Cinco noches en urgencias por falta de habitaciones en el hospital
Una mujer de 93 a?os pasa seis d¨ªas en una sala sin ventanas y con una decena de pacientes m¨¢s en La Paz ¡°Me da verg¨¹enza decirle lo que ya sabe: no hay camas"
Hace algunos a?os que Antonia Cantero, de 93 a?os, ha dejado de ser consciente de lo que sucede a su alrededor. Su hija, Maribel Taravilla, de 62, es pr¨¢cticamente su ¨²nica conexi¨®n con el mundo. Le dice cu¨¢ndo comer, cu¨¢ndo levantarse y coger el bast¨®n para dar un peque?o paseo por la casa, hasta cu¨¢ndo beber. Pero no fue la demencia que padece lo que la llev¨® a urgencias del hospital de La Paz, en Madrid, el lunes de la semana pasada, sino una herida en un pie. La mujer durmi¨® esa noche en un box con otra decena de pacientes, en una sala sin ventanas. Al d¨ªa siguiente, su hija pregunt¨® cu¨¢ndo la subir¨ªan a planta. Sigui¨® preguntando el mi¨¦rcoles, jueves, viernes... La paciente no sali¨® de ese box hasta el s¨¢bado por la tarde. ¡°Me dec¨ªan que no hab¨ªa camas¡±, recuerda la hija.
Antonia Cantero durmi¨® cinco noches en una sala de urgencias que, pese a contar con camas ¡ªen otras hay sillones¡ª, no est¨¢ preparada para que un paciente pase m¨¢s de 48 horas en ella. Cuando la visit¨® este diario, el s¨¢bado por la ma?ana, se cumpl¨ªa su sexto d¨ªa all¨ª. Su hija, desesperada por tener a su madre nonagenaria tantos d¨ªas encamada, ya no sab¨ªa a qui¨¦n acudir. Las reclamaciones en Atenci¨®n al Paciente no hab¨ªan surtido efecto. ¡°Vino andando, y me temo que va a salir de aqu¨ª en silla de ruedas¡±, dec¨ªa Taravilla. ¡°He preguntado si la pueden levantar para que se mueva o camine, pero me dicen que no pueden, que no hay sitio¡±.
La sala, dise?ada para 11 camas, ten¨ªa el s¨¢bado al menos dos m¨¢s, a?adidas en el centro de la estancia. Varios trabajadores confirmaron que ha llegado a tener m¨¢s del doble. Al calor y al ambiente cargado por la mala ventilaci¨®n se sumaba la evidente falta de intimidad: apenas hay 50 cent¨ªmetros entre cama y cama. Los familiares solo pueden entrar dos veces al d¨ªa, a las 11 y a las 20 horas. Solo hay un aseo.
Otro paciente, M. L., de 66 a?os, tambi¨¦n pas¨® toda la semana pasada en urgencias, aunque en su caso, cambi¨® de sala varias veces, seg¨²n relat¨® a este diario su mujer. En todos los casos, estuvo en estancias ¡°con mucho calor y falta de espacio¡±, contaba el s¨¢bado, cuando el paciente ya hab¨ªa sido trasladado a una habitaci¨®n. ¡°Fueron cinco noches, del lunes que entr¨®, hasta el s¨¢bado. Hab¨ªa much¨ªsima gente en el box, entre los enfermos y los familiares, y segu¨ªa ingresando gente. Cambiaron a algunos de sala despu¨¦s de que a uno tuvieron que atarlo porque se escapaba¡±, relat¨® la mujer. ¡°Cuando pregunt¨¢bamos, nos dec¨ªan: ¡®me da verg¨¹enza venir a decirles lo que ustedes ya saben, que no hay camas¡±.
En el hospital de La Paz aseguran que se trata de un problema puntual ocurrido solo la semana pasada. ¡°Ha coincidido que hemos tenido todas las camas de cirug¨ªa ocupadas, y como los enfermos quir¨²rgicos no son derivables a otros hospitales, han pasado m¨¢s tiempo del habitual en urgencias¡±, explic¨® una portavoz. Lo habitual, seg¨²n sus datos, es que un paciente pueda estar entre 24 y 48 horas en urgencias antes de subir a una habitaci¨®n en la planta. A?adi¨® que el viernes pasado, debido a ¡°la situaci¨®n puntual, coyuntural¡± de esos d¨ªas, ¡°hab¨ªa en las urgencias 10 pacientes que llevaban m¨¢s de 48 horas¡± esperando cama. Es el ¨²nico dato que proporcion¨®. No precis¨® cu¨¢ntos casos, adem¨¢s de los dos que comprob¨® este diario, estuvieron tres, cuatro o cinco noches.
Trabajadores de las urgencias, tanto m¨¦dicos como de enfermer¨ªa, aseguraron a EL PA?S que, al contrario de lo que asegura la gerencia, el problema de la falta de camas no es puntual. ¡°Cada vez es m¨¢s com¨²n que tengamos aqu¨ª enfermos dos, tres y hasta cuatro noches¡±, se?al¨® uno de ellos, que pidi¨® anonimato. ¡°Somos nosotros, aqu¨ª en urgencias, los que damos la cara ante el enfermo y sus familiares, y estamos atados de manos. No podemos decirles nada m¨¢s que lo que nos dicen a nosotros: que no hay camas libres¡±, a?adi¨®. ¡°Estas salas no tienen ventanas y muchas veces est¨¢n por encima de su capacidad. Hay poco sitio, los pacientes no pueden levantarse ni tienen intimidad¡±.
Las enfermeras de urgencias del hospital de La Paz denunciaron hace unos d¨ªas la situaci¨®n del servicio en un escrito p¨²blico que distribuy¨® la Asociaci¨®n Madrile?a de Enfermer¨ªa. El colectivo asegura que no se puede garantizar una adecuada asistencia sanitaria debido a los recortes, las infraestructuras inadecuadas y el cierre de camas en el centro, que provoca que se acumulen los pacientes en urgencias, como en un cuello de botella, m¨¢s d¨ªas de los aconsejados.
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