El dif¨ªcil salto de escuela a ¡®school¡¯
El ingl¨¦s sigue siendo una asignatura pendiente, pese al aumento de horas de estudio El programa de biling¨¹ismo carece de coordinaci¨®n central y de un seguimiento estructurado Las nuevas tecnolog¨ªas constituyen una oportunidad para fomentar el aprendizaje de idiomas
Los alumnos espa?oles empiezan cada vez antes a estudiar ingl¨¦s, al mismo tiempo que aumenta el n¨²mero de asignaturas que se imparten directamente en este idioma. El impacto de estas medidas, sin embargo, es todav¨ªa muy limitado. Los ambiciosos planes de Educaci¨®n, seg¨²n los expertos, se han implementado de forma apresurada en muchos centros y la falta de coordinaci¨®n entre las autonom¨ªas dificulta una evaluaci¨®n eficiente de los avances registrados. A pesar de los obst¨¢culos, la distancia con los otros pa¨ªses europeos se reduce, gracias al auxilio de las nuevas tecnolog¨ªas.
¡°Hay que aceptar que hay un l¨ªmite a lo que pueden hacer las escuelas¡±, destaca Merc¨¨ Vilarrubias. La catedr¨¢tica de lengua inglesa en la Escuela Oficial de Idiomas Drassanes de Barcelona asegura que ser¨ªa ingenuo creer que tres horas de clase de ingl¨¦s semanales puedan convertir un alumno en biling¨¹e. Al escaso n¨²mero de tiempo dedicado a esta asignatura en los colegios que no participan en los programas de biling¨¹ismo, hay que a?adir otros problemas. ¡°Hay buenas intenciones entre los docentes, pero la realidad es complicada cuando hay clases con 25 alumnos de media¡±, explica Paola Ciruelos, responsable de la asesor¨ªa para educaci¨®n en el multilinguismo Nexolang de Zaragoza.
'Science', para padres e hijos
Los m¨¢s peque?os, a veces, no son los ¨²nicos en pasar un mal rato con los deberes en ingl¨¦s. Fernando Gonz¨¢lez Serrano admite cojear un poco en este idioma y que a veces le cuesta ayudar a su hija de 8 a?os con las tareas escolares, especialmente con las ciencias. "Estoy perdido con el vocabulario cient¨ªfico", revela. "Tengo que recurrir a Internet o buscar palabras en el diccionario. Afortunadamente, mi hija ya va teniendo soltura, cuenta con muy buenas notas y necesita poca ayuda en casa". Los profesores del colegio biling¨¹e Felipe II del Escorial, donde la peque?a estudia ciencias, educaci¨®n f¨ªsica, artes pl¨¢sticas y m¨²sica en ingl¨¦s, son conscientes de que el problema de Gonz¨¢lez es bastante com¨²n y por eso piden a los padres que eviten hablar en ingl¨¦s con sus hijos. "Saben que la pronunciaci¨®n de nuestra hija es mejor que la nuestra y quieren cuidarla", explica el padre.
Paloma G¨®ngora, en cambio, nunca ha tenido problemas en ayudar a sus hijos de 10 y 9 a?os con los deberes, pero s¨ª admite que gracias a ellos aprendi¨® vocabulario nuevo en el ¨¢mbito cient¨ªfico. Ahora que se ha mudado con su familia a Miami, reconoce la importancia de que sus hijos cursaran los primeros a?os de estudios en un colegio concertado de la Comunidad de Madrid, en el que se daba un 40% de las asignaturas en ingl¨¦s. "El a?o en el que mi hijo mayor empez¨® el cole, era el primero de los programas de biling¨¹ismo", recuerda, "hubo errores y aciertos como todos los comienzos".
Las mejoras respecto a sus a?os de estudio, seg¨²n G¨®ngora, son enormes. "La ense?anza ya no insiste tanto en la gram¨¢tica y se da mucho m¨¢s espacio a la comunicaci¨®n", aunque queda mucho camino por recorrer. "Escuchar hablar ingl¨¦s en tu colegio en Espa?a, te da sobre todo o¨ªdo, y eso ayuda a no quedarte boquiabierto la primera vez que te sueltan algo en ingl¨¦s, pero hay mucha falta de escritura y construcci¨®n gramatical, que en Espa?a se estudia pero no se machaca porque hay que pasar al siguiente tema y cumplir objetivos", explica. El principal problema, seg¨²n ella, es el alto n¨²mero de alumnos por clase, que impide alcanzar buenos niveles de expresi¨®n oral.
Los planes de educaci¨®n no han tenido en cuenta, de acuerdo con Vilarrubias, que el nivel inicial tanto de los alumnos como de los profesores era demasiado bajo para poder tomar parte en una clase enteramente en ingl¨¦s. ¡°Espa?a se ha lanzado a la piscina, pero estos programas requieren cambios estructurales m¨¢s profundos¡±, asevera. La catedr¨¢tica lamenta la ausencia de evaluaciones conjuntas entre las comunidades aut¨®nomas, as¨ª como de coordinaci¨®n entre las acciones. La consecuencia es un panorama muy heterog¨¦neo. La Comunidad de Madrid, por ejemplo, cuenta,?a su juicio, con un plan muy bien estructurado, mientras que en Catalu?a los resultados son muy limitados, a pesar de la gran cantidad de recursos que se han destinado a la formaci¨®n de los profesores.
La competencia ling¨¹¨ªstica de los docentes sigue estando en el centro de la controversia. En muchas comunidades, el nivel exigido corresponde al B2 en el marco com¨²n europeo de referencia para las lenguas, es decir un nivel intermedio alto. ¡°El examen de habilitaci¨®n se basa en una media entre varias destrezas¡±, insiste Ciruelos, ¡°lo que hace que muchos educadores aprueben aunque flaqueen en el oral. Conozco casos de docentes que tienen que memorizar sus lecciones y este enfoque no mejora ni el contenido de la asignatura que imparten ni la lengua¡±.
De poco sirve tambi¨¦n recurrir a profesores nativos y emular programas implantados en el extranjero, si el ingl¨¦s se confina a las horas lectivas. ¡°En los otros pa¨ªses europeos, se empez¨® hace a?os con los proyectos de biling¨¹ismo, pero no est¨¢n planteados para aprender el idioma, sino para transmitir contenidos¡±, seg¨²n Vilarrubias. ¡°El problema en Espa?a es que la lengua extranjera no est¨¢ integrada en todas las actividades de los alumnos fuera del contexto formal de las aulas¡±.
Ciruelo, la?responsable de la asesor¨ªa para educaci¨®n en el multiling¨¹ismo de Zaragoza,?insiste en la necesidad de un cambio en la metodolog¨ªa, pese a que el cl¨¢sico enfoque totalmente basado en la gram¨¢tica solo sea un recuerdo de las viejas generaciones. ¡°Hay que dar m¨¢s protagonismo a la comunicaci¨®n oral y las nuevas tecnolog¨ªas pueden ayudar mucho en este sentido¡±, subraya.
Aunque la brecha entre escuela p¨²blica y privada en ense?anza de idiomas se va reduciendo, a¨²n quedan cuestiones abiertas que ponen en entredicho la igualdad de oportunidades entre alumnos. ¡°Hace 20 o 30 a?os, solo las familias de clase media-alta contaban con recursos para que sus hijos pudieran estudiar en academias privadas o en el extranjero¡±, recuerda la docente de la Escuela Oficial de Idiomas de Barcelona. La situaci¨®n hoy en d¨ªa, seg¨²n ella, no ha cambiado mucho bajo este punto de vista. ¡°Las universidades ofrecen cursos de idiomas muy caros, mientras que la Escuela Oficial de Idiomas se ha enfrentado a dr¨¢sticos recortes. En este contexto, no todo el mundo tiene el mismo acceso al aprendizaje¡±, subraya. Vilarrubias, sin embargo, sigue confiando en el potencial de los programas de educaci¨®n. Y a?ade: ¡°Nuevas tecnolog¨ªas que nos expongan a la lengua hablada, mejor gesti¨®n de los planes en la escuela y una exigencia cultural y social hacia la importancia de saber ingl¨¦s ser¨¢n las claves para solucionar estos problemas¡±.
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