La prevenci¨®n es barata... y adem¨¢s funciona
Europa se enfrenta a una epidemia de enfermedades cr¨®nicas debido al envejecimiento de la poblaci¨®n Los recortes sanitarios en tratamiento previos auguran un encarecimiento a largo plazo
Se las empezaba a llamar las ¡°enfermedades de la prosperidad¡±. Las dolencias cardiovasculares se hab¨ªan convertido en el principal problema de salud p¨²blica en los pa¨ªses industrializados. A finales de los sesenta, Finlandia ten¨ªa el dudoso honor de liderar el ¨ªndice de fallecimientos por enfermedad coronaria cardiaca. Los datos ¡ªtanto de mortalidad como de prevalencia de colesterol e hipertensi¨®n¡ª eran especialmente preocupantes en una provincia oriental, Karelia del Norte, cuyas autoridades, alarmadas, pidieron auxilio al Gobierno. Con ayuda de la OMS y de varios expertos, se puso en marcha un ambicioso proyecto de intervenci¨®n que intent¨® cambiar el estilo de vida de toda la comunidad para evitar los factores de riesgo.
Prevenci¨®n e informaci¨®n fueron las claves de la que, a?os despu¨¦s, se convirti¨® en una de las intervenciones comunitarias m¨¢s c¨¦lebres y estudiadas en salud p¨²blica: el Proyecto de Karelia del Norte. En solo cinco a?os, la incidencia de enfermedad cardiovascular se redujo notablemente. Los h¨¢bitos iban cambiando: se fumaba menos, se usaba menos mantequilla y m¨¢s aceite vegetal para cocinar... El proyecto se extendi¨® a todo el pa¨ªs. Entre 1970 y 2006, la mortalidad por enfermedades coronarias en hombres de 35 a 64 a?os descendi¨® un 80% en Finlandia. ¡°Se han ganado 10 a?os extra de vida saludable en la poblaci¨®n¡±, destaca Pekka Puska, ex director general del Instituto de Salud P¨²blica de Finlandia. Su mensaje es claro: la prevenci¨®n es barata, y funciona.
Europa envejece. Se calcula que para 2025 uno de cada cinco ciudadanos de la UE tendr¨¢ m¨¢s de 65 a?os, con un incremento especialmente pronunciado de los mayores de 80. Y el aumento en la longevidad de la poblaci¨®n va aparejado a la mayor prevalencia e incidencia de enfermedades cr¨®nicas: cardiovasculares, diabetes, muchos tipos de c¨¢ncer, dolencias psiqui¨¢tricas, afecciones pulmonares... Ya se han convertido en la principal causa de muerte en el mundo (son responsables del 63% de los fallecimientos, seg¨²n la OMS). Y suponen uno de los mayores desaf¨ªos para los sistemas sanitarios. A la Uni¨®n Europea le preocupa la creciente carga ¡ªecon¨®mica, social, humana¡ª de las enfermedades cr¨®nicas. ?C¨®mo hay que manejarla?
El comisario europeo de Salud, el malt¨¦s Tonio Borg, ofrece un dato revelador: el 97% de los presupuestos sanitarios de los Estados miembros se destinan a tratamiento. ?nicamente el 3%, a prevenci¨®n. ¡°?Tiene sentido este porcentaje, cuando muchas de las enfermedades cr¨®nicas m¨¢s prevalentes se pueden prevenir en gran medida?¡±, se pregunt¨® a principios de mes en Bruselas durante la primera cumbre dedicada enteramente a tratar el problema que suponen estas dolencias. ¡°?Es apropiado dedicar solo el 3% a prevenci¨®n, cuando sabemos que si actuamos sobre el tabaco, el abuso de alcohol, la mala nutrici¨®n y la vida sedentaria, as¨ª como sobre la vacunaci¨®n, podemos evitar que mucha gente enferme?¡±.
Las decenas de expertos que participaron en la cumbre respondieron a su pregunta ret¨®rica: s¨ª, hay que invertir m¨¢s en prevenir y as¨ª gastar menos en tratar. Puska insiste en que los efectos de la prevenci¨®n, en el sentido de reducci¨®n de los factores de riesgo, ¡°son sorprendentemente r¨¢pidos y tambi¨¦n tienen efecto en edades relativamente avanzadas¡±. Se refiere sobre todo a las enfermedades cardiovasculares y a la diabetes. No solo la prevenci¨®n no es cara, sino que adem¨¢s puede existir un incentivo econ¨®mico. El ejemplo es, una vez m¨¢s, Finlandia: aumentar los impuestos al alcohol en los ¨²ltimos a?os ¡°ha aumentado los ingresos del Gobierno en unos 400 millones de euros y a la vez ha reducido el consumo de alcohol en un 10%¡±, se?ala este experto, que tambi¨¦n trabaj¨® para la OMS en el ¨¢mbito de la salud p¨²blica.
En la UE, las enfermedades cr¨®nicas suponen ya entre el 70% y el 80% del gasto sanitario, lo que equivale a m¨¢s de 700.000 millones de euros al a?o, seg¨²n c¨¢lculos de la Comisi¨®n. Los expertos coinciden en que los costes de estas dolencias no est¨¢n bien cuantificados. Un estudio del Foro Econ¨®mico Mundial, publicado en 2011, intent¨® estimar el impacto econ¨®mico global de las cinco principales enfermedades no contagiosas (cardiovasculares, respiratorias, c¨¢ncer, diabetes y psiqui¨¢tricas): la p¨¦rdida de producci¨®n acumulada en 20 a?os ser¨ªa equivalente al 4% del producto interior bruto (PIB) mundial. Solo las enfermedades cardiovasculares suponen en la UE un coste anual de 196.000 millones de euros, seg¨²n datos de la organizaci¨®n European Heart Network (Red Europea del Coraz¨®n). M¨¢s de la mitad (54%) son costes sanitarios directos, pero otros 46.000 millones se atribuyen a productividad perdida por mortalidad y morbilidad (enfermedad).
No solo el comisario Borg mostr¨® su preocupaci¨®n acerca de c¨®mo se har¨¢ frente a lo que muchos llaman ya ¡°la epidemia de las enfermedades cr¨®nicas¡±. Los ministros de Sanidad irland¨¦s, griego e italiana tambi¨¦n intervinieron en la cumbre para subrayar c¨®mo la presi¨®n que infligen en sus sistemas p¨²blicos de salud se convierte cada d¨ªa m¨¢s en una preocupaci¨®n para los gestores. El comisario puso como ejemplo la diabetes: ¡°Afecta a un 8% de la poblaci¨®n europea, y buena parte de su incremento en la Uni¨®n est¨¢ ligado a la obesidad y a la falta de actividad f¨ªsica¡±. Hace a?os que se sabe que muchas actividades de prevenci¨®n son coste-efectivas, es decir, baratas y ¨²tiles. La asignatura pendiente es aplicarlas, extenderlas.
Las medidas de austeridad que han acompa?ado a la crisis econ¨®mica a¨²n han puesto m¨¢s impedimentos para avanzar en la prevenci¨®n. Los expertos y los pol¨ªticos son conscientes de que deber¨ªa considerarse una prioridad, pero en muchos casos no se lleva a la pr¨¢ctica. ¡°Los recortes puestos en marcha entre 2008 y 2012 van a generar costes innecesarios a los sistemas de salud en los pr¨®ximos 10 o 15 a?os¡±, afirma Sinisa Varga, director del Health Insurance Fund, la instituci¨®n que gestiona la sanidad p¨²blica en Croacia. Los recortes en prevenci¨®n de hoy generar¨¢n costes en el futuro, coincide G¨¹nter Danner, representante del sistema de Seguridad Social de Alemania. ¡°La prevenci¨®n tiene que verse como una inversi¨®n para las generaciones futuras¡±, afirma. Y se?ala ejemplos de acciones baratas y, a largo plazo, efectivas: ¡°Introducir en los curr¨ªculos escolares la educaci¨®n en salud¡±, ¡°imponer tasas a determinados productos¡±, ¡°ense?ar a los empleadores a cuidar la salud de sus trabajadores¡±, cita, entre otros muchos.
La crisis tambi¨¦n est¨¢ ampliando las desigualdades, se?alan los expertos. Tanto entre pa¨ªses como dentro de cada Estado. Pese a que las diferencias en esperanza de vida o en mortalidad infantil se est¨¢n reduciendo entre los miembros de la UE, a¨²n persisten grandes disparidades. Un ejemplo es la esperanza de vida con buena salud. En los hombres, hay una diferencia de 19 a?os entre el valor m¨¢s alto y el m¨¢s bajo, seg¨²n un informe de la Comisi¨®n Europea publicado en septiembre pasado con datos de 2012. Estonia, con 53,1 a?os, se queda muy lejos de Noruega, con 72,1.
En los principales factores de riesgo de las enfermedades cr¨®nicas ¡ªtabaco, alcohol, mala alimentaci¨®n y vida sedentaria¡ª tambi¨¦n se aprecian las desigualdades, esta vez dentro de cada pa¨ªs. Gauden Galea, director de enfermedades no transmisibles de la OMS para Europa, enumera algunas de ellas: en Francia, la prevalencia de obesidad en adultos es cuatro veces superior en los hogares con las rentas m¨¢s bajas que en los m¨¢s favorecidos; en Dinamarca se fuma casi 10 veces m¨¢s en los hogares con muy bajo nivel educativo (25,2% frente al 2,8% de los que tienen el nivel m¨¢s alto); en Escocia, las muertes relacionadas con el consumo de alcohol son m¨¢s frecuentes cuanto menor nivel socioecon¨®mico tiene la poblaci¨®n.
¡°?Son las enfermedades cr¨®nicas una epidemia inevitable?¡±, se preguntaba Galea durante su intervenci¨®n en la cumbre de Bruselas. Y acababa respondiendo que no... si se toman medidas. Entre ellas, ¡°preservar y fortalecer los actuales sistemas de provisi¨®n de salud y la cobertura universal, incluso en el caso de restricciones presupuestarias¡±. Este experto tambi¨¦n sugiere ¡°innovar y buscar nuevas intervenciones en salud p¨²blica, como las naciones libres de tabaco o las cajetillas gen¨¦ricas, e impulsar nuevos modelos de atenci¨®n a los pacientes cr¨®nicos¡±.
El informe Cronos, presentado la semana pasada en Madrid, se?ala que las enfermedades cr¨®nicas afectan a m¨¢s de 19 millones de personas y son responsables de m¨¢s de 300.000 muertes al a?o en Espa?a. Un 75% del gasto del Sistema Nacional de Salud (SNS) se destina actualmente a atender a estos pacientes. El coste de tratar dolencias como la diabetes, la EPOC o la osteoporosis podr¨ªa alcanzar los 78.000 millones de euros en 2020, un 45% m¨¢s que en la actualidad, apunta tambi¨¦n el informe, realizado por la consultora Boston Consulting Group con financiaci¨®n del laboratorio Lilly. Los expertos que lo firman consideran que estas enfermedades son el mayor desaf¨ªo al que se enfrenta el SNS y proponen cambios en la manera de tratarlas que permitir¨ªan ahorrar un 10% del gasto p¨²blico, es decir, 8.000 millones.
La lista de soluciones es amplia. Desde dar m¨¢s poder a los pacientes, de forma que conozcan bien su enfermedad y sientan la responsabilidad de gestionarla adecuadamente; hasta proponer intervenciones que mejoren el estado de salud de la poblaci¨®n general; pasando por reorganizar la asistencia, de forma que se potencie la atenci¨®n primaria y los equipos multidisciplinares de salud y los pacientes no tengan que recurrir siempre a la hospitalizaci¨®n cuando tengan un problema. El texto se?ala tambi¨¦n que ser¨ªa conveniente ofrecer a los profesionales incentivos asociados a resultados de salud.
Eurohealthnet, la red europea de organizaciones no gubernamentales que promueven la salud, considera que la Uni¨®n Europea, y tambi¨¦n los Estados miembros, deber¨ªan ¡°dejar la ret¨®rica y pasar a la acci¨®n en la prevenci¨®n de enfermedades cr¨®nicas¡±. Unas dolencias que, recuerdan, afectan a ocho de cada 10 mayores de 65 a?os. ¡°Los intercambios de buenas pr¨¢cticas no son suficientes¡±, lamenta Clive Needle, portavoz de la red. ¡°Se necesita regulaci¨®n, para evitar el abuso del alcohol y los ambientes obesog¨¦nicos¡±, a?ade.
La regulaci¨®n europea puede convertirse en la clave de la lucha contra las enfermedades cr¨®nicas. Para algunos, como el diputado portugu¨¦s Ricardo Baptista Leite, la Comisi¨®n Europea no est¨¢ haciendo lo suficiente: ¡°Nuestro principal problema est¨¢ muy claro: los ministros de salud en realidad son ministros de enfermedad¡±, afirma. ¡°Hay que darles m¨¢s poder. Sentarlos con los ministros de finanzas e impedir que estos se levanten hasta que quede claro que los de salud son los que mandan en salud". "La Comisi¨®n deber¨ªa impedir el acceso a los fondos europeos a los pa¨ªses que no destinan el dinero necesario a luchar contra este problema¡±, a?ade. Baptista Leite, m¨¦dico de profesi¨®n, es contundente: ¡°Si una enfermedad es prevenible, preveng¨¢mosla. Luchemos contra los lobbies antisalud. La industria del alcohol tambi¨¦n es un enemigo p¨²blico¡±.
El sector de las bebidas alcoh¨®licas est¨¢ ya en el punto de mira de Bruselas. El comisario Borg relata que se ha reunido con la industria y les ha advertido: si no son ellos mismos los que deciden incluir avisos sobre los perjuicios para la salud como ocurre con las cajetillas de tabaco, la Comisi¨®n acabar¨¢ oblig¨¢ndoles. Borg, entrevistado por varios medios europeos, entre ellos EL PA?S, insiste en precisar: ¡°Evidentemente es el abuso, y no el consumo, contra lo que tenemos que luchar¡±.
La opini¨®n p¨²blica conoce bien los perjuicios del tabaco, pero no tanto los de consumo excesivo de alcohol ¡ªel proyecto europeo de investigaci¨®n Amphora concluy¨® hace unos meses que alrededor de 138.000 ciudadanos europeos de entre 15 y 64 a?os mueren de forma prematura por culpa del alcohol al a?o¡ª o de los malos h¨¢bitos alimenticios. Bruselas se propone ahora informar m¨¢s y mejor a los ciudadanos europeos. Necesitar¨¢, eso s¨ª, la colaboraci¨®n de los pa¨ªses.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.