Retirados por fraude los ¨²ltimos art¨ªculos sobre c¨¦lulas madre
Los problemas son demasiado numerosos y graves, admite el Instituto Riken de Kobe
¡°He recomendado a los autores que retiren inmediatamente los art¨ªculos y repitan las investigaciones¡±. Masatoshi Takeichi, director del prestigioso centro Riken de Biolog¨ªa del Desarrollo, en Kobe (Jap¨®n) ha tomado cartas en el asunto ante las sospechas sobre el trabajo de Haruko Obokata. En sendos art¨ªculos publicados en Nature, Obokata presentaba un revolucionario sistema para conseguir c¨¦lulas madre adultas (someter a otras adultas a estr¨¦s mediante ¨¢cido o presi¨®n). Hubiera sido una revoluci¨®n por lo sencillo y accesible. Pero nadie ha conseguido reproducir sus resultados y el art¨ªculo ten¨ªa fallos en cifras e im¨¢genes que no se correspond¨ªan con los ensayos. En concreto, en dos de los seis principales problemas detectados, se ha determinado que ¡°hab¨ªa manipulado los datos de una manera intencionada¡±.
Los trabajos aparecieron en enero, y se publicitaron como un enorme avance: un nuevo tipo de c¨¦lulas madre, las STAP (c¨¦lulas madre pluripotentes conseguidas mediante estr¨¦s), que se obten¨ªan en media hora con una sencilla intervenci¨®n. Ni complicada aplicaci¨®n de factores para retrasar el reloj biol¨®gico del material adulto del que se part¨ªa ni dudas ¨¦ticas sobre el manejo de embriones. Pero la investigaci¨®n del propio Riken ha determinado que las dudas sobre el proceso ¡°son tan serias¡± que hay que empezar el proceso de cero. De hecho, hasta ha retirado la menci¨®n a los art¨ªculos en su web.
Takeichi, el director, admite que los autores del trabajo han enviado una serie de correcciones a Nature e incluso han subido a la web Nature Protocol Exchange ¡°pistas¡± para que otros grupos cient¨ªficos intenten replicar el trabajo, pero ¡°el n¨²mero y la naturaleza de los problemas ha afectado gravemente la confianza en la verosimilitud de esos art¨ªculos¡±, admite.
La deshonra de la investigadora, que ha sido hallada culpable de fraude cient¨ªfico por su propia organizaci¨®n, no la ha desanimado, y ella insiste en que sus trabajos, pese a los errores en la publicaci¨®n, eran verdaderos. Pero eso tendr¨¢ que demostrarlo de nuevo si quiere que la comunidad cient¨ªfica la crea. Y, sobre todo, necesitar¨¢ el aval de otros grupos cient¨ªficos que repitan sus resultados utilizando sus indicaciones.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.