Lo que tenemos de neandertal
Dos equipos cient¨ªficos desvelan que los europeos y los asi¨¢ticos actuales tienen en torno al 1,3% de genes heredados de aquella especie extinguida
Fueron los europeos durante decenas de miles de a?os, hasta que se extinguieron, hace unos 30.000 a?os. Pero aquellos neandertales, a la vez tan humanos y diferentes de nuestra especie, no se fueron sin dejar rastro, y el rastro lo llevamos ahora en nuestros genes. Al menos los europeos y los asi¨¢ticos tenemos un poquito de neandertal. Las t¨¦cnicas gen¨¦ticas que permiten ahora, y cada vez m¨¢s, buscar en la intimidad de las c¨¦lulas desvelan que hubo cruces entre las dos especies humanas e incluso arrojan luz sobre donde quedaron en nuestro genoma los genes de aquellos primitivos europeos ayud¨¢ndonos a adaptarnos al entorno no africano. Dos equipos de investigaci¨®n que desvelan esta semana sus resultados recalcan que los europeos y los asi¨¢ticos actuales tenemos en torno a un 1,3% de genes de neandertal, frente al 0,08 de los africanos, y esos genes tienen que ver con los ojos y con la piel, pero tambi¨¦n con dolencias como la cirrosis biliar, el lupus o la enfermedad de Crohn.
¡°Los estudios gen¨¦ticos han demostrado que los neandertales se cruzaron con los primitivos humanos modernos y que los no africanos de hoy en d¨ªa son el producto de esa mezcla¡±, escriben unos especialistas estadounidenses, liderados por Sriram Sankararaman (investigador de la Facultad de Medicina de Harvard, EE?UU), que han comparado genomas de 1.004 individuos actuales con la informaci¨®n de genoma neandertal. Es el vuelco que ha dado la gen¨¦tica en los ¨²ltimos a?os a la perspectiva paleontol¨®gica, porque solo con los restos f¨®siles, con los huesos, nada permit¨ªa deducir que hubiera habido ese cruce entre especies. Cuando han hablado los genes (en 2010 se public¨® el primer genoma neandertal), la realidad resulta ser otra.
Los neandertales o sus ancestros estaban en Europa hace unos 500.000 a?os y desaparecieron hace unos 30.000, tras un tiempo en que se solaparon en el territorio con nuestros antepasados directos. M¨²ltiples factores debieron intervenir en esa extinci¨®n, incluidos los efectos del cambio clim¨¢tico en los recursos disponibles, la competici¨®n por los mismos con nuestra especie reci¨¦n llegada (hace unos 45.000 a?os) al territorio, su probable fragmentaci¨®n demogr¨¢fica, etc¨¦tera. El ADN neandertal en la especie humana actual, ?no podr¨ªa tratarse de una herencia com¨²n? Podr¨ªan ser genes de un ancestro de ambas especies, pero el hecho de que ahora haya un 1,38% de ADN neandertal en poblaciones de Asia oriental y un 1,15% en europeas, frente a la pr¨¢ctica ausencia (0,08) en las africanas apunta directamente al cruce y no a la herencia, porque los neandertales, aunque lejanamente originarios de ?frica, como todos los hom¨ªnidos, eran puramente eurasi¨¢ticos, mientras que nuestra especie actual lleg¨® del continente ancestral mucho despu¨¦s.
Las nuevas t¨¦cnicas que permiten recuperar ADN antiguo de f¨®siles, junto a las de reconstrucci¨®n del mismo y los potentes ordenadores necesarios para su an¨¢lisis est¨¢n generando detalles sobre los vericuetos de la evoluci¨®n. Sankararaman y sus colegas (incluida la gran autoridad mundial en ADN antiguo Svante P??vo) explican en Nature que la presencia de genes neandertales que han encontrado en los genomas humanos actuales no est¨¢n distribuidos uniformemente, sino que se concentran en algunas regiones de genoma y est¨¢n pr¨¢cticamente ausentes en otras. Son regiones ¡°enriquecidas¡± las relacionadas con genes asociados con la queratina (que se encuentra en el pelo y en la piel), lo que ¡°sugiere que los alelos [variantes de genes] neandertales pudieron ayudar a los humanos modernos a adaptarse al entorno no africano¡±, escriben. Hay que recordar que los neandertales eran especialmente aptos para vivir en el regiones fr¨ªas.
Otro grupo estadounidense que ha realizado un estudio de este tipo y que lo publica en Science, tambi¨¦n igualmente el rastro neandertal en el ADN relacionado con la pigmentaci¨®n de la piel. Benjamin Vernot y Joshua M. Akey (ambos de la Universidad de Washington en Seattle) estiman que ¡°en torno al 1,3% del genoma de los humanos actuales no africanos ha sido heredado de los neandertales¡±. Ellos han trabajado con secuencias gen¨®micas de 379 europeos y 286 asi¨¢ticos.
Tambi¨¦n tenemos regiones del genoma especialmente pobres en herencia neandertal. Sankararaman especifican que se trata de zonas con genes que se expresan espec¨ªficamente en los test¨ªculos y en el cromosoma X. Consideran que se trata de una ¡°eliminaci¨®n activa¡± durante la evoluci¨®n: ¡°El ADN de neandertal reducir¨ªa la fertilidad masculina al ser transferido al fondo gen¨¦tico de los humanos modernos y esa incompatibilidad fue eliminada¡±, explica Nature.
As¨ª que las dos especies se cruzaron y produjeron algunas cr¨ªas f¨¦rtiles, de manera que porciones del ADN neandertal pasaron a la siguiente generaci¨®n, pero con un coste, se?ala Akey en Science, porque la mezcla de ambas especies ¡°estaba en el limite de compatibilidad biol¨®gica¡±, apunta el genetista David Reich. De cualquier forma, ¡°no hace falta que haya muchas cr¨ªas h¨ªbridas para introducir los genes neandertales en las poblaciones humanas primitivas¡±, se?alan los cient¨ªficos de Seattle.
Lo que est¨¢ claro es que los genes neandertales tienen un papel en nuestra biolog¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.