Pistorius, tocado pero no hundido
El atleta paral¨ªmpico concluye su testimonio ante el tribunal que le juzga por el asesinato de su novia
Tocado pero no hundido. Oscar Pistorius ha bajado este martes del estrado donde durante seis intensas jornadas ha declarado como testigo principal en el juicio por la muerte de su novia, la modelo Reeva Steenkamp. El paral¨ªmpico sudafricano ha mantenido la versi¨®n de que dispar¨® pensando que detr¨¢s de la puerta hab¨ªa un intruso y no su exnovia. Su discurso ha dejado, sin embargo, m¨¢s de?una inconcreci¨®n. "No me acuerdo", "no estoy seguro", "me he equivocado", ha respondido en m¨¢s de una ocasi¨®n.
El deportista?¡ªque se convirti¨® en los Juegos de Londres?de 2012 en el primero con las dos piernas amputadas en competir en unas?Olimpiadas¡ª ha terminado su testimonio?leyendo un mensaje de amor escrito para ¨¦l por la modelo?el D¨ªa de San Valent¨ªn del a?o pasado. El mismo d¨ªa en que la mat¨®.?"Creo que hoy es un buen d¨ªa para decirte que te quiero", reza la?tarjeta de felicitaci¨®n que el abogado defensor, Barry Roux, le ha pasado al deportista despu¨¦s de?la ¨²ltima pregunta que le ha hecho a su cliente.
Pistorius?ha defendido, durante todas las jornadas del juicio, que dispar¨® a la que por aquel entonces era su novia por accidente. La madrugada del 14 de febrero de 2013, el atleta se levant¨®, seg¨²n su versi¨®n, por el intenso calor e intercambi¨® una frase con Steenkamp, a la que solo pudo o¨ªr y no ver porque la habitaci¨®n estaba a oscuras. Mientras se levant¨® a enchufar los ventiladores, oy¨® lo que le pareci¨® un portazo en el lavabo. Sin encender la luz, pidi¨® a la chica que "llamara a la polic¨ªa" y sali¨® con su pistola hacia el origen del ruido, sospechando que hab¨ªa un ladr¨®n. Detr¨¢s de la puerta estaba Steenkamp,?que muri¨® casi en el acto por las heridas de bala.?
"Dispar¨¦ por accidente, no ten¨ªa intenci¨®n de matar a nadie", explic¨® entre l¨¢grimas al fiscal que le recrimin¨® que "adaptara su versi¨®n". Hasta ese momento, Pistorius no hab¨ªa revelado que la chica estaba despierta.?Esta es una de las claves en las que se sustenta la acusaci¨®n p¨²blica para tirar por suelo el relato "improbable e inveros¨ªmil" del atleta. Pistorius no puede explicar c¨®mo puede ser que no oyera a Steenkamp abandonar la habitaci¨®n, que no verificara que estaba a salvo en la cama o esperara un comentario antes de disparar. La acusaci¨®n le cuestiona, adem¨¢s, que obviara algunos de estos detalles en su declaraci¨®n jurada, efectuada d¨ªas despu¨¦s de los hechos.
Pistorius chill¨® al supuesto ladr¨®n que "saliera de la casa",?seg¨²n cuenta, pero no esper¨® a que hubiera alguna respuesta o movimiento. Solo pens¨® que "alguien le atacar¨ªa" y "sin tener tiempo para pensar" dispar¨® los cuatro tiros fatales. Al volver a la habitaci¨®n vac¨ªa, se dio cuenta de que Steenkamp era la v¨ªctima y sali¨® al balc¨®n a pedir ayuda.
Esta versi¨®n es insostenible para el fiscal. Primero porque la chica "no tuvo tiempo" de ir al ba?o, encerrarse, orinar (su vejiga estaba vac¨ªa) y ponerse la ropa. Y, en segundo lugar, la versi¨®n queda desacreditada porque la disposici¨®n de los objetos en la habitaci¨®n cerraba el paso al balc¨®n. Sin embargo, Pistorius subray¨® que la polic¨ªa hab¨ªa cambiado de posici¨®n ventiladores y edred¨®n y hab¨ªa abierto las cortinas para incriminarle.
El velocista se quebr¨® en m¨¢s de una ocasi¨®n durante el interrogatorio. "?Por qu¨¦ ahora se emociona y no antes?", le preguntaba el fiscal, para quien esas l¨¢grimas eran un intento "de escape" ante las preguntas que no encajaban con su historia.
La acusaci¨®n p¨²blica sostiene que la pareja empez¨® una discusi¨®n hacia las 2 de la madrugada, cuando algunos vecinos oyeron los gritos de una mujer, y que Steenkamp intent¨® vestirse e irse de la casa, pero asustada, se refugi¨® en el peque?o lavabo, donde ante la puerta continu¨® "hablando" con Pistorius. As¨ª recibi¨® los tiros.
Est¨¢ previsto que el juicio se alargue como m¨ªnimo un mes m¨¢s. La fiscal¨ªa acusa a Pistorius de asesinato premeditado, mientras que el atleta se declara inocente de los cuatro cargos que se le imputan. "Usted tiene que tomar la responsabilidad de haber matado a Reeva", reclam¨® el fiscal, que retrat¨® al atleta como un hombre ego¨ªsta que no quer¨ªa asumir ninguna culpa. "Su vida es yo, mi, todo sobre Oscar", le reproch¨®.
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