Australia¡ª se gu¨ªan por este modelo. En el otro lado del panorama global, y del ecuador ¡ªporque son Estados que se concentran en el hemisferio Sur¡ª, cerca del 40% de la poblaci¨®n mundial vive en pa¨ªses con marcos normativos restrictivos, donde el aborto se proh¨ªbe o se permite en supuestos restrictivos, como para salvar la vida de la mujer. Es el caso de la mayor parte de ?frica, Am¨¦rica Latina, Oriente Pr¨®ximo o Asia meridional, seg¨²n el informe sobre el acceso a esta prestaci¨®n sanitaria elaborado por la ONU en 2013.
Espa?a, con la nueva Ley Org¨¢nica de Protecci¨®n de la Vida del Concebido y de los Derechos de la Mujer Embarazada, se trasladar¨¢ de la lista de pa¨ªses en los que el aborto es un derecho de la mujer para situarse junto a los que solo permiten esta intervenci¨®n por razones m¨¦dicas, junto a Estados como Bolivia, Malasia, Polonia o Israel. La ley presentada por el ministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallard¨®n ¡ªque debe pasar por los tr¨¢mites parlamentarios¡ª permite el aborto solo en caso de violaci¨®n o riesgo grave para la salud f¨ªsica o psicol¨®gica de la mujer (hasta la 22 semanas de gestaci¨®n), riesgo que incluye tambi¨¦n el perjuicio para su salud mental tras el diagn¨®stico de una patolog¨ªa fetal incompatible con la vida.
A nivel mundial, y con algunas excepciones, los Estados han ido liberalizando sus marcos normativos sobre acceso al aborto desde mediados del siglo XX. Espa?a involuciona, apunta Viviana Waisman, presidenta de la organizaci¨®n internacional Women's Link Worlwide, que trabaja en temas de derechos humanos y justicia con perspectiva de g¨¦nero. ¡°La nueva ley sit¨²a a Espa?a a la cola de Europa, junto con los pa¨ªses con peores leyes de acceso. Pero es que el modelo elegido por Gallard¨®n es incluso m¨¢s restrictivo que el que se sigue en muchos pa¨ªses de Latinoam¨¦rica, porque exige que el riesgo para la salud de la mujer sea grave; algo que no se especifica, por ejemplo, en Colombia¡±, sostiene. ¡°Adem¨¢s, el procedimiento burocr¨¢tico elegido puede hacer que el acceso real sea muy complicado¡±, sigue.
La nueva ley coloca a Espa?a junto a los pa¨ªses americanos m¨¢s restrictivos
Desde 1996 ¡ªtras la firma, dos a?os antes, del Programa de Acci¨®n de la Conferencia Internacional sobre Poblaci¨®n y Desarrollo, en El Cairo¡ª varios pa¨ªses han aprobado leyes para despenalizar la interrupci¨®n voluntaria del embarazo. Lo hicieron para seguir las recomendaciones internacionales que luchan contra el aborto inseguro. Seg¨²n los estudios de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), las leyes m¨¢s restrictivas no logran atajar las tasas de interrupciones voluntarias del embarazo. Solo contribuyen a aumentar la mortalidad por abortos arriesgados. Seg¨²n la OMS, unas 47.000 mujeres murieron en 2008 (¨²ltimo a?o con estimaciones generales) en el mundo a consecuencia de intervenciones clandestinas o poco seguras. Una realidad que supone un grave problema de salud p¨²blica en el ?frica Subsahariana y Am¨¦rica Latina, seg¨²n la ONU.
En los ¨²ltimos a?os, la situaci¨®n en Am¨¦rica Latina ha ido variando, aunque con matices. La dicotom¨ªa es inmensa. Algunos pa¨ªses han aprobado leyes aperturistas; otros, restrictivas. En cuatro estados de la regi¨®n ¡ªHait¨ª, Guatemala, Surinam y Honduras¡ª el aborto se permite solo para salvar la vida de la mujer; aunque en ocasiones ¨²nicamente sobre el papel: el acceso es complicad¨ªsimo. En Chile, El Salvador, Nicaragua y Rep¨²blica Dominicana la interrupci¨®n voluntaria del embarazo es una pr¨¢ctica prohibida. En Am¨¦rica Latina son muchas las mujeres perseguidas por abortar, o que han tenido que recurrir a la justicia ¡ªcasi siempre con escasos resultados¡ª para defender su derecho a la vida y a la salud.
La oposici¨®n a esta pr¨¢ctica de los sectores m¨¢s conservadores y de la Iglesia llevan chocando a?os con los t¨ªmidos intentos de despenalizarla. A pesar de esto, se han registrado algunos cambios estructurales. Uruguay, por ejemplo, despenaliz¨® el aborto durante las primeras 12 semanas de gestaci¨®n; un modelo de ley de plazos similar al de la mayor¨ªa de la UE y elegido tambi¨¦n en la ciudad de M¨¦xico (desde 2007). Colombia aprob¨®, hace unos a?os, una ley que permite la interrupci¨®n del embarazo en tres supuestos (riesgo para la salud de la mujer, violaci¨®n, o anomal¨ªas fetales) y Argentina acept¨® en su legislaci¨®n la interrupci¨®n del embarazo en casos de violaci¨®n.
La llegada de Bachelet a Chile puede derivar en una apertura legal
El regreso de Michelle Bachelet a la presidencia de Chile, despu¨¦s de haber dirigido ONU Mujeres, podr¨ªa traer cambios a una de las legislaciones m¨¢s restrictivas del planeta. ¡°En el programa de campa?a, Bachelet incluye la despenalizaci¨®n del aborto por tres causas: malformaci¨®n fetal, violaci¨®n y aborto por indicaci¨®n m¨¦dica¡±, explica Lidia Casas Becerra, profesora de la Facultad de Derecho de la Universidad Diego Portales, en Chile. ¡°Su postura es clara. Su papel ser¨¢ clave, y las posibilidades parecen m¨¢s reales que nunca porque su grupo tiene mayor¨ªa en el legislativo¡±, sigue.
Pero el proceso podr¨ªa encontrarse con la oposici¨®n del Tribunal Constitucional. Casas explica que cuando Bachelet intent¨® aprobar la p¨ªldora del d¨ªa siguiente, en su anterior mandato, una parte de la oposici¨®n apel¨® al Constitucional y logr¨® impedir su aplicaci¨®n.En Chile, los movimientos sociales piden una regulaci¨®n como las europeas, que respete el derecho de la mujer a decidir su maternidad. Aunque la experta reconoce que la propuesta de Bachelet, que busca el consenso, se parece m¨¢s a un acuerdo de m¨ªnimos.
Las normativas de El Salvador y Nicaragua, que han endurecido el acceso al aborto legal en las ¨²ltimas d¨¦cadas, representan la otra cara de la tendencia en Am¨¦rica Latina. En el primero, el Parlamento prohibi¨®, en 1997, el aborto terap¨¦utico. En Nicaragua, que hasta 2008 ten¨ªa una de las legislaciones m¨¢s avanzadas del continente, el Gobierno del sandinista Daniel Ortega aprob¨® un nuevo C¨®digo Penal con duras condenas contra ni?as y mujeres que interrumpan voluntariamente su embarazo bajo cualquier supuesto.
En otros pa¨ªses, como Ecuador, se sigue librando una batalla. La ley solo permite el aborto legal en dos supuestos: si la vida o la salud de la mujer est¨¢ en peligro, o cuando el embarazo sea producto de una violaci¨®n de una mujer con discapacidad mental.
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