Los grandes editores holandeses venden sus noticias a la carta ¡®online¡¯

Cerca de un 50% de los hogares holandeses (16,7 millones de habitantes) recibe un diario de pago, ya sea nacional o regional. La cifra no parece desde?able, pero las encuestas muestran que muchos lectores preferir¨ªan leer solo las noticias que consideran interesantes y est¨¢n dispuestos a pagar por ello. Para este sector cada vez m¨¢s amplio, cuyo promedio de edad no supera la cuarentena, se lanza este lunes al mercado Blendle, una nueva empresa digital que cuenta con el apoyo de 15 de los grandes editores nacionales. Fundada por Alexander Kl?pping y Marten Blankesteijn, dos periodistas de 27 a?os, presenta al cliente toda la informaci¨®n generada por m¨¢s de 40 peri¨®dicos y revistas, a precios que oscilan entre los 10 y los 25 c¨¦ntimos por noticia. Si el cliente no queda satisfecho con el contenido de la oferta, el dinero es reembolsado.

El reparto de beneficios de Blendle es sencillo: un 70% del precio de cada art¨ªculo va al editor. El 30% restante, a la nueva plataforma, bautizada ya como la ¡°iTunes del periodismo¡± por sus similitudes con la venta digital de m¨²sica patrocinada desde 2001 por Apple. En el caso holand¨¦s, el Gobierno ha aportado 100.000 euros del fondo de Ayuda a la Prensa al proyecto, ¡°porque cobrar por cada art¨ªculo parece m¨¢s factible que pedir una cuota mensual a suscriptores que pueden darse de baja de golpe¡±, seg¨²n sus portavoces. Kl?pping y Blankesteijn aseguran que se les ocurri¨® la idea de Blendle durante una cena, y tambi¨¦n ha recibido dinero de inversores privados.

Un 70% del precio de cada art¨ªculo va al editor

Su mayor logro ha sido convencer a los grandes editores de que no es necesario depender de la publicidad en Internet para obtener beneficios. ¡°El mercado musical muestra que el consumidor busca una forma sencilla de pago por el producto deseado. Lo quiere todo en un solo sitio y al alcance de un clic. El cliente ha cambiado y quiere una sola aplicaci¨®n, en lugar de distintas suscripciones para cada cabecera concreta. Lo que no se ha adaptado a¨²n es la empresa period¨ªstica¡±, asegura Kl?pping en su blog de lanzamiento. Blendle regala a los usuarios 2,5 euros para que empiecen a operar, y adem¨¢s de noticias, muestra los art¨ªculos m¨¢s le¨ªdos o pol¨¦micos. Como tambi¨¦n pueden compartirse con otros lectores a trav¨¦s de Twitter o Facebook, el flujo de noticias ser¨¢ constante.

Este es uno de los problemas apuntado por los primeros cr¨ªticos, que temen la p¨¦rdida de calidad del periodismo. Convertida en una amalgama de cabeceras y firmas, la informaci¨®n puede no dejar poso porque el lector ya no es un suscriptor particular, sino que compra en un mercado. Mac Andreessen, responsable del buscador digital de Blendle contesta as¨ª: ¡°Hay que servir a las nuevas generaciones. Quieren leer y pagar un periodismo de calidad, pero ellos imponen las condiciones¡±, asegura.

Otro escollo puede ser el almacenaje de datos de la clientela. Blendle asegura que la privacidad est¨¢ garantizada, pero necesita saber qui¨¦n compra la noticias, cu¨¢nto gastan y la frecuencia de uso de la aplicaci¨®n. "Es importante para brindar un buen producto", seg¨²n Alexander Kl?pping. Dado que est¨¢ en conversaciones con los editores de Time Magazine, The New York Times y Wired, entre otros, el asunto de la privacidad tendr¨¢ que ser revisado ante la diferente forma de regularla en Europa y Estados Unidos.