Desintegraci¨®n de un asteroide casi ¡®en directo¡¯
El telescopio Hubble fotograf¨ªa al menos 10 fragmentos de un objeto celeste roto
Lo que queda del asteroide P/2013 R3 son trozos, al menos 10, y los cuatro mayores son rocas de unos 400 metros de di¨¢metro. No ha debido ser una colisi¨®n con otro objeto lo que ha provocado la desintegraci¨®n, ni la presi¨®n interior de los hielos calent¨¢ndose, porque est¨¢ demasiado lejos del Sol. Pero los astr¨®nomos tienen una idea, una teor¨ªa, de lo que le ha podido pasar: la luz de la estrella ser¨ªa la culpable ¨²ltima de la fuerza centr¨ªfuga que ha podido romperlo, pero el asteroide deb¨ªa ser fr¨¢gil, con una estructura como compacta.
El asteroide, que pertenece al cintur¨®n de asteroides situado entre Marte y J¨²piter, fue descubierto el pasado 15 de septiembre, se anunci¨® el 27 del mismo mes y, desde el primer momento, intrig¨® a los cient¨ªficos porque parec¨ªa borroso. Un par de semanas despu¨¦s, uno de los grades telescopios Keck, en Hawai, desvel¨® que en realidad eran tres cuerpos en una envoltura de polvo del di¨¢metro de la Tierra. En octubre empez¨® a observarlos el telescopio espacial Hubble que, gracias a la gran resoluci¨®n de sus im¨¢genes al estar fuera de la atm¨®sfera terrestre, ha permitido identificar al menos 10 fragmentos del asteroide, cada uno con una cola como de cometa y con una masa en conjunto de unas 200.000 toneladas. Los trozos se est¨¢n separando unos de otros a una velocidad de un kil¨®metro y medio por hora y los cient¨ªficos estiman que la fractura debi¨® producirse entre febrero y septiembre del a?o pasado.
Un grupo de astr¨®nomos de Estados Unidos y de Alemania, liderados por David Jewitt (Universidad de California en Los ?ngeles), ha estado investigando la desintegraci¨®n de P/2013 R3 y presentan hoy sus conclusiones en la revista Astrophysical Journal letters. ¡°Es algo realmente extra?o de observar, nunca hab¨ªamos visto algo como esto¡±, se?ala una de las investigadoras, Jessica Agarwal, del Instituto Max Planck alem¨¢n, en un comunicado de la secci¨®n del telescopio Hubble en la Agencia Europea del Espacio (ESA). Se hab¨ªan visto ya casos de fragmentaci¨®n de n¨²cleos de cometas en m¨²ltiples componentes, como el Schoemaker-Levy, que se convirti¨® en una especie de collar de perlas que se fueron precipitando en J¨²piter en 1994. Pero la desintegraci¨®n as¨ª de un asteroide no se hab¨ªa observado nunca.
Dado que los fragmentos se est¨¢n desplazando tan despacio, es poco probable que la fractura se deba a una colisi¨®n con otro objeto similar, porque entonces la desintegraci¨®n habr¨ªa sido m¨¢s violenta y los trozos ir¨ªan mucho m¨¢s deprisa. Aunque es posible, dada su fr¨¢gil estructura, que el propio asteroide sea producto de colisiones no destructivas de cuerpos de este tipo en el pasado.
Los cient¨ªficos tambi¨¦n descartan que haya sido la presi¨®n interior al calentarse y evaporarse el hielo porque el P/2013 R3 est¨¢ muy frio dada su lejan¨ªa del Sol (unos 480 millones de kil¨®metros) y ha debido estar m¨¢s o menos a esa distancia desde hace mucho tiempo.
Adem¨¢s, el objeto en cuesti¨®n sigue una ¨®rbita con acercamiento m¨¢ximo al Sol de 2,2 UA (unidad astron¨®mica, la distancia media de la Tierra a la estrella) y 3,8 UA de alejamiento, que evita aproximaciones al Sol o a los planetas para que las fuerzas gravitatorias (de marea) tengan que ver en la disgregaci¨®n.
Hay una tercera opci¨®n que es la m¨¢s probable, seg¨²n los cient¨ªficos, y ser¨ªa la fuerza centr¨ªfuga provocada por aceleraci¨®n de su rotaci¨®n. Ser¨ªa la presi¨®n de la radiaci¨®n solar lo que habr¨ªa desencadenado el proceso por un efecto denominado YORP (por las iniciales de Yarkovsky, O'Keefe, Radzievskii y Paddack): la luz solar que absorbe un cuerpo celeste como este es remitida como calor y cuando el objeto no es regular, unas regiones emiten m¨¢s que otras, lo que va provocando cambios en su velocidad de rotaci¨®n. De este modo, la fuerza centr¨ªfuga habr¨ªa desmembrado desmembrando el P/2013 R3 suavemente.
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