Las amebas se comen a bocados las c¨¦lulas del intestino

La ameba Entamoeba histolytica, una de las m¨¢s importantes causas de la diarrea fatal (amebiasis) en los pa¨ªses en desarrollo, se come vivas a las c¨¦lulas del intestino, seg¨²n acaban de descubrir cient¨ªficos de la Universidad de Virginia en Charlottesville y del Instituto Pasteur de Par¨ªs. Horrenda como puede parecer la noticia, lo cierto es que los investigadores han aclarado el mecanismo molecular de esa ingesti¨®n, y definido as¨ª nuevas dianas para el tratamiento de la diarrea fatal. El proceso, llamado trogocitosis, nunca se hab¨ªa observado en ning¨²n tipo de interacci¨®n entre par¨¢sito y hu¨¦sped.

La amebiasis es com¨²n en los pa¨ªses en desarrollo. En algunas zonas de Bangladesh, por ejemplo, llega a infectar a un tercio de los ni?os en el primer a?o de vida, con resultados a menudo fatales, y en el resto de los casos con graves secuelas de malnutrici¨®n y retraso en el desarrollo.

Los detalles del mecanismo molecular de estos ataques a las c¨¦lulas intestinales solo son de inter¨¦s para especialistas, pero los autores est¨¢n convencidos de que ¡°la trogocitosis por amebas es una diana prometedora para el futuro desarrollo de nuevas terapias para la amebiasis, una de las principales enfermedades olvidadas en el mundo en desarrollo¡±.

La trogocitosis (del griego 'trogo',? morder o dar un bocado) es un proceso conocido en el sistema inmunol¨®gico, donde los linfocitos ¨Co gl¨®bulos blancos de la sangre, las c¨¦lulas encargadas de la respuesta inmune¡ª dan bocados a otras c¨¦lulas defensivas que previamente han capturado a una bacteria, un virus u otro pat¨®geno. Esta es la primera vez que se observa una trogocitosis infligida no por un linfocito a otro, sino por el propio agente infeccioso, la Entamoeba histolytica.

La infecci¨®n por este protista ¨Corganismo unicelular eucariota, es decir, constituido por el mismo tipo de c¨¦lulas que las plantas y los animales¡ª causa una gran destrucci¨®n del tejido intestinal, a la que de hecho debe su apellido histolytica, pero los expertos estaban confundidos hasta ahora sobre la causa de ese da?o. Los investigadores, coordinados por William Petri (Universidad de Virginia) y Nancy Guill¨¦n (Instituto Pasteur), han utilizado microscop¨ªa de c¨¦lulas vivas para coger in fraganti a las amebas dando bocados a las c¨¦lulas intestinales humanas hasta matarlas. Presentan sus resultados en Nature.

Se pensaba hasta ahora que la trogocitosis era una invenci¨®n evolutiva relativamente reciente, posterior a la aparici¨®n de los sistemas inmunes adaptativos como los que poseemos los mam¨ªferos. Desde que el proceso se descubri¨® en 2003, la hip¨®tesis favorita de los inmun¨®logos ha sido que la trogocitosis evolucion¨® como un mecanismo de nutrici¨®n para las c¨¦lulas que despu¨¦s fue reclutado como una forma de comunicaci¨®n intercelular, que es lo que se observa en el sistema inmune.

Pero el hecho de que el mecanismo aparezca ya en las amebas, que son unos mil millones de a?os m¨¢s antiguas que los primeros animales ¨Cno digamos ya que los sistemas inmunes avanzados¡ª indica que la trogocitosis es un proceso muy antiguo, y que surgi¨® como un arma para la guerra entre organismos unicelulares, como seguramente otros muchos mecanismos que ahora utilizan nuestras c¨¦lulas para comunicarse entre s¨ª. De hecho, casi todas las familias de genes implicadas hoy en la comunicaci¨®n entre c¨¦lulas humanas estaban ya presentes en nuestros ancestros unicelulares, los coanoflagelados.

La trogocitosis es claramente distinta de la fagocitosis, donde una c¨¦lula se traga a otra entera, sin bocaditos ni medias tintas. La fagocitosis tambi¨¦n es una potestad de algunas c¨¦lulas del sistema inmune, y tambi¨¦n de par¨¢sitos como la ameba, que la usa para tragarse enteros a los gl¨®bulos rojos.

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