Los derechos reproductivos son derechos humanos
M¨¢s de 220 millones de mujeres y ni?as carecen de acceso a medios anticonceptivos eficaces
Este fin de semana se conmemor¨® el D¨ªa Internacional de la Mujer, un d¨ªa para recordar los avances logrados por las mujeres en la b¨²squeda de la igualdad, pero principalmente para denunciar todas las injusticias que hoy en d¨ªa siguen sufriendo mujeres y ni?as alrededor del mundo. Uno de esos avances es el hito que signific¨® el Programa de Acci¨®n de la Conferencia de El Cairo en 1994 y la Plataforma de Acci¨®n de Beijing de 1995 donde se estableci¨® que la salud y los derechos sexuales y reproductivos ¡ªincluyendo la educaci¨®n sexual, el acceso a toda la gama de anticonceptivos, los servicios de salud materna y la posibilidad de tener un aborto seguro¡ª son fundamentales para los derechos humanos y el desarrollo.
Sin embargo, y pese a que 20 a?os despu¨¦s de El Cairo a¨²n se mantiene ese consenso mundial, los anuncios en la televisi¨®n y los m¨²ltiples carteles y mensajes en redes sociales mantienen los estereotipos contra los cuales se luchan. Uno de ellos es el de asumir que para ser una mujer plena se debe ser madre, que debemos seguir la suerte del destino porque un hijo es lo m¨¢s bello que nos puede ocurrir. Como madre, estoy de acuerdo, un hijo deseado y planificado es lo m¨¢s hermoso que hasta el momento he experimentado, pero una maternidad impuesta debe ser un infierno. Ya lo dijo Juan M¨¦ndez, relator especial de la ONU sobre la tortura y otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes, negar el aborto legal puede equivaler a tortura.
Por eso en el marco del 8 de marzo y los 20 a?os de El Cairo, es inadmisible que a¨²n haya m¨¢s de 220 millones de mujeres de los pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo que no desean quedarse embarazadas y no cuenten con un sistema estatal adecuado que les ofrezca informaci¨®n veraz y acceso a m¨¦todos anticonceptivos eficaces. Estas cifras son alarmantes si tenemos en cuenta que el acceso a la anticoncepci¨®n disminuye las tasas de embarazo no deseado y, a su vez, la necesidad de recurrir al aborto inseguro, que representa el 13% de la mortalidad materna mundial.
Es inadmisible que en pleno 2014 a¨²n varios pa¨ªses no permitan que las mujeres interrumpan sus embarazos cuando son producto de una violaci¨®n, o cuando existen malformaciones cong¨¦nitas incompatibles con la vida, o simplemente que a¨²n no se respete esa decisi¨®n tan personal de la mujer. Es inadmisible que a¨²n los pol¨ªticos est¨¦n debatiendo sobre c¨®mo penalizar una decisi¨®n tan ¨ªntima como la de ser madre.
Actualmente en Espa?a se est¨¢ debatiendo la reforma a la ley del aborto, un debate que paralelamente se est¨¢ llevando en varios pa¨ªses de Am¨¦rica Latina. En algunos se han logrado avances importantes que van acordes con estos compromisos internacionales como es el caso de Uruguay, que en el 2012 despenaliz¨® el aborto, instaur¨® la educaci¨®n para la salud sexual y reproductiva en el sistema educativo e incluy¨® un servicio sanitario integral. Como resultado, el Ministerio de Salud manifest¨® que no se hab¨ªan registrado casos de muertes maternas ni complicaciones de salud por esa causa a los 6 meses siguientes de implementada la ley.
Sin embargo, otros pa¨ªses han focalizado el debate a concepciones morales y religiosas, como ocurre actualmente con la propuesta del ministro de Justicia, Alberto Ru¨ªz-Gallard¨®n. Lamentablemente, el riesgo, seg¨²n la prestigiosa revista cient¨ªfica The Lancet es que la tendencia mundial demuestra que en los pa¨ªses donde hay leyes m¨¢s restrictivas se producen m¨¢s abortos que en aquellos donde las leyes son m¨¢s liberales.
Por tanto, para garantizar los derechos reproductivos como derechos humanos seg¨²n lo establecido hace 20 a?os por las conferencias mundiales, se debe garantizar el acceso a un servicio integral de salud sexual y reproductiva. La posibilidad de decidir si tener o no hijos, cu¨¢ntos y cu¨¢ndo tenerlos debe seguir siendo uno de los compromisos mundiales porque el impacto de esa decisi¨®n tiene una repercusi¨®n directa en la salud, la calidad de vida y el bienestar de la mujer.
Ximena Casas.?Abogada, especializada en g¨¦nero.?Maestr¨ªa en Derecho, Universidad de Columbia, New York, NY
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.