¡°En la Ant¨¢rtida te sientes como en un planeta alien¨ªgena¡±

El caf¨¦ es el gran vicio que Ben Saunders echaba de menos mientras completaba el viaje polar a pie m¨¢s largo de la historia, un r¨¦cord tras la estela de la legendaria expedici¨®n del capit¨¢n Scott que inspir¨® a este explorador de los tiempos modernos. ¡°La cafe¨ªna puede restringir la circulaci¨®n en situaciones de fr¨ªo extremo¡±, explica en una cafeter¨ªa del sur del T¨¢mesis y frente a un reconfortante expresso sobre la dieta ¡°muy cient¨ªfica y aburrida¡± que le procur¨® 6.000 calor¨ªas diarias para afrontar el dur¨ªsimo camino de ida y vuelta al Polo Sur a lo largo de 105 d¨ªas. ¡°Solo el desayuno se asemejaba a la normalidad, con cereales y leche en polvo que preparaba derritiendo la nieve. El resto de las comidas era a base de bebidas y barras energ¨¦ticas, alimentos deshidratados y algo de chocolate para romper la rutina¡±.

En la madrugada del pasado 7 de febrero, Saunders y su compa?ero de aventura, el francobrit¨¢nico Tarka L?Herpiniere, finalizaron un recorrido de 2.880 kil¨®metros por los inh¨®spitos parajes de la Ant¨¢rtida que Robert Falcon Scott no pudo culminar hace 102 a?os. El capit¨¢n y todos los miembros de aquella expedici¨®n Terra Nova murieron durante el regreso. ¡°Yo no me siento un explorador al viejo estilo, sino m¨¢s bien un atleta¡±, precisa este pionero ingl¨¦s (Plymouth, 1977) que equipara el esfuerzo realizado a la ejecuci¨®n de 69 maratones. Subraya, sin embargo, que ¡°la resistencia f¨ªsica supone solo el 10% del reto, y el 90% restante se apoya en tu determinaci¨®n. El peor enemigo est¨¢ en la propia mente¡±.

El escenario de la Ant¨¢rtida ¡ª¡°un desierto blanco, un horizonte plano que desorienta por la total ausencia de referencias¡±¡ª puso a prueba ese desaf¨ªo f¨ªsico y mental a temperaturas que rozaban los 50 grados bajo cero.

La resistencia f¨ªsica supone solo el 10% del reto, y el 90% restante se apoya en tu determinaci¨®n..."

Una vez cumplido el sue?o polar que reten¨ªa desde la adolescencia, Saunders conf¨ªa en que su haza?a aliente a la gente a ¡°fijarse grandes objetivos y explotar el propio potencial, porque los l¨ªmites para el ser humano est¨¢n all¨ª donde le lleva su imaginaci¨®n: yo no tengo una especial habilidad gen¨¦tica¡±.

Las herramientas que hoy brinda la era tecnol¨®gica est¨¢n a a?os luz de los tiempos de Scott, y su heredero del siglo XXI se llev¨® consigo un sofisticado material que incluy¨® ordenadores de ¨²ltima generaci¨®n y un transmisor de sat¨¦lite para comunicarse a diario con el mundo a trav¨¦s de su blog.

¡°La actualizaci¨®n de los datos, la descarga de fotos y v¨ªdeos, nos llevaba 45 minutos despu¨¦s de una jornada de 9 horas caminando y arrastrando cada uno un trineo de 200 kilos, pero el esfuerzo adicional era al tiempo muy gratificante. Incluso respond¨ªamos a las preguntas que nos enviaban desde colegios¡±.

Siempre imagin¨® un final del viaje en un tono ¡°muy emocional, lleno de alegr¨ªa y l¨¢grimas¡±, pero al arribar a la meta en una base de Nueva Zelanda lo ¨²nico que sinti¨® fue un gran alivio. ¡°Ahora no quiero ni acercarme a un arn¨¦s, pero con el tiempo el dolor y el padecimiento se desvanece y las emociones se intensifican¡±.

Despu¨¦s de escribir un libro, relatar sus experiencias en diversos foros y poner en marcha una revista para aventureros, quiere regresar a la Ant¨¢rtida: ¡°Es una tierra de extremos, un paisaje de belleza impresionante pero dur¨ªsimo, y con un fr¨ªo que sientes que puede matarte. Un planeta alien¨ªgena en el que nos sent¨ªamos como astronautas y que crea verdadera adicci¨®n¡±.