¡°La cocina es el descubrimiento del propio cuerpo¡±
La creadora de la Cuina Furtiva da cenas en lugares privados y secretos
Sus platos no se sirven en un restaurante ni se cocinan por encargo. Sus comensales nunca saben d¨®nde, qu¨¦ y con qui¨¦n comer¨¢n. Una reuni¨®n de desconocidos, convocados v¨ªa e-mail por las propias cocineras, que empiezan a conocerse a trav¨¦s de la degustaci¨®n de los alimentos es la propuesta de activismo gastron¨®mico con el nombre de la Cuina Furtiva. En torno a una ¨²nica mesa siempre en escenarios dom¨¦sticos, Mariv¨ª Mart¨ªn, junto con dos amigas, ofrecen desde lo femenino estos encuentros de gastronom¨ªa participativa para promover la alimentaci¨®n no como pura fisiolog¨ªa, sino como portadora de significados y constructora de discursos.
¡°La cocina es el descubrimiento del propio cuerpo. Para aguantar una sesi¨®n de nueve horas, las relaciones de peso y fuerza en tu cuerpo son muy diferentes a trabajar solo con el rat¨®n del ordenador¡±, asegura Mariv¨ª. Tras 20 a?os de periodista y trabajadora cultural, en 2011, al terminar como directora art¨ªstica del extinto festival de teatro contempor¨¢neo VEO de Valencia, decidi¨® vivir un a?o sab¨¢tico para pensar qu¨¦ har¨ªa el resto de su vida. Movida por conectar a las personas, buscaba un proyecto que permitiera utilizar los 10 dedos de las manos en una labor de experimentaci¨®n y resistencia que acercara el placer a la gente. Todo eso lo encontr¨® en la comida.
En los fogones de su propia casa ¡ª ¡°su restaurante clandestino¡±¡ª, coci¨® su f¨®rmula de partida pidi¨¦ndole a un amigo que trajera a seis personas que ella no conociera sin decirles ad¨®nde iban. ¡°No pensaba en crear el mejor plato posible, sino el mejor momento para los comensales¡±, explica. A modo de experiencia piloto sin retribuci¨®n, la idea de relacionar a la gente a partir de una comida funcion¨®, y a la iniciativa se unieron Sonia Mart¨ªnez, procedente de las Bellas Artes, y Rosa Bataller, del mundo administrativo.
¡°Sin redes sociales, nuestra pol¨ªtica de comunicaci¨®n es la de ser invisibles, y as¨ª nos han conocido. El que viene se lo dice a otros, y el que quiere venir tiene que averiguarlo¡±, explica. Organizadas en cenas para 16 cubiertos, las ediciones de los tres men¨²s dise?ados en 2013 han convocado a 500 personas en torno a la gastronom¨ªa entendida como ¡°un acto pol¨ªtico¡±, donde se departe sobre industria alimentaria, la relaci¨®n entre humanos y animales en la ciudad y la reflexi¨®n sobre la sociedad actual introduciendo la necesidad de jugar y negociar por la comida.
En la cafeter¨ªa m¨¢s peque?a de Valencia, con solo dos mesas en su interior, Mariv¨ª, vecina de Ruzafa de 43 a?os, acude a la cita cargada con habas tiernas de la huerta de Alboraya compradas en el mercado municipal de su barrio, para preparar una de sus cenas furtivas. ¡°Hay que difundir las semillas de lo aut¨®ctono. Esa maravilla de un restaurante que te cobra 200 euros porque su plato presenta una flor de Tailandia tra¨ªda en jet no es nuestra cocina¡±, sostiene.
Siguiendo la semi¨®tica culinaria de la americana Martha Rosler como recetario principal, Mariv¨ª defiende la cocina como un espacio de creatividad y ternura, alejada de la competitividad de los concursos televisivos. Con una filosof¨ªa que asegura cambiar la forma de relacionar a las personas, la Cuina Furtiva afronta el nuevo a?o con el ¨¢nimo de profesionalizar su l¨ªnea de trabajo en forma de catering creativo.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.