Descubiertas en el Reino Unido las huellas humanas m¨¢s antiguas en Europa
Tienen m¨¢s m¨¢s de 800.000 a?os y los cient¨ªficos creen que pudieron pertenecer a la especie cuyos f¨®siles de la misma edad se han encontrado en Atapuerca
Un equipo cient¨ªfico brit¨¢nico ha anunciado el hallazgo de unas huellas de pisadas humanas, de hace algo m¨¢s de 800.000 a?os, que descubrieron en la costa de Norfolk. Es el rastro m¨¢s antiguo de pisadas de hom¨ªnidos que se conoce fuera de ?frica, donde est¨¢n las famosas huellas de Laetoli (Tanzania) de hace 3,6 millones de a?os. ¡°La importancia del descubrimiento, que se presenta hoy en la revista PlosONE, es que las huellas proporcionan evidencia directa de los primeros humanos conocidos en el Norte de Europa¡±, afirma el Museo de Historia Natural de Londres, donde se presentar¨¢ el hallazgo en una muestra a finales de este mes. Se trata ¡°de uno de los m¨¢s importantes descubrimiento, si no el m¨¢s importante, que se ha hecho en las costas brit¨¢nicas¡±, ha declarado Nick Ashton, del museo brit¨¢nico, informa la BBC. PlosONE anticipa que el art¨ªculo cient¨ªfico en cuesti¨®n estar¨¢ disponible la semana que viene.
Las huellas de Norfolk, en el yacimiento de Happisburg, quedaron expuestas durante una marea baja en la zona, cuando el mar agitado limpi¨® la arena que las cubr¨ªa y unos investigadores las vieron. Tomaron im¨¢genes de los sedimentos petrificados antes de que el mar se las tragase de nuevo, explica el museo londinense. Con esas fotograf¨ªas y un modelo en tres dimensiones del rastro han trabajado los cient¨ªficos que probablemente correspond¨ªan un grupo de cinco individuos, posiblemente familiar, de adultos y ni?os. La pisada m¨¢s grande ser¨ªa de un individuo que calzar¨ªa un n¨²mero 42 actual y los investigadores estiman, por tanto, que medir¨ªa algo m¨¢s de 1,70 metros, y el m¨¢s peque?o, 90 cent¨ªmetros.
Es el rastro m¨¢s antiguo de pisadas de hom¨ªnidos que se conoce fuera de ?frica
Del aproximadamente medio centenar de huellas identificadas, solo una docena estaban razonablemente completas y solo en dos se apreciaban los dedos con detalle, se?ala The Independent. La huella mayor medir¨ªa unos 25 o 26 cent¨ªmetros; otra rondar¨ªa los 18 a 21 cent¨ªmetro y pudo ser de una hembra, mientras que las peque?as estar¨ªan entre 14 y 16 cent¨ªmetros. En cuanto a la dataci¨®n, explica el rotativo brit¨¢nico, ¡°los arque¨®logos est¨¢n ahora intentando precisar su edad que, por el momento, sit¨²an en torno a 850.000 a?os o 950.000.
¡°En aquella ¨¦poca, Gran Breta?a est¨¢ todav¨ªa unida por tierra a la Europa continental y lo que ahora es el Happisburgh debi¨® ser un terreno encharcado a varios kil¨®metros de la costa, con ciervos, bisontes y rinocerontes¡±, explica el museo en un comunicado. La zona habr¨ªa proporcionado a aquellos humanos primitivos plantas comestibles, algas y mariscos, adem¨¢s all¨ª podr¨ªan cazar, contin¨²an esa instituci¨®n, cuyos expertos forman parte del equipo autor del descubrimiento. En cuanto al clima, ser¨ªa m¨¢s fr¨ªo que el actual, probablemente similar al que ahora tiene el sur de Escandinavia.
Chris Stringer, un reconocido experto en neandertales, del Museo de Historia Natural, considera que los humanos que dejaron aquellas huellas podr¨ªan estar relacionados con la poblaci¨®n de Atapuerca, en concreto, aquellos cuyos restos se han conservado en el yacimiento de la Gran Dolina tienen tambi¨¦n m¨¢s de 800.000 a?os y fueron bautizados cuando se descubrieron los primeros f¨®siles, en 1994, como Homo antecesor.
En 2010, el mismo equipo de investigadores del yacimiento de Happisburg descubrieron herramientas de piedra, pero ahora las huellas confirman que los humanos efectivamente estaban en la regi¨®n hace casi un mill¨®n de a?os, coment¨® Stringer a la BBC.
Inicialmente esc¨¦pticos
¡°El pasado mes de mayo, el mar hab¨ªa retirado la mayor parte de la arena de la playa¡±, recuerda hoy Nicholas Ashton, conservador del Museo Brit¨¢nico en su blog. Cuenta que los investigadores, que conoc¨ªan las rocas costeras de Happisburgh , antiguos lodos de un estuario, y pese a que las hab¨ªan estudiado durante a?os, se sorprendieron aquel d¨ªa durante un reconocimiento geof¨ªsico de la zona: ¡°¡en un ¨¢rea peque?a de unos 12 metros cuadrados hab¨ªa un enjambre de agujeros alargados; Martin [Bates, colega de Ashton] las se?al¨® y dijo que parec¨ªan huellas de pisadas¡±. ¡°Me imagino que habr¨¢ mucho esc¨¦ptico, como nosotros lo fuimos inicialmente, pero, al ir eliminando otras posibilidades, nos convencimos cada vez m¨¢s¡±, a?ade, se?alando que no hay procesos de erosi¨®n que dejen ese tipo de marcas.
¡°El momento de la verdad lleg¨® despu¨¦s de que las grab¨¢semos [las huellas de pisadas]. Volvimos pocos d¨ªas despu¨¦s con Sarah Duffy, de la Universidad de York, para fotografiarlas mediante fotogrametr¨ªa, una t¨¦cnica que utiliza m¨²ltiples fotos digitales fusionadas mediante un software especial. Es un m¨¦todo estupendo, pero el tiempo no lo fue, con lluvia intensa, la marea subiendo y la luz del d¨ªa desvaneci¨¦ndose. Al final est¨¢bamos helados, empapados, desmoralizados y no necesariamente convencidos¡±, cuenta Ashton en su blog. Sin embargo, ¡°los resultados fueron sorprendentes: por primera vez ten¨ªamos aut¨¦nticas im¨¢genes y pudimos identificar talones, arcos y, en un caso, dedos¡±.
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