La financiaci¨®n de la ciencia est¨¢ en ¡°encefalograma plano¡±

El ligero aumento de la inversi¨®n del Estado en ciencia aprobado para este a?o supone un cambio respecto al continuado descenso que han sufrido los presupuestos de I+D a?o tras a?o desde que comenz¨® la crisis, pero ni de lejos compensa la financiaci¨®n perdida desde 2009, se?ala la Confederaci¨®n de Sociedades Cient¨ªficas de Espa?a (COSCE) en su an¨¢lisis de los presupuestos de 2014. ¡°La financiaci¨®n de la ciencia est¨¢ con encefalograma plano respecto a 2013¡±, se?al¨® el catedr¨¢tico de la Universidad Complutense Jos¨¦ Molero, uno de los autores del informe. ¡°Hace falta mucho m¨¢s impulso¡±, apunt¨® Carlos Andradas, presidente de la COSCE, en la presentaci¨®n del an¨¢lisis. Los expertos denunciaron, adem¨¢s, que casi la mitad del dinero presupuestado, en 2012, para I+D+i no se utiliz¨® y el porcentaje de gasto en 2013 puede que haya sido a¨²n menor.

Los recursos globales del Estado dedicados a I+D en los presupuestos de este a?o ascienden a 6.146 millones de euros, lo que significa un incremento, respecto a 2013, del 3,6% (el 2,7% descontando la inflaci¨®n), indica el an¨¢lisis de la COSCE. No hay que olvidar que los presupuestos de I+D han ca¨ªdo casi un 37% desde 2009. Adem¨¢s, en la comparaci¨®n de 2013 con 2014 no se tiene en cuenta la inyecci¨®n extra de dinero que el Gobierno tuvo que poner en el sistema de I+D para rescatar instituciones y partidas exhaustas; fueron en total 174 millones, de los que 95 se destinaron a evitar la quiebra del CSIC y el resto a otros compromisos, sobre todo los pagos de los proyectos de investigaci¨®n del Plan Nacional. ¡°La suma del dinero presupuestado en 2013 m¨¢s esos rescates es superior al presupuesto de 2014, por lo que estamos abocados a m¨¢s cr¨¦ditos extraordinarios este a?o¡±, advirti¨® Andradas. ¡°No hemos incluido esos cr¨¦ditos extraordinarios de 2013 en el c¨®mputo porque no sabemos si habr¨¢ otros este a?o¡±, explic¨® Molero.

Las cifras globales muestran el total de la I+D en 2014, esos 6.146 millones) retrotrae la inversi¨®n en ciencia y tecnolog¨ªa a los niveles de 2005, seg¨²n muestra el an¨¢lisis de su evoluci¨®n.

La mayor parte del incremento de este a?o se da en la I+D militar (un 39,47%), sector que hab¨ªa sufrido grandes recortes en los ¨²ltimos a?os y que supone solo un 6,13% del total de gastos en investigaci¨®n y desarrollo; la I+D civil aumenta en 2014 un 1,26%, pero el incremento se produce en las operaciones no financieras (6,06%), mientras que los cr¨¦ditos se reducen en un 1,69%. Aun as¨ª, estos pr¨¦stamos destinados a las empresas suponen algo m¨¢s del 60% del total presupuestado. Ese 1,26% de incremento de la investigaci¨®n civil, si se resta la inflaci¨®n, se queda en un 0,04%.

No hay que perder de vista, adem¨¢s, otro grav¨ªsimo problema del sistema espa?ol de I+D, alert¨® Molero, y es que la inversi¨®n del sector privado, ya raqu¨ªtica en Espa?a respecto a otros pa¨ªses desarrollados, ha ca¨ªdo en los dos ¨²ltimos a?os.

Muy alarmante es, en opini¨®n de los expertos, el hecho de que el dinero presupuestado y muy mermado respecto al m¨¢ximo alcanzado en 2009 (9.673 millones), ni siquiera se gasta en su totalidad. La ejecuci¨®n del presupuesto de I+D en 2012 (¨²ltimo a?o para el que est¨¢n ya completos los datos oficiales) fue de solo el 45,3%, en una escalada creciente de porcentaje de no ejecuci¨®n cada a?o superior al anterior (en 2007 se qued¨® sin gastar el solo 8,7%). La mayor parte del dinero de I+D no utilizado corresponde a los cr¨¦ditos, que se presupuestan cada a?o con un volumen muy alto, aunque el anterior no se hayan utilizado, de manera que las cifras totales resultan m¨¢s abultadas. Pero tambi¨¦n se qued¨® sin utilizar, en 2012, el 13,2% de las transferencias de capital, cap¨ªtulo con el que se financian, por ejemplo, los proyectos de investigaci¨®n y los contratos de los programas Ram¨®n y Cajal y Juan de la Cierva, que se han visto muy mermados en los ¨²ltimos a?os.

En 2013, alert¨® Molero, el panorama de la ejecuci¨®n puede ser a¨²n m¨¢s devastador, ya que a 30 de noviembre, se hab¨ªa utilizado menos de la cuarta parte del total presupuestado en I+D. Hasta finales de este mes no se conocer¨¢ la ejecuci¨®n presupuestaria oficial total del a?o pasado, coment¨®.

El Fondo Nacional de Investigaci¨®n, con el que se pagan los proyectos cient¨ªficos competitivos y los contratos, se queda este a?o en 284.167 millones, algo m¨¢s que los 273.881 del a?o pasado, pero muy lejos de los 572.475millones de 2010, que ya fueron 342.684 en 2012. ¡°El efecto acumulado es devastador¡±, se?al¨® Jos¨¦ De N¨®, investigador del CSIC y coautor del an¨¢lisis de la COSCE. Y los organismos p¨²blicos de investigaci¨®n (OPI), incluido el CSIC, que es el mayor de ellos, tienen unas p¨¦rdidas acumuladas de financiaci¨®n de 1.784 millones de euros desde que comenz¨® lo peor de la crisis.

Andradas puntualiz¨® que no se puede contar con que el nuevo programa de I+D+i de la UE Horizonte 2020 ¡°vaya a salvar y compensar la escasez de los fondos espa?oles¡±.

El panorama de la formaci¨®n de cient¨ªficos reflejado en los presupuestos de 2014 sigue la t¨®nica de estabilizaci¨®n del m¨ªnimo alcanzado en 2013. El total de fondos para los programas de formaci¨®n de personal investigador y de personal universitario se fija en 135.516 euros, frente a 134.679 el a?o pasado, seg¨²n el an¨¢lisis de la COSCE, muy lejos de los 195.983 millones de 2009 y poco menos en 2008.

Pero la escasez de dinero no es el ¨²nico problema del sistema de ciencia espa?ol, resumi¨® De N¨®: se quedan sin gastar gran parte de los recursos; la aparente ligera mejor¨ªa de este a?o en el presupuesto en realidad consolida las p¨¦rdidas de los a?os anteriores; los OPI no recuperan siquiera el nivel de 2012. ¡°Se plantea todo esto como un reparto de recursos, no como una estrategia de la I+D del pa¨ªs¡±, apunt¨® el investigador del CSIC, recalcando la p¨¦rdida de personal cient¨ªfico que se est¨¢ formando y el problema de los recursos humanos en general¡­. ¡°El sistema es anquilosante e impide hacer aquello para lo que est¨¢ destinada la investigaci¨®n; no estimula las vocaciones cient¨ªficas; no eval¨²a realmente la calidad y no tiene en cuenta el conocimiento de los expertos en la toma de decisiones del pa¨ªs, que tienen un alto contenido t¨¦cnico¡±, declar¨® De N¨®.