La marihuana busca un estatus legal
Varios pa¨ªses regulan la producci¨®n y distribuci¨®n de una de las drogas m¨¢s consumidas Espa?a, donde sube la persecuci¨®n, va contra la tendencia mundial
Hace 20 a?os, a una funcionaria espa?ola partidaria de que se dejaran de prohibir las drogas se le ocurri¨® plantear, en una reuni¨®n en la ONU, ¡°alguna opci¨®n m¨¢s humana¡± para luchar contra la lacra del tr¨¢fico de estupefacientes. Autom¨¢ticamente un diplom¨¢tico se la llev¨® aparte. ¡°Aqu¨ª estas cosas no se dicen ni en el cuarto de ba?o¡±, le espet¨®. Hoy, la misma funcionaria explica que dentro de la ONU ya circulan documentos internos que reconocen el fracaso de la prohibici¨®n para luchar contra estas sustancias.
El tab¨² se va esfumando. A nadie le parece ya una locura plantear la lucha contra las drogas (sobre todo cannabis) de una manera distinta de la empleada durante los ¨²ltimos 50 a?os, desde que se aprobara en 1961 la Convenci¨®n ?nica sobre Estupefacientes en la sede de la ONU en Nueva York. El perfil de los defensores de un cambio global tambi¨¦n ha evolucionado. Al consumidor habitual y de izquierdas que acud¨ªa a las manifestaciones a favor de la marihuana hace unos a?os se le han unido una ristra de personajes ilustres: desde premios Nobel como Mario Vargas Llosa o Gabriel Garc¨ªa M¨¢rquez hasta el exsecretario de la ONU Kofi Annan, pasando por numerosos exmandatarios, alcaldes de grandes ciudades, actuales presidentes de pa¨ªses de Am¨¦rica Latina o el ex secretario general de la OTAN Javier Solana. Plantear que los beneficios de la prohibici¨®n no han superado los costes ya no sorprende a nadie. ¡°Lo m¨¢s importante es que se ha legalizado el debate¡±, explica Xabier Arana, investigador del Instituto Vasco de Criminolog¨ªa. ¡°Antes en el sector prohibicionista te dec¨ªan que ni siquiera la hip¨®tesis era v¨¢lida. Ahora como m¨ªnimo ya te preguntan c¨®mo se podr¨ªa llevar a cabo¡±.
Un 58% de los estadounidenses apoyaban en 2013 la legalizaci¨®n
Un caso como el de ?msterdam ha dejado de ser una excepci¨®n mundial, y la ola de pa¨ªses, ciudades y regiones que abogan por descriminalizar o incluso legalizar el consumo de marihuana se extiende por el mundo a un ritmo imparable. Una experiencia tan ut¨®pica hace unos a?os como el caso de Uruguay, donde el propio Gobierno se encargar¨¢ de controlar la producci¨®n, distribuci¨®n y venta de marihuana, es hoy una realidad y se sigue muy de cerca por todos los pa¨ªses del mundo, especialmente los de Am¨¦rica Latina, donde la lucha contra la droga deja decenas de miles de muertos cada a?o.
Un tercio de los partidarios se hab¨ªa mostrado en contra dos a?os antes
Estados Unidos es uno de los mejores ejemplos del cambio global en la percepci¨®n del cannabis. En la cuna de la prohibici¨®n, donde se declar¨® en 1971 la ¡°guerra mundial contra la droga¡±, ya hay 21 Estados en los que se permite la marihuana medicinal y en algunos, como California, la l¨ªnea que separa el consumo terap¨¦utico del recreativo es harto difusa. Colorado y Washington han ido m¨¢s all¨¢ y en el primero ya se permite cultivar hasta seis plantas en casa y vender legalmente hasta 28 gramos de marihuana para uso recreativo. En Washington se permitir¨¢ este 2014. En la ¨²ltima encuesta Gallup sobre la legalizaci¨®n del cannabis, un 58% de los estadounidenses se manifest¨® a favor. La primera vez que se pregunt¨® sobre el tema en la misma encuesta, en 1961, solo un 12% apoyaba la idea. El cambio de opini¨®n se ha producido, adem¨¢s, a un ritmo de v¨¦rtigo: un tercio de los que apoyan ahora la legalizaci¨®n se manifest¨® en contra hace tan solo tres a?os.
Espa?a es el tercer pa¨ªs de la UE en consumidores de la sustancia
Algunos analistas en EE UU destacan la avalancha reguladora del cannabis, que cuenta con unos 162 millones de consumidores en todo el mundo, y el r¨¢pido crecimiento en todo el pa¨ªs. Solo las ventas de marihuana medicinal superaron los 150.000 millones de d¨®lares en 2013 (110.000 millones de euros) y se calcula que en 2018 alcanzar¨¢n los 600.000 millones de d¨®lares (438.000 millones de euros). Ya existe una universidad en Oakland, California, dedicada exclusivamente a los negocios relacionados con el cannabis e importantes empresarios hasta ahora ajenos a la materia apuestan por el sector, sobre todo despu¨¦s de que el fiscal general, Eric Holder, anunciara que no se actuar¨¢ contra las iniciativas en Colorado y Washington, a pesar de que el cannabis sigue siendo ilegal en el ¨¢mbito federal. ¡°Es un mercado gigantesco en busca de una marca¡±, asegur¨® el pasado junio James Shively, exdirectivo de Microsoft, en la presentaci¨®n de su proyecto de crear el ¡°Starbucks de la marihuana¡±, en el que invertir¨¢ inicialmente 10 millones de d¨®lares (7,3 millones de euros). Acompa?ado del expresidente de M¨¦xico Vicente Fox, que apoya el proyecto, Shively advirti¨® del ¡°momento hist¨®rico¡± que vive la marihuana: ¡°Estamos ante la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn del cannabis¡±.
El Gobierno quiere subir a 1.000 euros la multa m¨ªnima por posesi¨®n
La nueva regulaci¨®n en Uruguay tambi¨¦n puede ser fuente de negocio. El Gobierno y varios laboratorios de Canad¨¢, as¨ª como farmac¨¦uticas de Chile e Israel han iniciado contactos con Montevideo para saber qu¨¦ posibilidad habr¨¢ de comprar all¨ª marihuana. Incluso se podr¨ªa transformar el pa¨ªs en un polo de biotecnolog¨ªa y centro de investigaciones sobre el uso medicinal de la marihuana.
En Europa, donde hist¨®ricamente no se ha criminalizado tanto al consumidor como en Am¨¦rica Latina o EE UU, la tendencia reguladora es m¨¢s moderada, pero tambi¨¦n existe. En 2013 Suiza despenaliz¨® la posesi¨®n de cannabis para uso personal; la capital de Dinamarca, Copenhague, pretende iniciar un plan piloto en el que el municipio producir¨¢ y vender¨¢ la marihuana y el distrito de Kreuzberg, en el centro de Berl¨ªn, planea instalar coffeeshops en el parque G?rlitzer, uno de los espacios m¨¢s castigados por el tr¨¢fico de drogas en la ciudad. Las voces de personalidades y expertos en derecho penal a favor de un cambio tambi¨¦n son cada vez m¨¢s numerosas e incluso el viceprimer ministro brit¨¢nico, Nick Clegg, orden¨® el pasado noviembre ¡°revisar las pol¨ªticas existentes en materia de drogas¡± en Reino Unido.
Adem¨¢s, existe el caso de Portugal, que despenaliz¨® en 2001 la posesi¨®n de todas las drogas. El Ejecutivo portugu¨¦s empez¨® a enviar a los consumidores a una comisi¨®n formada por psic¨®logos, trabajadores sociales y asesores legales que aconsejaban un tratamiento alternativo. M¨¢s de una d¨¦cada despu¨¦s, el modelo se considera un ¨¦xito y Portugal se encuentra en el puesto 18 de la Uni¨®n Europea en cuanto a consumo de cannabis, mientras que Espa?a es el tercero, seg¨²n el Observatorio Europeo de las Drogas y Toxicoman¨ªas. ¡°El caso de Portugal ha probado lo que se ven¨ªa diciendo durante a?os y nadie escuchaba¡±, sostiene Araceli Manj¨®n-Cabeza, exdirectora del Plan Nacional de Drogas y exmagistrada de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, que despu¨¦s de combatir las drogas durante 20 a?os aboga ahora por la legalizaci¨®n.
Espa?a, donde el 80% de los condenados por tr¨¢fico de drogas lo son por casos de cannabis, act¨²a en contra de la tendencia mundial. El Gobierno, dispuesto a acabar con los clubes sociales de fumadores que han ido proliferando durante los ¨²ltimos a?os, especialmente en Catalu?a y Pa¨ªs Vasco, prev¨¦ subir un 300% la sanci¨®n m¨ªnima por posesi¨®n ¡ªde 300 a 1.001 euros¡ª, as¨ª como multar con la misma cantidad los cultivos privados de cannabis. ¡°Nos retrotraemos a ¨¦pocas pasadas como en el caso del aborto¡±, opina Xabier Arana. El Ejecutivo, adem¨¢s, prev¨¦ eliminar la posibilidad de sustituir la multa por un tratamiento de desintoxicaci¨®n, algo que ha indignado a otros expertos y a asociaciones de toxic¨®manos.
El cannabis medicinal tambi¨¦n es ilegal en Espa?a, y solo se permite prescribir un medicamento con sus componentes, el Sativex, en casos de espasmos en esclerosis m¨²ltiples. ¡°Deber¨ªa haber un acceso m¨¢s directo para atenuar las dolencias de enfermos cr¨®nicos, falta de apetito, n¨¢useas y otras enfermedades¡±, explica Manuel Guzm¨¢n, catedr¨¢tico de Bioqu¨ªmica y Biolog¨ªa Molecular de la Universidad Complutense y estudioso de los efectos terap¨¦uticos de la marihuana.
Los expertos consultados creen que una legalizaci¨®n o despenalizaci¨®n no aumentar¨ªa el n¨²mero de consumidores, sino al rev¨¦s. ¡°Para un joven de 15 a?os es m¨¢s f¨¢cil comprar una pastilla de ¨¦xtasis o hach¨ªs que una caja de barbit¨²ricos o una botella de vodka¡±, mantiene Manj¨®n-Cabeza. ¡°Se?al de que si algo est¨¢ regulado est¨¢ m¨¢s controlado¡±.
Los l¨ªderes mundiales aguardan con expectaci¨®n la reuni¨®n especial de la Asamblea General de la ONU que se celebrar¨¢ en 2016 para tratar el tema de las drogas, y en la que muchos esperan que el organismo d¨¦ un paso al frente. ¡°Puede pasar cualquier cosa¡±, explica Manj¨®n-Cabeza. ¡°Teniendo en cuenta los cambios de los ¨²ltimos dos a?os, cualquier pron¨®stico es arriesgado¡±.
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