¡°Pertenecer a una minor¨ªa es ventajoso. Te recuerdan¡±

Una conversaci¨®n con Sharon Freeman revolotea de Hong Kong a Camer¨²n para posarse lo justo en lo que la trajo la semana pasada a Madrid ¡ªlas negociaciones comerciales entre EE?UU y la UE¡ª, antes de buscar nuevos destinos (Argelia, Catalu?a, Centroam¨¦rica). Queda claro que el mundo es el despacho de esta empresaria, que fund¨® una consultora hace 30 a?os para facilitar negocios de exportaci¨®n desde China. Tambi¨¦n, que su perspectiva no es la habitual, como atestigua que cre¨® y preside una asociaci¨®n para fomentar en Estados Unidos que peque?as empresas, dirigidas por mujeres o inmigrantes, "minor¨ªas" en la actividad exportadora, se adentren en el comercio internacional.

"Imag¨ªnese China en los a?os ochenta, todo depend¨ªa de qu¨¦ contactos pudieses hacer, pero, a veces, pertenecer a una minor¨ªa es una ventaja. Te recuerdan", dice con sorna Freeman, tras rememorar la impresi¨®n que causaba entonces en sus interlocutores que una mujer negra intermediara en delicados negocios empresariales de exportaci¨®n e importaci¨®n. "He repasado las cifras antes de venir, Estados Unidos no es muy distinto de Espa?a, apenas el 1% de las empresas exportan, ?cu¨¢ntas dir¨ªa que est¨¢n dirigidas por mujeres?", replica ante la ineludible pregunta sobre si su trayectoria es habitual en EE UU.

"?Sangr¨ªa, por favor!". La experimentada consultora internacional no escapa a un m¨ªnimo tributo tur¨ªstico, que incluye una foto con el m¨®vil al hist¨®rico ventanal del Caf¨¦ Gij¨®n, el lugar elegido por la Embajada estadounidense para el almuerzo. Freeman ataca las croquetas del aperitivo tras participar en una intensa jornada, organizada por el Gobierno espa?ol y las embajadas de EE?UU, Reino Unido e Irlanda, en favor del acuerdo comercial entre Europa y Estados Unidos.

El pacto transatl¨¢ntico estaba llamado a ser el asunto estelar de la cumbre UE-EE?UU, celebrada ayer en Bruselas, pero la espesa bruma geopol¨ªtica que levanta el conflicto de Crimea desdibuja los avances en la negociaci¨®n del m¨¢s ambicioso acuerdo de libre comercio. Un acuerdo transatl¨¢ntico por el que suspiran las multinacionales. Pero que, tambi¨¦n, aduce Sharon Freeman, deber¨ªa ser objeto de deseo de peque?as y medianas empresas.

"No beneficiar¨¢ solo a las grandes compa?¨ªas; el pacto comercial puede favorecer a¨²n m¨¢s a las pymes que quieren exportar", proclama. La novedad de las negociaciones es que se centran en unificar y simplificar normas y controles internos que pesan sobre el comercio internacional. "Las pymes no tienen dinero para contratar abogados o consultoras, y no se meten en negocios si hay normas que no entienden. Si eso se simplifica, ser¨¢ menos costoso para ellas exportar", explica.

Freeman insiste en la cooperaci¨®n entre pymes de distintos pa¨ªses para facilitar el acceso a otros mercados, una alternativa a la v¨ªa habitual de entrada al comercio internacional, como suministradoras de multinacionales. "Esas conexiones han probado ser muy beneficiosas, la pregunta clave aqu¨ª es: ?c¨®mo me vas a encontrar? El exceso de informaci¨®n es un problema, y la promoci¨®n comercial, una ciencia mal desarrollada". La empresaria, apurada, renuncia al postre y al caf¨¦, aunque no pierde la paciencia cuando el periodista confunde el camino al cercano hotel.