Las Administraci¨®n viola los derechos de los menores inmigrantes no acompa?ados
La Fiscal¨ªa no da validez a pasaportes de marroqu¨ªes y subsaharianos menores de edad que llegan solos a Espa?a
Sam?r lleg¨® hace cuatro a?os a Espa?a. Cruz¨® la frontera desde T¨¢nger escondido bajo el chasis de un cami¨®n, despu¨¦s de "tres o cuatro meses" intentando encontrar el modo de llegar a la tierra prometida. Como por aquel??entonces todav¨ªa no hab¨ªa cumplido los 18 a?os, la Administraci¨®n se hizo cargo de ¨¦l. Pero solo por un tiempo. La Fiscal¨ªa General de Estado no le dio validez ni a su pasaporte, ni a su certificado de empadronamiento; ni siquiera a la carta del c¨®nsul de Marruecos que aseguraba que los documentos que el joven llevaba consigo eran aut¨¦nticos. Las pruebas radiol¨®gicas, que seg¨²n los expertos dan resultados dentro de una horquilla de dos a?os, determinaron que era mayor de edad y le dejaron en la calle de un d¨ªa para otro. El de Sam?r (nombre ficticio) es solo uno de los 40 casos que la Fundaci¨®n Ra¨ªces y la Fundaci¨®n del Consejo General de Abogac¨ªa?han recopilado en un informe para denunciar la continua violaci¨®n de los derechos de menores migrantes que llegan solos a Espa?a.
"Los menores no acompa?ados procedentes de Marruecos y ?frica Subsahariana sufren malas pr¨¢cticas de determinaci¨®n de la edad, tanto a su entrada en Espa?a como cuando ya han sido documentados por sus embajadas y consulados", explica Lourdes Reyz¨¢bal, presidenta de la fundaci¨®n. "Quedan abandonados y totalmente indefensos porque la Fiscal¨ªa General del Estado, de manera sistem¨¢tica, no da validez a los pasaportes y partidas de nacimiento de ciudadanos de estos pa¨ªses cuando son menores de edad que llegan solos a nuestro territorio. Y, sin embargo, s¨ª lo hace cuando son mayores de edad", aclara. "De ah¨ª el nombre del informe: Solo por estar solo".?
"La Fiscal¨ªa no acusa directamente a los menores sino a los pa¨ªses de los que proceden", se?ala?Carmen Moles, abogada de la fundaci¨®n. "En muchas ocasiones reconocen que los documentos est¨¢n legalmente expedidos, pero consideran que su contenido no es v¨¢lido porque creen que los registros civiles de esos Estados no son fiables". Se somete a j¨®venes que portaban documentaci¨®n v¨¢lida a pruebas para determinar su edad, "contraviniendo as¨ª el art¨ªculo 35 de la ley de extranjer¨ªa", ilustra la abogada. "Y las Adminsitraciones p¨²blicas suelen priorizar el resultado, siempre relativo, de estos tests sobre la documentaci¨®n de los menores".
El caso de Sam?r es todav¨ªa m¨¢s flagrante, seg¨²n la fundaci¨®n, porque se vulnera, adem¨¢s, el convenio bilateral con Marruecos que establece que "las certificaciones de las actas del registro civil expedidas por una autoridad competente en el territorio de una de las partes contratantes no necesitar¨¢n ser legalizadas para ser v¨¢lidas en el territorio de la otra parte".
Mamady salt¨® la valla de Melilla hace "siete u ocho meses" despu¨¦s de un penoso camino de tres a?os a trav¨¦s de Mali, Mauritania y Marruecos. En el centro de menores de Melilla, seg¨²n cuenta?Reyz¨¢bal, le transmitieron la idea de que si se quedaba all¨ª no le iban a trasladar a ning¨²n otro sitio de Espa?a y tendr¨ªa que permanecer en un edificio saturado, donde "pueden llegar a dormir hasta tres ni?os por cama". "Les hacen creer que la mejor soluci¨®n es que digan que son mayores de edad para que les trasladen a alguno de los CIES [Centros de Internamientos de Extranjeros]". Y eso es lo que hizo. "Ahora es muy dif¨ªcil que le reconozcan su minor¨ªa de edad a pesar de que en su caso las pruebas s¨ª lo ratificaron", apunta la presidenta de la fundaci¨®n.?
"Todo esto crea una situaci¨®n de indefensi¨®n absoluta a los menores", estima la presidenta de la fundaci¨®n, que ha llegado a acoger en su casa a muchos de estos j¨®venes. " Si la Fiscal¨ªa determina que son mayores de edad y, por tanto, no pueden seguir bajo tutela del Estado, se quedan en la calle con pasaportes que acreditan su minor¨ªa de edad y no pueden trabajar ni pedir el permiso de residencia". Para solucionar esta situaci¨®n, la fundaci¨®n ha puesto en marcha un proyecto llamado cocina a conciencia, al que se acogi¨® Sam?r. "Estudi¨¦ durante tres a?os para conseguir un t¨ªtulo de ayudante de cocina y ahora estoy trabajando en el hotel Adler de cinco estrellas", comenta orgulloso el joven marroqu¨ª. "Para nuestra fundaci¨®n,?la integraci¨®n laboral de los j¨®venes es un objetivo prioritario porque la consideramos una llave fundamental para el desarrollo personal y la integraci¨®n social", opina?Reyz¨¢bal. "Cocineros de todo el territorio espa?ol?ofrecen la posibilidad?de entrar en el mundo laboral a chicos?que necesitan un empuj¨®n para salir adelante en nuestra sociedad".
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