#YakiriLibre, el triunfo de los ciudadanos contra el poder judicial
La joven mexicana acusada de matar a su presunto violador sale de la c¨¢rcel tras pagar una fianza con el dinero de la gente
Yakiri solo alcanz¨® a decir unas frases a la prensa cuando una mano interrumpi¨® su discurso para abrazarla. Era su abuela, otra de las mujeres que, junto con su madre, sus hermanas, las asociaciones feministas y su novia, han luchado por sacarla de la c¨¢rcel. Cincuenta horas despu¨¦s de que un tribunal le concediera la libertad bajo fianza, la joven de 20 a?os acusada de matar a su presunto violador el pasado diciembre cruzaba las puertas del penal de Tepepan, al sur de la Ciudad de M¨¦xico. Yakiri estaba nerviosa, algo aturdida por las c¨¢maras, pero habl¨® con una entereza mayor a la de una mujer de su edad. Acababan de este modo m¨¢s de tres meses de un encierro injusto, porque la corte resolvi¨® el lunes que el homicidio fue en leg¨ªtima defensa, aunque con exceso.
¡°He sobrevivido, estoy muy contenta porque estar con mi familia es lo que m¨¢s echaba de menos, pero? tambi¨¦n tengo miedo porque uno de mis agresores sigue en la calle¡±, aseguraba alrededor de las nueve y media de la noche del mi¨¦rcoles. ¡°Quiero que no haya m¨¢s injusticias, que se acabe el machismo¡±, ped¨ªa escoltada por sus padres, la abogada y una decena de polic¨ªas.
Pese a la fiesta de los grupos feministas en la calle, la jornada se volvi¨® una aut¨¦ntica agon¨ªa. Alrededor de la una de la tarde, el juez fijaba el monto de la fianza en 423.800 pesos (unos 32.000 d¨®lares), una cantidad mayor a la esperada que oblig¨® a la familia de la muchacha a pedir el apoyo de senadores y diputados, que se hab¨ªan ofrecido a ayudarles. Desde el lunes, Jos¨¦ Luis y Marina, los padres de Yakiri, consiguieron recaudar mas de 60.000 pesos a trav¨¦s de las aportaciones de la ciudadan¨ªa. De hecho, el caso de la joven ha tendio una gran repercusi¨®n en las redes sociales. En Twitter, por ejemplo, etiquetas como #Yakiri o #YakiriLibre han marcado tendencia. Despu¨¦s de reunir el m¨ªnimo necesario para pedir la libertad de Yakiri (los 100.000 de fianza y alrededor del 10% de los 323.000 en concepto de reparaci¨®n del da?o), sobre las seis de la tarde la abogada entregaba los ¨²ltimos papeles ya en la prisi¨®n. Entre esto y su salida, m¨¢s de tres horas y media de risas y l¨¢grimas, de larga espera, de fr¨ªo y caf¨¦ en el aparcamiento del reclusorio.
El pasado lunes un tribunal colegiado del Distrito federal corrigi¨® el auto del juez que le hab¨ªa imputado un homicidio calificado en diciembre. En el fallo, los magistrados reconocen que hubo abuso sexual y que Yakiri, de unos 50 kilos de peso, se defendi¨®, pero dicen que al hacerlo cometi¨® un ¡°exceso de leg¨ªtima defensa¡±, pues la muerte de Miguel, de 37 a?os, 1,80 de estatura y 90 kilos, no es igual al da?o que ¨¦l pudo causarle con la violaci¨®n y las pu?aladas que le asest¨® despu¨¦s.
Seg¨²n cont¨® la joven, que el 9 de diciembre, llena de heridas y con la ropa rasgada, pidi¨® ayuda a una patrulla de la polic¨ªa capitalina, dos hombres la hab¨ªan secuestrado en una moto y la llevaron a un hotel donde uno de ellos la viol¨®. Durante el forcejeo posterior, ella rasg¨® en el cuello a Miguel y este, desangr¨¢ndose, se fue. El hombre muri¨® minutos despu¨¦s en la puerta de su casa. Lo esperaba su hermano Omar, de 33 a?os, el otro implicado en los hechos que relata Yakiri. Cuando acudi¨® a la comisar¨ªa y vi¨® a la joven, Omar la denunci¨® como la homicida de su hermano. La muchacha, natural del barrio bravo de Tepito, no volvi¨® a pisar la calle. En su caso no se aplicaron los protocolos internacionales para las v¨ªctimas de violaci¨®n, entre ellos la aplicaci¨®n de retrovirales o un examen ginecol¨®gico completo -lleg¨® diez d¨ªas despu¨¦s, cuando la joven ya estaba en la c¨¢rcel-. En el auto de formal prisi¨®n emitido en diciembre, el juez establec¨ªa que el suceso hab¨ªa sido un crimen pasional, porque Yakiri y Miguel eran amantes. La joven, sin embargo, declar¨® que esa tarde iba a encontrarse con su pareja, Gabriela, con quien tiene una relaci¨®n desde hace m¨¢s de dos a?os.
Este mi¨¦rcoles Yakiri todav¨ªa no sab¨ªa donde iba a dormir. Familiares de Miguel, ha denunciado Jos¨¦ Luis, han amenazado con matarla para vengar su desaparici¨®n. El proceso contin¨²a ahora en los juzgados de paz, como delito no grave, aunque la defensa pelear¨¢ por que se le retiren los cargos. ¡°Lo que es un exceso es que te violen; lo que es un exceso es la impunidad; lo que es un exceso es que Yakiri haya estado tres meses en prisi¨®n; pero defenderse nunca es un exceso¡±, cantaban afuera de la prisi¨®n las mujeres que la han apoyado desde el primer d¨ªa.
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