Brasil planea implantar los paquetes de tabaco gen¨¦ricos
La medida, ya vigente en Australia, impide que las marcas diferencien las cajetillas por colores o s¨ªmbolos
Brasil, el mayor exportador de tabaco del mundo, aprieta el cerco en torno a sus fumadores. La Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (Anvisa), dependiente del Ministerio de Salud, ha defendido la implantaci¨®n de los paquetes de tabaco gen¨¦ricos, sin personalidad, como ya sucede en Australia. Con esta medida las cajetillas ser¨ªan totalmente iguales, las marcas de cigarrillos no estar¨ªan diferenciadas entre s¨ª por colores o s¨ªmbolos. Solo una menci¨®n en un tipo de letra lo m¨¢s anodino posible permitir¨¢ a los consumidores diferenciar qui¨¦n ha fabricado el pitillo que se est¨¢ fumando. Se trata de evitar que los fumadores o potenciales fumadores se vean atra¨ªdos por el dise?o de la cajetilla. Las tabacaleras se oponen a la medida porque perder¨ªan su imagen de marca (no podr¨¢n utilizar logos u otros reclamos).
La propuesta debe llegar ahora al Congreso brasile?o. Y para ello es necesario que alg¨²n parlamentario presente un proyecto de ley en este sentido, algo que a¨²n no ha sucedido, explic¨® un portavoz de Anvisa a EL PA?S por correo electr¨®nico. Tambi¨¦n ser¨ªa necesario realizar una consulta p¨²blica sobre el tema, ha reconocido la agencia.
Las cajetillas gen¨¦ricas son un paso m¨¢s del Gobierno de Dilma Rousseff en la cruzada contra el tabaco, despu¨¦s de la promulgaci¨®n en el a?o 2011 de una ley federal que lo proh¨ªbe en lugares cerrados de acceso p¨²blico, como restaurantes y bares. El Ejecutivo tom¨® la decisi¨®n siguiendo iniciativas similares que ya exist¨ªan a nivel municipal y estatal. La prohibici¨®n lleg¨® acompa?ada de la suspensi¨®n de toda publicidad de productos relacionados con el tabaco, tambi¨¦n en los puntos de venta (una medida m¨¢s dura de la que est¨¢ en vigor en pa¨ªses como Espa?a, donde los estancos s¨ª pueden tener publicidad).
El pa¨ªs ha emprendido una carrera para acabar con el problema del tabaquismo. El pasado d¨ªa 27 de diciembre, la presidenta sancion¨® sin vetos una ley que proh¨ªbe la fabricaci¨®n, comercializaci¨®n, distribuci¨®n y propaganda de productos nacionales e importados que imiten la forma de cigarrillos y que est¨¦n destinados al p¨²blico infantil o juvenil. Adem¨¢s, en el Mundial de f¨²tbol de 2014 no se podr¨¢ encender ni un cigarrillo en las gradas de los 12 estadios que servir¨¢n de escenario para el torneo, seg¨²n ha establecido la FIFA.
Poco atractivo
- Objetivo. La lucha contra el tabaquismo que lidera la Organizaci¨®n Mundial de la Salud tiene como uno de sus objetivos hacer el producto menos atractivo, sobre todo para los j¨®venes. Ah¨ª se enmarcan las intervenciones en el empaquetado, con regulaciones cada vez m¨¢s restrictivas.
- Australia. El pa¨ªs de Ocean¨ªa ha sido el que m¨¢s lejos ha ido en la regulaci¨®n. En 2011 aprob¨® una normativa para que todos los paquetes de cigarrillos tuvieran el mismo color (caqui) y dise?o. Al frente, muy destacada, aparece la foto con los estragos del tabaco, y en la parte superior quedan los mensajes sanitarios. Pero la gran novedad es que se proh¨ªbe el uso de colores o tipograf¨ªas de marca: en una estrecha franja por abajo figura el nombre del fabricante y la variedad del producto, pero con un tipo de letra ¨²nico que impide que cada empresa se diferencie del resto. Las tabacaleras australianas batallaron legalmente contra esta restricci¨®n, pero en agosto de 2012 el Supremo dio la raz¨®n al Gobierno.
- UE. La Uni¨®n Europea (al menos sus autoridades sanitarias) ve con simpat¨ªa la pol¨ªtica australiana, pero a¨²n no se ha decidido a implantarla. Todav¨ªa hay pa¨ªses en los que se puede fumar en lugares cerrados (algunos l?nder de Alemania, por ejemplo). El paso m¨¢s ambicioso ha sido la prohibici¨®n de denominaciones como light, que podr¨ªan hacer pensar que se trata de un producto menos peligroso. Tampoco las desagradables fotograf¨ªas son obligatorias en todos los pa¨ªses.
- Reino Unido. Ha defendido el modelo australiano, pero no ha llegado a imponerlo.
- EE UU. En Am¨¦rica del Norte la discusi¨®n est¨¢ en otro nivel: todav¨ªa las tabacaleras discuten si deben insertar los mensajes sobre el da?o que causa el tabaco o las fotos sobre sus estragos en la salud. Alegan que va contra su libertad de expresi¨®n y de mercado.
Brasil tambi¨¦n tiene un debate abierto sobre los aditivos permitidos para el tabaco que se consume. Un grupo de ocho investigadores (cinco procedentes de universidades brasile?as y tres de centros acad¨¦micos extranjeros) eval¨²a 121 de las sustancias actualmente permitidas, que el sector califica de ¡°esenciales al proceso productivo¡±. Seg¨²n Anvisa, se utilizan cerca de 600 aditivos en el proceso de fabricaci¨®n de cigarrillos y otros productos derivados del tabaco. Se trata de sustancias que suavizan su sabor o que pueden llegar a aumentar la adicci¨®n. El 10% de un cigarro est¨¢ compuesto de este tipo de sustancias. ¡°Son a?adidas intencionadamente a los productos derivados del tabaco para enmascarar el mal gusto de la nicotina, disfrazar el olor desagradable, reducir la porci¨®n visible de humo y disminuir la irritabilidad del humo para los no fumadores¡±, aclara Anvisa en su sitio web.
El Gobierno cree que el aumento de los impuestos tambi¨¦n contribuir¨¢ a reducir el n¨²mero de fumadores en el pa¨ªs, aproximadamente 20 millones de personas, m¨¢s de 500.000, adolescentes. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud calcula que por cada 10% que sube el precio del tabaco el n¨²mero de consumidores baja entre un 3% y un 5%. Un estudio de la Universidade Federal de S?o Paulo (Unifesp) divulgado en 2013 revel¨® que el n¨²mero de fumadores descendi¨® un 20% en los ¨²ltimos seis a?os. Unos 200.000 brasile?os mueren cada a?o debido a enfermedades relacionadas con el tabaquismo.
Pero la pol¨ªtica fiscal tiene sus contrapartidas: aproximadamente el 30% de los cigarrillos comercializados en Brasil provienen del mercado ilegal, que as¨ª evitan pagar los impuestos sobre el producto. El gigante sudamericano es el mayor exportador mundial de tabaco desde el a?o 1993 y el segundo mayor productor, solo por detr¨¢s de China, seg¨²n datos del Sindicato Interestatal de la Industria del Tabaco (SindiTabaco). El 90% de la producci¨®n nacional se concentra en los tres Estados de la regi¨®n sur del pa¨ªs (Rio Grande do Sul, Santa Catarina y Paran¨¢).
La Uni¨®n Europea fue el principal mercado de la cosecha de tabaco de Brasil en los a?os 2011 y 2012, seg¨²n datos de SindiTabaco. El 40% del total de las exportaciones de 2012 fue a parar a la UE. Ese a?o, Brasil bati¨® su r¨¦cord en ventas internacionales de cigarrillos, con 3.260 millones de d¨®lares (2.600 millones de euros) en divisas del producto vendidas a 100 pa¨ªses.
Espa?a, a la cabeza de la UE
La ¨²ltima modificaci¨®n de la ley antitabaco en Espa?a, la que entr¨® en vigor en 2011, situ¨® al pa¨ªs a la cabeza de los que tienen una legislaci¨®n m¨¢s restrictiva al respecto. Incorpor¨® muchas de las sugerencias de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), y acab¨® con las incertidumbres que hab¨ªa creado la anterior norma, sobre todo en locales cerrados de hosteler¨ªa. Desde entonces no se puede fumar en ning¨²n lugar cerrado (salvo clubes de fumadores sin personal ni ¨¢nimo de lucro), e incluso se prohibi¨® hacerlo en algunos al aire libre (alrededor de colegios, hospitales o en parques infantiles).
El envasado ya es, tambi¨¦n, el m¨¢s restrictivo, con fotos obligatorias de los efectos del humo en la salud. Pero es precisamente este aspecto uno en el que la OMS cree que se puede avanzar. La existencia de un mercado ¨²nico dificulta tomar decisiones en el empaquetado, y tiene que ser la Comisi¨®n la que decida los nuevos cambios. Uno de ellos es precisamente el que ya han emprendido Australia y planea Brasil: eliminar las caracter¨ªsticas propias de las diferentes marcas y obligar a usar un empaquetado uniforme donde las advertencias (visuales o escritas) ocupen la inmensa mayor¨ªa de la superficie de las cajetillas.
Otro aspecto que la OMS suele criticar es la pol¨ªtica fiscal. El tabaco computa en el IPC, y eso desalienta las subidas.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.