Atrapados por el boicoteo
La salida de Johansson de Oxfam aviva el debate sobre los bloqueos comerciales por razones pol¨ªticas. ?Benefician o da?an a los supuestos defendidos?
Todo comenz¨® con un anuncio de una m¨¢quina para preparar refrescos carbonatados. ¡°Con menos az¨²car y menos botellas¡±, dec¨ªa en ¨¦l la actriz norteamericana Scarlett Johansson. ¡°?C¨®mo puedo hacer que este anuncio se convierta en viral?¡±, se preguntaba. No le cost¨® mucho esfuerzo. Solo deb¨ªa identificar a la empresa anunciante, la israel¨ª SodaStream, que tiene 22 f¨¢bricas en todo el mundo, una de ellas en el asentamiento de Mishor Adumim, en la Cisjordania ocupada por Israel.
Aquel anuncio indign¨® a los activistas propalestinos. ?C¨®mo pod¨ªa una actriz que llevaba ocho a?os como embajadora internacional del consorcio de organizaciones humanitarias Oxfam prestarse a promocionar un producto hecho, en parte, en las colonias israel¨ªes, ileg¨ªtimas seg¨²n el derecho internacional? La presi¨®n ejercida sobre ella fue enorme, y su reacci¨®n, inesperada, pues Johansson abandon¨® Oxfam aduciendo ¡°diferencias fundamentales de opini¨®n¡±.
No son pocos los artistas internacionales que deciden no ceder ante los boicoteos que propugnan las organizaciones humanitarias que denuncian la ocupaci¨®n de Jerusal¨¦n oriental y Cisjordania. Pero el caso de la actriz Johansson iba a¨²n m¨¢s lejos, pues ella prefer¨ªa mantener su contrato con SodaStream, a pesar de que esta empresa opera directamente en unos asentamientos que son condenados incluso por los aliados m¨¢s fieles de Israel, como Estados Unidos.
La actriz emiti¨® un comunicado exponiendo sus argumentos: ¡°Apoyo la cooperaci¨®n econ¨®mica y la interacci¨®n social entre un Israel democr¨¢tico y Palestina¡±. Seg¨²n Johansson, SodaStream ¡°no solo est¨¢ comprometida con el medio ambiente, sino con construir puentes para la paz entre Israel y Palestina, apoyando a vecinos que trabajan uno junto a otro, recibiendo salarios iguales, beneficios similares y derechos id¨¦nticos¡±.
En la planta de Mishor Adumim se fabrican algunas de las m¨¢quinas, cilindros de gas y botellas de la marca SodaStream. En ella trabajan 500 palestinos, 450 ¨¢rabes israel¨ªes y 350 jud¨ªos. Seg¨²n fuentes de la empresa, los sueldos all¨ª est¨¢n a niveles israel¨ªes, equivalentes a unos 1.000 euros mensuales, m¨¢s del doble de lo que ganar¨ªan en un trabajo similar en una f¨¢brica palestina.
¡°Es una forma de resistencia no violenta¡±, dice un activista
Daniel Birnbaum, el presidente de SodaStream, defendi¨® sus operaciones en los territorios ocupados se?alando que ¡°cualquier persona bien intencionada que de verdad crea en la paz y vea el trabajo que se hace en la f¨¢brica [de Mishor Adumim] se convertir¨¢ en un aliado nuestro, se unir¨¢ a lo que estamos haciendo y aceptar¨¢ esta idea de cooperaci¨®n y acabar¨¢ con esta obsesi¨®n por la ocupaci¨®n¡±.
Sin embargo, sus palabras no han servido para convencer a muchos activistas y oficiales palestinos, que cuestionan abiertamente la ¨¦tica de Johansson por considerar que el medio ambiente o el mero pago de un salario sean razones que tengan m¨¢s peso que la ocupaci¨®n militar bajo la que viven m¨¢s de dos millones de palestinos.
¡°No tiene sentido, SodaStream se beneficia de la ocupaci¨®n, pues subsidia la colonizaci¨®n y ayuda con ello a transformar la ocupaci¨®n en anexi¨®n del territorio palestino¡±, dice Xavier Abu Eid, portavoz de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina. ¡°Es como la esclavitud. La potencia colonial ocupa un territorio y niega acceso a los recursos naturales a los ocupados. Y porque en teor¨ªa paga mejores sueldos, el derecho internacional puede violarse. Sin ocupaci¨®n, en Palestina se podr¨ªan crear muchos SodaStream y pagar salarios muy elevados¡±.
Alicia Keys acab¨® actuando en Israel pese a la presi¨®n a la que fue sometida
Oxfam, para la que Johansson era sin duda uno de los talismanes p¨²blicos m¨¢s populares, emiti¨® un comunicado afirmando que la marcha de la actriz era lo m¨¢s adecuado, dada la diferencia de opiniones. Seg¨²n expres¨® la organizaci¨®n, ¡°el papel de la se?ora Johansson para promocionar la compa?¨ªa SodaStream es incompatible con su papel como embajadora global de Oxfam¡± pues ¡°comercios como SodaStream que operan en los asentamientos avanzan la pobreza y la denegaci¨®n de derechos a las comunidades palestinas¡±.
La decisi¨®n de la actriz ha propiciado todo tipo de cr¨ªticas y ha dado pie a un aluvi¨®n de im¨¢genes manipuladas en las redes sociales en las que se la ve bebiendo una botella de refresco de SodaStream superpuesta a graves problemas de la poblaci¨®n palestina que ella parece ignorar, como el muro de separaci¨®n construido por Israel o puestos de control con palestinos hacinados.
Los israel¨ªes tienen posiciones diversas sobre los asentamientos
El portal Modoweiss la ha declarado ¡°la nueva cara del apartheid¡±. Seg¨²n Omar Barghouti, uno de los fundadores del movimiento conocido como Boicoteo, Desinversi¨®n y Sanciones (BDS) a Israel, la decisi¨®n de la actriz recuerda a ¡°aquellos artistas sin principios que durante la lucha contra el apartheid en Sud¨¢frica vendieron sus almas y se quedaron en el lado equivocado de la historia. Su reputaci¨®n como defensora de los derechos humanos, ha quedado da?ada para siempre¡±.
Seg¨²n defiende Barghouti, que es palestino, la iniciativa de sancionar a todo Israel aspira a fomentar ¡°la resistencia popular y c¨ªvica, continuados boicoteos en el exterior y de desinversi¨®n y sanciones, como se hizo contra el apartheid en Sud¨¢frica¡±. ¡°As¨ª¡±, a?ade, ¡°Israel se ver¨¢ obligado a reconocer nuestros derechos bajo el derecho internacional y acabar con su r¨¦gimen de ocupaci¨®n, colonizaci¨®n y apartheid¡±.
El uso de la palabra apartheid y la promoci¨®n de los boicoteos inquieta e indigna a Israel, y provoca en muchos oficiales y activistas de ese pa¨ªs un profundo rechazo. ¡°El recurrente empleo de la palabra apartheid por parte de estos activistas y estrategas pol¨ªticos obedece a una voluntad de erradicar a Israel del mapa¡±, asegura Gerald Steinberg, profesor de Ciencias Pol¨ªticas en la Universidad de Bar Ilan y presidente de la organizaci¨®n NGO Monitor. ¡°Trazando un paralelismo entre apartheid y sionismo, estos activistas quieren poner en duda la existencia de Israel con el empleo de una serie de esl¨®ganes, ignorando problemas como el terrorismo que se sigue practicando en los territorios palestinos¡±.
Los grupos contra la ocupaci¨®n comparan la situaci¨®n con el ¡®apartheid¡¯
El activista Jon Haber, fundador del sitio web Divest This, opina que las organizaciones que promueven el boicoteo a Israel ¡°son el brazo propagand¨ªstico de un movimiento de guerra, no el movimiento leg¨ªtimo y pac¨ªfico que dicen ser¡±. Critica que hayan llegado a m¨¦todos como ¡°acallar a conferenciantes israel¨ªes en universidades o interrumpir con meg¨¢fonos actuaciones de ballet con artistas israel¨ªes¡±.
Uno de los artistas m¨¢s cr¨ªticos con Israel es Roger Waters, cantante de Pink Floyd. Recientemente le afe¨® a Johansson el haber preferido una empresa israel¨ª que opera en zona ocupada frente a una organizaci¨®n humanitaria cr¨ªtica con esa misma ocupaci¨®n. ¡°Scarlett, he le¨ªdo tus respuestas y excusas, y en ellas t¨² argumentas que los trabajadores palestinos en las f¨¢bricas reciben salario justo, y beneficios y derechos igualitarios. ?De verdad? ?Derechos igualitarios? ?Los tienen? ?Tienen derecho a voto? ?Tienen acceso a carreteras? ?Pueden desplazarse a sus puestos de trabajo sin esperar durante horas en los puestos de control de las fuerzas ocupantes?¡±, le dijo en una carta abierta publicada a trav¨¦s de las redes sociales.
La Asociaci¨®n de Estudios Americanos rompi¨® lazos educativos con Israel
Rogers y otros activistas como la norteamericana Alice Walker han ejercido presi¨®n no solo sobre Johansson, sino contra otros muchos artistas que tienen lazos no solo con los asentamientos, sino con cualquier ¨¢mbito cultural, art¨ªstico o acad¨¦mico de Israel.
La propia Walker le escribi¨® una carta abierta a la cantante Alicia Keys en la que le dijo que ¡°el boicoteo cultural a Israel y sus instituciones ¡ªno a las personas¡ª es la ¨²nica opci¨®n que le queda a los artistas que no pueden soportar el incuestionable da?o que Israel inflige cada d¨ªa a la ciudadan¨ªa palestina, cuyo crimen m¨¢s grave parece ser existir en su propia tierra¡±.
Alicia Keys desoy¨® esos consejos y acab¨® actuando en Israel, como han hecho muchos otros artistas como Depeche Mode, Rihanna, Barbra Streisand o Leonard Cohen. Pronto tienen previsto actuar en Israel Lady Gaga, Justin Bieber, Miley Cyrus y Justin Timberlake.
En ese grupo hay una cantante que, seg¨²n bromeaba recientemente el diario Haaretz, ¡°es tan adorada que aunque sus pr¨®ximos ¨¢lbumes sean horribles, los israel¨ªes ir¨¢n a verla a decenas de miles¡±. Se trata de Madonna, que cant¨® por primera vez en Israel en 1993 y desde entonces ha tra¨ªdo a este pa¨ªs varias giras. En la de 2008 lleg¨® a cantar enrollada en una bandera de Israel.
Los defensores del boicoteo ejercen su presi¨®n tambi¨¦n sobre acad¨¦micos y escritores. El f¨ªsico brit¨¢nico Stephen Hawking anunci¨® en mayo que cancelaba su asistencia a una conferencia en Israel en protesta por la ocupaci¨®n de Cisjordania. ¡°Es una decisi¨®n independiente, de respetar el boicoteo, con base en su conocimiento de Palestina, y por consejo un¨¢nime de sus propios contactos acad¨¦micos all¨ª¡±, dijo en un comunicado el Comit¨¦ Brit¨¢nico para las Universidades de Palestina, una agrupaci¨®n acad¨¦mica de Reino Unido que apoya la causa palestina.
La UE estudia una etiqueta obligatoria para art¨ªculos de los asentamientos
En mayo, Roger Waters, Alice Walker y otros intelectuales le pidieron por carta al escritor espa?ol Antonio Mu?oz Molina que no recibiera el Premio Jerusal¨¦n a su carrera literaria porque con ello se prestaba a ¡°una campa?a de enga?os para distraer la atenci¨®n de los reiterados cr¨ªmenes y violaciones del derecho internacional¡±.
Unos 150.000 colonos jud¨ªos residen en zona ocupada de Jerusal¨¦n. En una conversaci¨®n con periodistas, el escritor espa?ol lleg¨® a admitir que le hab¨ªan llegado mensajes que le acusaban de tener ¡°las manos manchadas de sangre¡± por acudir a Israel.
Hay otros casos en que esa llamada al aislamiento de todo Israel ha surtido su efecto. Por ejemplo, en una pol¨¦mica decisi¨®n, la Asociaci¨®n de Estudios Americanos (ASA, por sus siglas en ingl¨¦s), con 5.000 afiliados, decidi¨® en diciembre rescindir cualquier colaboraci¨®n con instituciones educativas israel¨ªes, incluso aquellas cuyos profesores o investigadores son cr¨ªticos con la ocupaci¨®n, por ¡°el impacto registrado sobre los profesores y estudiantes palestinos por la ocupaci¨®n israel¨ª¡± y ¡°el grado en que las instituciones de educaci¨®n superior de Israel son parte de una pol¨ªtica de Estado que viola los derechos humanos¡±.
¡°No creo en los boicoteos, hacen a la gente m¨¢s d¨¦bil¡±, opina Amos Oz
No fue una decisi¨®n sin costes. Varias universidades estadounidenses ¡ªcomo Bard, Brandeis, Indiana o Kenyon¡ª abandonaron la asociaci¨®n. Varios centros de gran prestigio, como Tufts, criticaron duramente el boicoteo porque, seg¨²n dijo su presidente, Anthony Monaco, ¡°boicotear instituciones acad¨¦micas en respuesta a pol¨ªticas de Gobierno mermar¨ªa la libertad acad¨¦mica de profesores de todo el mundo¡±.
Incluso un intelectual de la talla de Amos Oz, escritor israel¨ª muy cr¨ªtico con la ocupaci¨®n, dijo hace dos semanas en un acto oficial organizado por la Embajada espa?ola en Tel Aviv: ¡°No creo en los boicoteos, porque hacen a la gente m¨¢s d¨¦bil. Yo no compro en los asentamientos desde el principio, desde los a?os sesenta y setenta, porque no comparto su existencia, pero el boicoteo como se est¨¢ dando es un error porque fortalece a los que est¨¢n en contra de la paz¡±.
Hay quienes, como Oz, creen que el objetivo leg¨ªtimo del boicoteo es la ocupaci¨®n en s¨ª misma, no todo Israel. En esa l¨ªnea, la Uni¨®n Europea, por ejemplo, tiene previsto debatir, cuando acabe la actual ronda de negociaciones del proceso de paz, una normativa que exigir¨ªa a Israel que identifique en el etiquetado de los productos que provienen de los asentamientos.
Al t¨¦rmino de su mandato, en diciembre, el entonces enviado especial de la UE a Oriente Pr¨®ximo, Andreas Reinicke, dijo que en solo dos a?os el n¨²mero de pa¨ªses en la Uni¨®n que apoyan ese tipo de etiquetado ha pasado de dos a 14. Con esa medida, los Gobiernos le ofrecer¨ªan a los consumidores europeos la posibilidad de saber si los productos israel¨ªes que compran han sido elaborados en colonias en Cisjordania o no.
¡°Apoyo la cooperaci¨®n econ¨®mica¡±, se defiende Johansson
Hay en la Cisjordania ocupada 350.000 colonos palestinos. Entre los asentamientos hay numerosas f¨¢bricas y plantaciones agr¨ªcolas, sobre todo de d¨¢tiles. Junto a SodaStream, la c¨¦lebre marca de cosm¨¦ticos Ahava produce en el asentamiento de Mitzpe Shalem lociones con componentes extra¨ªdos del mar Muerto, que se venden en todo el mundo, incluida Espa?a. Hay incluso una veintena de bodegas, que producen vinos con marcas como Psagot. El Gobierno palestino estima en 1.500 millones de euros el coste anual que la ocupaci¨®n de Israel le inflige, incluidos factores como la p¨¦rdida de impuestos y la privaci¨®n de recursos como acu¨ªferos y campos f¨¦rtiles en el valle del Jord¨¢n.
Para Israel, uno de los principales costes de la ocupaci¨®n es el pol¨ªtico, dado que los asentamientos son cuestionados o vistos con creciente inquietud incluso por sus m¨¢s fieles aliados. El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, alert¨® recientemente contra los riesgos que la perpetuaci¨®n de la ocupaci¨®n conlleva a largo plazo. ¡°Hay una creciente campa?a de deslegitimaci¨®n de Israel¡± y ¡°la gente es muy receptiva a esas iniciativas. Se habla de boicoteos¡±, se?al¨®. Un mensaje que, sin embargo, no cal¨® en los legisladores y activistas de la siempre refractaria extrema derecha israel¨ª, que llegaron a acusarle de emplear argumentos antisemitas.
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